¿Rentar un carro es más barato que comprarlo? Estas cifras te sorprenderán
Para quienes aún creen que comprar carro es la mejor opción, Andrés Rodríguez, de Renault Renting, nos muestra por qué rentar resuelve lo que la compra oculta.
¿Rentar un carro es más barato que comprarlo? Estas cifras te sorprenderán (Foto Renault).
Comprar carro es emocionante… hasta que sacas la calculadora. De seguro, has oído mil veces que es una ‘inversión’ (spoiler: no lo es), pero, sinceramente, ¿alguna vez te has sentado a sumar TODO lo que cuesta tener carro propio? No solo el precio inicial, también el mantenimiento, el Soat, la ‘mamera’ de la revisión tecno-mecánica, los impuestos y esa cosa deprimente llamada depreciación. Súmale el mantenimiento porque la suspensión comenzó a sonar raro… ¡mejor dicho!
Ahí es cuando recuerdas que —además de pagar el crédito— el carro sigue cobrándote cada mes ¡já!. Y si eres una empresa, ni hablar: cada carro es un desangre de plata que no para. ¿Qué pasa si te digo que muchas empresas ya se dieron cuenta de que rentarlo puede ser una jugada maestra?
Aquí es donde entra el renting, y ojo, porque no estamos hablando de alquilar un carro para irte a la costa el fin de semana. Esto es algo diferente. Renault Renting, por ejemplo, ofrece contratos donde por $1.5 millones a $3.5 millones al mes —dependiendo del modelo—, las empresas tienen carro nuevo, mantenimiento incluido, seguros al día, impuestos cubiertos y cero preocupaciones por depreciación.
Sí, cero. O sea, pagas tu cuota, usas el carro, y cuando ya no te sirva, lo devuelves sin preocuparte por venderlo o perder plata en el intento.
Y si todavía piensas que comprar sale mejor, juguemos un jueguito: Tomas un carro de gama media, nuevecito, tal como un Renault Sandero, a crédito. Vas a pagar, fácil, entre $2 y $3 millones al mes por cinco años. Hasta ahí, todo normal.
“Los contratos de renting te permiten adaptarte fácilmente a las necesidades operativas sin compromisos largos”.
La cosa se pone maluca cuando descubres lo que te gastas en seguros, mantenimiento, impuestos, revisiones, cambio de llantas / aceite y un guardadito para cuando el turbo o la caja de cambios decidan pedir vacaciones. ¡Tremendo chicharrón!.
EL PROBLEMA DE LOS GASTOS EXTRA
Renault Renting hace esa cuenta por ti, te cobra menos y se come el problema de los gastos extra. ¿Quién está ganando aquí?
¿Rentar un carro es más barato que comprarlo? Estas cifras te sorprenderán (Foto Renault).
Andrés Rodríguez, gerente de producto de Renault Renting, lo pone así de claro: “El renting es una solución financiera inteligente porque evita que las empresas descapitalicen su flujo de caja comprando vehículos”, afirma. “En lugar de invertir una suma grande en activos que pierden valor, pueden destinar ese dinero a crecer su negocio y nosotros nos encargamos del resto”, relata.
Básicamente —en lugar de meterle millones a un carro que se deprecia todos los días— lo usas sin que tu billetera se reviente.
PYMES Y RENTING
Ahora, el dato que pocos ven: el 82% de las empresas que usan renting son pymes. ¿Por qué? Porque para ellas, manejar el flujo de caja es una cuestión de vida o muerte. Para una pyme, amarrar su dinero a un carro que en cinco años valdrá la mitad es un lujo que no puede darse. Mientras la competencia invierte en crecer, ellas estarían atadas a un activo que se deprecia.
“Por eso, han entendido que renting es alquilar inteligencia financiera: operan sin preocuparse por la reventa y mantienen el control de su flujo de caja.”, revela Rodríguez.
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¿Y LAS GRANDES EMPRESAS?
Las grandes corporaciones también le ven la gracia al renting, pero por razones distintas. A ellos les interesa escalar sin fricción, optimizar su flota sin dolores de cabeza y evitar que sus contadores se enloquezcan en cada cierre fiscal.
“Lo interesante de esta información está en que —si bien nuestro portafolio de clientes empresariales representa el 37%— en ellos se concentra el 62,5% de la flota de vehículos activos de la compañía, lo cual confirma la fuerte orientación de las empresas hacia el producto de renta para resolver sus necesidades de movilidad”, prosigue Rodríguez.
¿Rentar un carro es más barato que comprarlo? Estas cifras te sorprenderán (Foto Renault).
ESTRATEGIA FISCAL
¿Ajá, y eso en qué se traduce? Pues en empresas con mayor liquidez para crecer, invertir en su negocio y evitar la montaña rusa de gastos inesperados. Pero aquí viene el verdadero truco: el renting no es un gasto, sino una estrategia fiscal. Como se considera un gasto operativo, la empresa puede deducirlo de impuestos, lo que lo hace todavía más rentable.
Además, no afecta tu capacidad de endeudamiento, lo que es clave para negocios que dependen del crédito para expandirse. Sobre esto, Andrés Rodríguez lo deja claro: «El renting no solo evita los costos ocultos de tener un carro propio, sino que le permite a las empresas enfocarse en lo que realmente importa: su crecimiento”.
Al final del día, el renting no es solo un tema de comodidad, es una jugada inteligente para empresas que saben que la movilidad es clave, pero la inmovilización de capital, un freno innecesario.
FLEXIBILIDAD SIN INTERRUPCIONES
En Colombia, los contratos de renting juegan con plazos bastante flexibles —incluyendo a Renault Renting— lo que le da a las empresas margen de adaptarse sin compromisos eternos.
¿Rentar un carro es más barato que comprarlo? Estas cifras te sorprenderán (Foto Renault).
No es lo mismo una empresa de mensajería con flotas en constante uso que una compañía con carros ejecutivos de menor rodaje. Y ahí está la gracia: los contratos pueden ir desde 24 hasta 60 meses, con la posibilidad de renovarlos, cambiarlos o ajustarlos según tu necesidad.
Y si a eso le sumamos los vehículos eléctricos en renting, la jugada es doblemente estratégica. En muchas ciudades colombianas, estos carros están exentos del pico y placa, lo que significa menos restricciones, más tiempo en la calle y mayor productividad.
«El renting no solo evita los costos ocultos de tener un carro propio, sino que le permite a las empresas enfocarse en lo que realmente importa: su crecimiento. Hoy, movilidad sin ataduras es sinónimo de competitividad», concluye Rodríguez.
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