Cuando me encontré de frente con el mosaico de baldosas multicolores de la nueva versión de Windows pensé que se trataba de una broma, ya que se parece más a un juego de lotería para niños que a la pantalla de inicio de un sistema operativo. Conforme pasaron los días comprendí que su diseño tenía sentido, ya que su interfaz fue construida para aprovechar la funcionalidad táctil de las tabletas y computadores recientes.
Con elementos de diseño prestados de Windows Phone, la versión 8.1 resolvió numerosos incidentes de las interfaces Windows con funciones comunes (Búsqueda, Compartir, Dispositivos y Configuración), menús contextuales y la eliminación de arcaicos mensajes de error como la tristemente célebre ‘Pantalla azul de la muerte’.
Durante el primer año luego de su lanzamiento (se presentó en Octubre de 2012), fueron millones los usuarios que pedían a gritos el regreso del Botón de Inicio, ese glorioso artificio que nos resolvía casi todos los ‘chicharrones’ y que inexplicablemente había sido reubicado en una barra oculta en el borde derecho de la nueva versión. Debido a esto, Microsoft decidió dar marcha atrás y en la versión 8.1 (liberada en Octubre de 2013) lo ubicó en donde siempre había estado. Esto resolvió en parte un problema de fluidez en el sistema y eliminó de paso la incertidumbre de ‘como volver a casa’ con confianza.
A diferencia de versiones anteriores, la versión 8.1 solicita para su instalación iniciar sesión con una cuenta de Microsoft. Si Usted no desea autenticarse con una cuenta del fabricante de Redmond puede hacerlo creando una cuenta local que solo existirá en su PC; sin embargo, creo que esa no es una buena idea, ya que perdería acceso a los diferentes servicios de Microsoft como SkyDrive (almacenamiento en nube) o sería un poco dispendioso acceder a sus contactos, música y videos desde otros dispositivos.
Lo primero que debe saber antes de embarcarse en esta nueva versión de Windows es que viene en dos sabores: 8.1 y 8.1 Pro. La diferencia radica en que la versión Pro agrega funciones técnicas específicas para compartir archivos e impresoras por red, mientras que la primera es básicamente para usuarios de hogar.
Cuestión de adaptación
Debido a que soy un fanático del escritorio tradicional, debo reconocer que me costó cierto trabajo adaptarme a la pantalla inicial de Windows 8.1 que –aunque es muy moderna y trae atractivos azulejos- me generó problemas de fluidez, en especial a la hora de buscar documentos y contenidos. Por ejemplo, si estaba en el Explorador de Archivos y quería abrir una hoja de Excel, tenía que ir primero a la Pantalla de Inicio, encontrar el acceso directo a Excel y luego regresar a la Pantalla de Inicio. Es decir, tuve que pasar obligatoriamente por la Pantalla de Inicio cada vez que quería lanzar una app.
Les cuento algo: una cosa es manejar Windows 8 con una pantalla táctil y otra muy diferente con ratón y teclado. Esta última opción desmejora la experiencia final ya que la barra de Opciones se activa cada vez que pasamos el puntero sobre el borde derecho lo que genera una distracción permanente con pérdida de control. Para evitar esto, es posible deshabilitar la interfaz para usar el escritorio clásico.
Los azulejos de la Pantalla de Inicio le dan vida a Windows 8.1. En ellos se muestran fragmentos de lo que está sucediendo en cada aplicación y operan de forma similar a las notificaciones de los smartphones. Así las cosas, cuando llega un email la baldosa Mail muestra el remitente y el asunto; por su parte el Calendario muestra la agenda del día.
Apps y más apps
La versión 11 de Internet Explorer es compatible con gestos táctiles, soporta búsquedas avanzadas mediante Bing Smart Search y viene con nuevas apps como Bing Food & Drink (recetas y bebidas), Bing Health & Fitness, Alarma, Grabadora y Calculadora, todas ellas disponibles por defecto sin necesidad de descargarlas. La nueva app para música (Xbox Music) es algo que encanta ya que presenta muy bien las colecciones de música y da acceso a estaciones de radio. Con la activación, Microsoft regala 10 horas de streaming gratuito por mes.
Debido a que Windows 8.1 está construido sobre Windows 7, es posible ejecutar casi todo el software antiguo incluyendo Adobe Photoshop, los navegadores Firefox y Chrome, iTunes y por supuesto Office. También es compatible con la mayoría controladores de accesorios e impresoras.
Descubrí que trae una app oficial para Facebook adaptada para gestos; también viene con Netflix, Sky News y Hyper –un cliente de Youtube que brinda un control enorme sobre la forma de ver videos en línea.
Entre los PCs y las tablets
Si Usted tiene un computador antiguo con interfaz basada en teclado, mouse y trackpad, la experiencia con Windows 8 puede ser frustrante, especialmente si tiene una vida tranquila con Windows 7. Por el contrario, si su equipo es táctil, vale la pena el cambio. No nos digamos mentiras, pero el futuro de la computación es táctil, y aunque una interfaz como la que propone Windows 8.1 puede parecernos confusa al principio, al final del día uno percibe que es mucho mejor que utilizar teclado y ratón.
Aunque este nuevo enfoque de interfaz táctil requirió de un profundo compromiso de Microsoft, el fabricante también espera un compromiso por parte del usuario. Eso incluye el cambio paulatino de equipos hacia dispositivos táctiles, cosa que –aunque podría demorar la adopción de Windows 8.1- impulsará la productividad gracias al desempeño superior de esta versión sobre las anteriores.
No crea cuando le digan que Windows 8.1 es un fracaso; cosas semejantes o peores dijeron cuando Microsoft incorporó un nuevo kernel en Windows NT y cuando lanzó Windows Vista. Durante años sus interfaces se transformaron hasta volverse más maduras y con un diseño más humano. Simplemente estamos ante la evolución de un sistema incomprendido que se debate entre el futuro de las tablets y el pasado de los PCs.
Aunque con ciertos errores, debo reconocer que con Windows 8.1, Microsoft ha propuesto una ambiciosa experiencia táctil nunca antes implementada en un sistema de cómputo para las masas, con una plataforma coherente, segura, en la nube y totalmente funcional que está siendo respaldada por casi todos fabricantes de PCs, notebooks e híbridos a nivel mundial.
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