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En días pasados tuvo lugar en el Palacio de Miraflores la cuarta cumbre entre los presidentes Juan Manuel Santos y Hugo Chávez, durante la cual se suscribió un nuevo acuerdo que reemplazará el marco comercial definido en la Comunidad Andina de Naciones. Este tratado busca eliminar las barreras arancelarias de los productos que puedan generar incrementos del comercio binacional. Nuestro gobierno lo ha interpretado como un gesto que se espera se convierta en el punto de partida para continuar fortaleciendo la amistad, confianza y relaciones entre los dos países hermanos.

Trabajar por la armonía y las buenas relaciones entre las naciones, es algo fundamental, positivo y necesario para cualquier gobierno. Pero pretender propiciar la suficiente confianza por parte de los empresarios colombianos, para que miren nuevamente con buenos ojos hacia el mercado venezolano, es un acto de gran ingenuidad e insensatez.

Es difícil que la comunidad empresarial colombiana olvide fácilmente la problemática suscitada entre los exportadores colombianos y el actual gobierno venezolano, la cual hasta el momento, a pesar de las promesashechas por parte del presidente Hugo Chávez, no ha sido completamente solucionada.

Además, los modelos políticos, sociales y económicos que lideran los dos presidentes son antagónicos. Colombia cuenta con una sólida democracia y una libre empresa; mientras que el presidente Hugo Chávez ha atentado en innumerables ocasiones contra la propiedad privada, expropiando grandes extensiones de tierra y nacionalizando una enorme cantidad de compañías.

Tampoco se puede pasar por alto que Venezuela ha venido durante los últimos años experimentando hiperinflaciones y crecimientos negativos de su PIB. Todas estas situaciones, sumado al imprevisible temperamento del presidente Hugo Chávez, imprime a la economía venezolana altos niveles de incertidumbre.

El ambiente de hostilidad institucional y económica que desafortunadamente vive hoy Venezuela, genera una graninseguridad para potenciales inversionistas o empresarios que deseen vincularse con su economía. Esta situación se confirma con el actual riesgo país venezolano, el cual se ubica cerca al 13%,  mientras que el riesgo país colombiano se encuentra hoy alrededor del 4%.

Actualmente Colombia no cuenta con las debidas ventajas competitivas para participar exitosamente en mercados desarrollados como son Europa y Estados Unidos. Es urgentemejorar nuestra competitividad y propiciar la reconversión industrial. Hay que apostarle mejor a incrementarel intercambio comercial con países políticamente más estables y económicamente más sólidos, como Brasil, Argentina, Chile y Uruguay, entre otros.

 

Hermann Stangl
Consultor Financiero Empresarial
Banca de Inversión y Valoración de Empresas
www.stangl.com.co

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