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La estanflación es la situación económica que indica la simultaneidad de una fuerte alza de precios, el aumento del desempleo y el estancamiento económico, con posibilidades de entrar en una crisis o incluso a una recesión.

Según la definición técnica, se puede hablar de una recesión cuando se presenta decrecimiento en el Producto Interno Bruto, durante dos trimestres consecutivos. Si a esto se le suman altas presiones inflacionarias, se habla de un fenómeno de estanflación, que es un escenario económico que se caracteriza por la dificultad de su manejo.

El dilema de estanflación para la política monetaria y fiscal no es nada fácil, dado que por un lado, las herramientas restrictivas de la política monetaria para combatir la inflación, como incrementos en las tasas de interés, tienden a profundizar el componente recesivo, y por el otro lado, cuando la política fiscal actúa en pro de dinamizar la economía, empeora el componente inflacionario.

Dado que la estanflación es un fenómeno del cual se está hablando mundialmente, vamos analizar el comportamiento reciente de algunas variables de la economía colombiana, para tratar de determinar que tan probable es presenciar una estanflación. Como veremos, si bien la economía muestra signos de desaceleración unidos a un incremento en la inflación, todavía estamos lejos de observar dicho fenómeno.

En las últimas semanas, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE ha publicado tres datos relevantes para la economía: crecimiento del PIB, tasa de desempleo e inflación.

La economía colombiana creció 4,1% con relación al mismo trimestre del año 2007, y frente al trimestre inmediatamente anterior, el PIB disminuyó en 0,9%. En la Gráfica 1 se observa que el dato correspondiente al primer trimestre del año, ha sido uno de los más bajos con respecto al mismo periodo de los últimos tres años, dado que en el 2005 creció 5,4%, en el 2006 se incrementó 6,10% y el año anterior aumentó 9,10%.

Desde el punto de vista de la demanda, tanto las importaciones como las exportaciones fueron los componentes que más sobresalieron en el primer trimestre, con incrementos de 15,9% y 15% respectivamente. Por su parte, la inversión tuvo un crecimiento de 10,3%, después de haberse ubicado en 27,2% en el mismo periodo del año 2007, como uno de los componentes que más ha jalonado el crecimiento de la economía en los últimos años (Gráfica 2.).

Por grandes ramas de la actividad, los sectores con mayor crecimiento fueron los establecimientos financieros, seguros, inmuebles y servicios a las empresas con una variación de 7,5%, seguido del sector de transporte, almacenamiento y comunicaciones con un incremento de 7,4% frente al mismo periodo del 2007. El único sector que presentó decrecimiento fue el correspondiente a la construcción con una variación de -5,7%.

Los resultados muestran una clara desaceleración de la economía colombiana, y esto tiene básicamente cuatro razones fundamentales:

1. Se observa la incidencia de las decisiones que ha tomado el Banco de la República, bajo una política monetaria contraccionista, al subir las tasas de interés aproximadamente 375 pb.

Por el lado del consumo interno, la política contraccionista ha sido efectiva, ya que el consumo pasó de crecer 8,1% en el primer trimestre de 2007 a 3,8% en el periodo de análisis, observándose una moderación en la demanda, que podría disminuir las presiones inflacionarias.

Sin embargo, por el lado de la inversión se observa un fuerte decrecimiento pasando de 27,2% a 10% en los primeros trimestres de los años 2007 y 2008 respectivamente. Este resultado es el reflejo de las tasas de interés de la economía, dado que el crédito se ha encarecido, elevando los costos de financiación de los proyectos.

2. Un factor que incidió en un menor crecimiento fue el tener Semana Santa en el primer trimestre del 2008.

El año pasado, la Semana Santa cayó en abril, haciendo parte del segundo trimestre del año, que contó con aproximadamente 90 días hábiles. Mientras que el primer trimestre del presente año tan solo contó con 87 días hábiles. Si suponemos una producción diaria de 1 unidad, el hecho de dejar de trabajar dos días disminuye la producción en 3,3% aproximadamente, lo que muy posiblemente el crecimiento pudo haber sido mayor al 4,1% determinado por el DANE.

3. Una de las ramas de la actividad que más pesan en la economía de Colombia es la construcción. Este trimestre sorprendió con un decrecimiento de 5,7%, debido a la no ejecución de las obras civiles que estaban presupuestadas para este periodo, a causa del empalme con los nuevos gobiernos locales y regionales. Fue así que la contracción de los trabajos de obras civiles fue de 24,5%, mientras que los trabajos diferentes a obras civiles crecieron a 25,4%.

4. La huelga en Cerro Matoso, la mayor productora de níquel del país, dejó pérdidas por 109 millones de dólares aproximadamente. La mina es uno de los principales consumidores industriales de energía del país, y la huelga se tradujo en una disminución de la demanda de electricidad diaria en marzo, en aproximadamente 2,2%.

Esta huelga afecta directamente el resultado del PIB, tanto por la disminución de la producción de energía, como por los menores resultados del sector minero.

Revisando los datos laborales, en la gráfica 3 se observa que la tasa de desempleo a nivel nacional ha disminuido, llegando a niveles de 10,7% en el mes de mayo.

Si bien el mercado laboral ha mostrado avances, dado que actualmente la tasa de desempleo está por debajo del 11% presentado en el mes previo y del 11,4% del mismo periodo de 2007, los resultados habrían podido ser mejor después de tener crecimientos de 7,5% en la economía.

El fenómeno de la inflación sigue siendo uno de los más preocupantes para nuestra economía y para el mundo. Esta semana se reportó el dato de inflación para junio, el cual fue de 0,86%, valor superior en 0,74 frente al mismo mes de 2007, cuando se ubicó en 0,12%. Año corrido el IPC se ubicó en 6,02%, dato que no se observaba desde el año 2001, y en términos anuales el IPC llegó a niveles de 7,18%, mayor en 115 pb al obtenido en el mismo periodo de 2007.

En cuanto a la lectura que podemos hacer de la inflación, en términos anuales ha sido la mayor desde hace 5 años. Es de resaltar que nuevamente los precios de los alimentos fueron los responsables de que la inflación llegara a niveles de 7,18%, teniendo en cuenta que corresponde a un choque de oferta mundial, a factores climáticos y al ambiente internacional. Sin embargo, los esfuerzos del Banco de la República no han sido suficientes, si los medimos por los datos de la inflación básica, la cual llegó a 4,9%, ubicándose 40 pb por encima del rango superior de la meta de inflación para este año; y por los datos de la inflación de los bienes regulados (como transporte y servicios públicos), la cual llegó a niveles de 8,8%, debido al comportamiento del sector de transporte que ha sido directamente afectado por el precio del petróleo.

En la reunión del 20 de junio, la JDBR resaltó la importancia de fundamentales como el crecimiento económico y la revaluación. Fue así que decidió intensificar la acumulación de reservas internacionales y cambió las reglas del juego del mercado cambiario, eliminando el control de la volatilidad del dólar. Sin embargo, decidió compensar la liquidez que se genera por la compra de dólares, a través de un aumento de encajes ordinarios en los próximos dos meses, lo que implica indirectamente un alza en las tasas de interés.

Comentarios finales

Los fundamentales más relevantes de la economía, muestran una desaceleración en el PIB, acompañada de fuertes presiones inflacionarias y pocos avances en el tema de desempleo.

Por el lado de la inflación, los datos presentados no son nada favorables, adicionándole a esto las expectativas del mercado, que consideran para el fin de año niveles de inflación muy por encima a los obtenidos en los últimos cinco años. Si bien es cierto que parte del brote inflacionario se debe al incremento en los precios de los alimentos y del petróleo, parece que los esfuerzos del Emisor no han sido muy exitosos, muy posiblemente por poner en un primer plano el tema de la revaluación. Por esta razón, es probable que el BR en su próxima reunión vaya a tener en cuenta el posible “cambio de postura” que mencionó en el comunicado de prensa anterior.

El crecimiento del PIB estuvo por debajo de lo esperado para el primer trimestre del año, enviando señales de desaceleración más no de recesión, y se continua con una perspectiva de crecimiento de alrededor de 5%, la cual ha sido fortalecida con el rescate de los 15 secuestrados la semana anterior, hecho que ha recuperado aún más la confianza de los inversionistas tanto nacionales como extranjeros.

La combinación de los resultados económicos no es favorable para Colombia, pero nos parece exagerado hablar de una estanflación. A pesar del brote inflacionario, los indicios de desaceleración económica, una fuerte revaluación, aún no se habla de recesión y muy posiblemente estamos muy lejos de escuchar ese término, sobre todo mientras se mantenga la confianza de los consumidores e inversionistas y el respaldo internacional al Gobierno colombiano.

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