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Mientras la industria hotelera debe cumplir una estricta regulación, los anfitriones de AirBnb pasan de agache y el Ministerio hace oídos sordos.

Hoteleros reclaman igualdad de condiciones con AirBnb (Foto Cotelco).

(Acto de instalación de la Asamblea  número 64 de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia – Cotelco, en Neiva, Foto Cotelco)

Son muchos los propietarios de viviendas en Colombia que utilizan sus casas y apartamentos para arrendarlos (completos o por habitaciones) mediante plataformas digitales como AirBnb o HomeAway, FlipKey o Wimdu. Las tarifas más económicas y la sencillez en la reserva son las razones por las que los huéspedes –especialmente los millennials-, prefieren alquilar estos hospedajes. Sin embargo, su modelo de negocio se basa en violar ley.

Esto sucede bajo el giño agravante de las autoridades, en cabeza del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Resulta que la hotelería nacional debe cumplir con una serie de trámites y exigencias que pueden desalentar incluso al más emprendedor. Los trámites sorprenden por la cantidad y complejidad: Inscripción en el Registro Nacional de Turismo (RNT), en Migración Colombia, en el Dane, ante la Supersociedades, en la Dian, en Hacienda, en Sayco, ante la Alcaldía y hasta en el Cuerpo de Bomberos.

También deben facturar IVA (19%), responder por el impuesto al consumo (8%), impuesto predial, ICA y pagar parafiscales y prestaciones a sus empleados. ¿Adivine cuánto tiene que pagar el anfitrión de AirBnb? ¡Correcto! Solo el predial. Los demás pasan de agache.

No se trata de un asunto eminentemente impositivo. De hecho, la operación de las plataformas digitales no debería servir solo para engordar el bolsillo de sus socios y anfitriones, sino además contribuir al ordenamiento territorial, a aumentar la seguridad del entorno y a promover la satisfacción de los huéspedes. No obstante, con AirBnb las cosas tienen diferentes matices, especialmente por las recientes denuncias sobre hackeo de cuentas, viviendas desvalijadas y vandalizadas, casos de racismo y uso de apartamentos como burdeles temporales.

 

PROPIEDADES ILEGALES

Para quienes se preguntan por el volumen de propiedades colombianas que están en la plataforma, les cuento que a abril de 2017, AirBnb contaba con 6.761 predios activos solo en Bogotá. Estas propiedades generaron ingresos por $13 millones de dólares (mdd) y habrían dejado de pagar impuestos por $1.5 mdd durante el período 2015-2017, según un estudio revelado por la consultora RMC y encargado por la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco).

A abril de 2017 AirBnb contaba con 6.761 predios activos solo en Bogotá. Estas propiedades generaron ingresos por $13 millones de dólares (mdd) y habrían dejado de pagar impuestos por $1.5 mdd.

“Es un volumen muy importante que opera en la ilegalidad y requiere ser regulado”, me explicó el Presidente de Cotelco Gustavo Toro durante la Asamblea numero 64 de Cotelco realizada la semana pasada en Neiva.

En efecto, durante la Asamblea de hoteleros, la ministra del ramo María Lorena Gutiérrez aceptó que se trata de una industria híper regulada, pero –a pesar de haber sido inquirida varias veces por los asistentes en Neiva-, no quiso dar luces sobre qué estrategias piensa aplicar para legalizar a quienes promocionen sus viviendas como alojamientos turísticos.

 

AUGE TURÍSTICO

La decisión de regular a los anfitriones de AirBnb y similares cobra especial relevancia dado que la industria turística se convirtió en el segundo rubro que más divisas generó en Colombia en 2017 con $4.698 mdd, un incremento del 7,4% con respecto a 2016. La actividad atrajo a más de 6.5 millones de visitantes extranjeros el año pasado.

“El sector hotelero destinó entre 2010 y 2017 $5.600 millones de pesos para 165 obras de infraestructura”, prosiguió Gustavo Toro. “Este año la inversión rondará los $157.000 millones de pesos para consolidar una oferta hotelera capaz de sacarle el jugo a nuestra interesante mezcla de naturaleza, infraestructura, gastronomía, música, cultura y artesanías”.

La regulación de plataformas digitales de alquiler de viviendas no es un invento de Cotelco. De hecho, los dueños de propiedades residenciales en Nueva York deben contar con un permiso de hotelería para alquilar su vivienda por menos de 30 días. Algo similar sucede en San Francisco (California), cuyos propietarios deben además residir en la vivienda al menos nueve meses al año.

El ayuntamiento de Barcelona, por ejemplo, obligó a 136.000 contribuyentes a incluir en su declaración de renta los ingresos derivados de alquilar sus inmuebles a través de páginas web. Por su parte, Ciudad de México y Quebec ya cobran un 3% y 3,5% respectivamente de impuestos sobre el valor de alojamiento en AirBnb.

“No estamos exigiendo que prohíban las plataformas digitales”, finalizó Gustavo Toro. “Por el contrario, que compitamos en igualdad de condiciones, que cumplan con el montón de normas e inspecciones que los hoteleros cumplimos a cabalidad. Resulta de lo más desmotivador y contradictorio para la industria que el Ministerio solo haga cumplir la regulación a quienes somos legales.”

 

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