Desde la confirmación de la llegada del primer caso positivo de COVID-19 a Colombia, se ha desencadenado una situación de angustia generalizada entre sus habitantes, que está llevando a un letargo de la economía del país,
originado en cierta medida por un pánico colectivo.
La vida prima sobre la economía, es triste ver como mueren personas afectadas por este nuevo virus. Pero igual es triste ver también como familias pierden su sustento frente a la actual crisis económica que estamos viviendo.
Nuestra responsabilidad como empresarios es brindar un ambiente de seguridad a nuestros colaboradores dentro y fuera de las empresas.
Debemos evitar dejarnos llevar por el pánico colectivo o por las redes sociales.
Serán un par de semanas de crisis fuerte,
pero con toda seguridad será superada y todo regresará progresivamente a su estado habitual.
Hago un llamado a la calma
y a no posponer indefinidamente los proyectos, metas y objetivos de nuestras empresas.
En el caso concreto de las Finanzas Corporativas, cuando se valora una compañía, se tienen en cuenta datos históricos, tendencias y supuestos futuros.
El COVID-19 es una situación atípica
que no puede ya alterar los datos históricos obtenidos hasta 2019. Es un evento crítico que está generando un alto nivel de incertidumbre generalizado de corto plazo, pero que se puede y se debe aislar de las tendencias futuras de mediano y largo plazo. Por lo tanto la actual crisis económica generada por el COVID-19, no altera de manera directa los resultados de las valoraciones empresariales.
No permitamos que la urgencia de esta crisis, nos aleje de nuestros sueños, objetivos y propósitos empresariales. Éstos son lo verdaderamente importante para nuestros proyectos de vida personales y de nuestras compañías.
Evitemos que el COVID-19 y el PÁNICO nos contagien.
Hermann Stangl
Valorador de Empresas
www.valoradordeempresas.com
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