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Escalar dos posiciones de market share en Latinoamérica en un año es un hecho significativo para cualquier fabricante. Y hacerlo con una plataforma que fue lanzada hace apenas tres años, es más meritorio. Eso es lo que ha logrado Microsoft con su sistema operativo móvil Windows Phone 8 durante el segundo trimestre de 2013, al pasar por encima de iOS y acomodarse en el segundo lugar en ventas -detrás de Android- en algunos países de la región.

 

Además de mostrar un buen posicionamiento en Argentina, Brasil y Chile, las cifras reveladas por IDC en su informe Mobile Phone Tracker indican que Colombia obtuvo la más alta preferencia por Windows Phone 8 con el 25,6% de cuota del mercado. Aunque este repunte puede sonar sorpresivo, no lo es, dado el gran volumen de ventas del Nokia Lumia 520 a nivel mundial, un dispositivo muy popular que controla el 13,3% del total de mercado de Windows Phone 8 debido a su económico precio que lo ha convertido en un actor de peso para desplazar a sus competidores en mercados como México, Colombia y Chile, donde ayudó a que la plataforma obtuviera el segundo lugar de ventas. A nivel mundial tiene el 3.2% del mercado.

 

Se trata de un celular táctil alimentado por un procesador de doble núcleo a 1GHz y 512 MB de memoria RAM, atributos más que decentes para un teléfono de nivel de entrada. Con un aspecto similar a los demás Lumias, el 520 trae una pantalla de 4 pulgadas y viene empaquetado en una carcasa plástica brillante en tonalidades amarilla, azul, roja, negra o blanca. Su cámara principal de 5 megapíxeles, su batería removible de 1430 mAh, y ranura para tarjeta microSD son algunas de las características que lo hacen atractivo para usuarios con presupuestos ajustados que buscan un dispositivo confiable.

 

A pesar de que no trae flash y la densidad de píxeles de su pantalla es un poco inferior al estándar, los usuarios lo compran como pan caliente, especialmente aquellos fieles a la marca que vienen de usar un teléfono básico y que quieren pasarse por primera vez a un teléfono inteligente.

 

Y ya que otros fabricantes como Apple, Samsung y HTC se dedicaron durante 2013 a impulsar sus equipos de alta gama, Nokia fue hábil al promocionar a lo loco su Lumia 520 en un mercado secundario como Latinoamérica, lo que le representó un jugoso volumen.

 

Sin embargo, Microsoft aún tiene un largo camino por recorrer, ya que debe hacer un enorme esfuerzo con sus desarrolladores para construir aplicaciones de calidad que justifiquen la inversión de los operadores, socios y usuarios en la plataforma.

 

Para fortuna de Nokia y Microsoft, BlackBerry volvió a tener otro bajonazo a raíz de su anuncio de venta, y Apple no ha presentado ninguna renovación seria en su iPhone desde la muerte de Steve Jobs.

 

Y para ponerle picante a la cosa, se espera la llegada de nuevos ecosistemas móviles como Firefox OS de Mozilla, Tizen de Samsung y Ubuntu Phone, lo que promete calentar aún más la rivalidad y estrechar la cuota de mercado entre las marcas.

 

Como ventaja a resaltar, la gran presencia de Nokia en la región –con más de 20 oficinas- y su oferta de smartphones en todos los niveles, desde el segmento de entrada con los Lumia 520 y 510, el nivel medio con el Lumia 720, hasta el nivel alto con el Lumia 920.

 

Para Microsoft las cartas están sobre la mesa. Ahora debe concentrarse en confirmar por qué obtuvo ese anhelado segundo lugar que acaba de arrebatarle al iPhone en la región y defenderlo como gato boca arriba en los dos trimestres faltantes de este año. 

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