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El Banco de la República-BR como autoridad monetaria de Colombia tiene como objetivo primario “alcanzar y mantener una inflación baja y estable, y a su vez lograr que el producto crezca alrededor de su tendencia de largo plazo”.

Para implementar la política monetaria y lograr sus objetivos, el BR define metas cuantitativas de inflación, las cuales se pueden lograr mediante el uso adecuado de las siguientes herramientas: decisiones sobre la tasa de intervención, compra/venta de reservas y modificación en los encajes.

Siendo la inflación una de las variables macroeconómicas más significativas en el desempeño de la economía, es de gran importancia entender los dilemas que enfrenta la Junta Directiva del Banco de la República al momento de decidir qué hacer para cumplir las metas establecidas.

Empecemos entendiendo los determinantes de la inflación. En la economía hay tres aspectos que influyen directamente en el comportamiento de la inflación:

i) La brecha del producto: es la diferencia entre el PIB observado y el PIB potencial, que es aquel que se alcanzaría usando los factores productivos a plena capacidad. La medición de la brecha del producto le permite al BR establecer durante cuánto tiempo se puede expandir la economía sin generar presiones sobre la inflación. Si el PIB observado se encuentra sostenidamente por debajo del potencial, el Emisor puede tomar medidas como recortes en las tasas de interés y suministro de liquidez a la economía, con el objetivo de estimular el consumo y la inversión. Por el contrario, si el PIB observado se ubica por encima del potencial, al punto de comprometer el logro de la meta de inflación, la autoridad monetaria podría intervenir con un incremento en las tasas de interés para “enfriar” la actividad económica y garantizar la estabilidad en el nivel de precios.

ii) Las expectativas de inflación son un aspecto muy relevante en el comportamiento de la inflación, dado que la percepción que tienen los agentes sobre el IPC, influye directamente en la formación de precios y en la determinación de los salarios.

iii) El último determinante de la inflación son los choques de oferta y las variaciones en la tasa de cambio, variables incidentes en el comportamiento de los precios relativos. Si bien ya hemos mencionado en artículos anteriores que la principal causa del problema inflacionario que estamos viviendo se debe a choques de oferta, siendo un fenómeno que se vive a nivel mundial, específicamente por la escasez de alimentos y el encarecimiento del petróleo.

De acuerdo con este análisis, ¿cuándo se puede decir que el Banco de la República no enfrenta un dilema? Si la inflación observada supera las metas, y adicionalmente la economía presenta un exceso de gasto (PIB observado por encima del PIB potencial), o excesos de demanda, la decisión del Emisor es claramente subir las tasas de interés.

Otro caso en el cual no hay dilema, es cuando la inflación observada supera las metas a causa de un choque temporal de precios y el PIB crece o se sitúa por debajo del potencial. Cuando se presentan choques de oferta temporales, estos se corrigen en un lapso corto por su transitoriedad, y de esta manera no es necesaria la intervención del BR.

¿Cuál es el dilema actual del BR? Actualmente, muchos bancos centrales del mundo están teniendo una inflación por encima de la meta, a causa en gran medida de un choque de precios (oferta) persistente, que a su vez está acompañado de una aumento en las expectativas inflacionarias, en un entorno de crecimiento moderado de la economía mundial.

Bajo este contexto, se pueden tomar dos decisiones: Por un lado, no cambiar la postura monetaria, y de esta manera, aumentar las posibilidades de llegar a una estanflación (alta inflación y bajo crecimiento), dado que la inflación se generalizaría, al tiempo que el PIB empezaría a caer. O por el contrario, se pueden elevar las tasas de interés para disminuir la inflación, pero de paso también disminuir el crecimiento, ya que el PIB observado puede estar por debajo del potencial.

En síntesis, se observa que ninguna de las dos posturas es totalmente “exitosa”, ya que siempre se ve afectado el crecimiento, porque si aumentan las tasas de interés se observa una disminución en el consumo, vía caída en el ingreso real; en la oferta, vía aumento en los costos de producción; y en la inversión, vía aumentos en la tasa de interés de largo plazo. Pero si por el contrario, las tasas no se alteran, la inflación se dispara aún más, y se presentan otros costos para la economía, como pérdida del ingreso real para los consumidores, y aumentos de costos para las empresas (vía mayores salarios).

Analizando los determinantes de la inflación y el impacto que tienen las decisiones del Banco de la República en la economía, se observa que el dilema de la Junta Directiva es muy complejo, si además de esto se le suman las presiones de los diferentes gremios.

Desde nuestro punto de vista, la decisión tomada el viernes 25 de julio fue la más adecuada, dado que era necesario hacerle frente a las expectativas de la inflación que cada mes se han ido incrementando, y así mismo, mandarle un mensaje al mercado de que el BR está comprometido con hacerle frente a las presiones inflacionarias.

Sin embargo, muchos analistas y gremios de la economía colombiana criticaron la decisión de haber subido las tasas de interés, a pesar de que por la Constitución de 1991, la Junta Directiva del Banco de la República se considera como máxima autoridad monetaria, cambiaria y de crédito, que actúa independientemente del Gobierno. No es malo que el Presidente y los gremios den su punto de vista acerca del uso de las herramientas de la política monetaria, pero la idea es hacer críticas constructivas que no afecten la credibilidad y la reputación de nuestra autoridad monetaria.

Adicionalmente, la Junta Directiva se caracteriza por tener un amplio conocimiento de la situación económica, con previo estudio técnico y fundamental de las variables que afectan el comportamiento de los precios. Por esta razón es muy poco razonable, esperar que “el pueblo colombiano” sea la figura más importante y con mayores tecnicismos para siempre tener la razón y tomar las mejores decisiones, en lugar de pensar en un referendo, como algunos han propuesto, o como dice Juan Camilo Restrepo, dejar que el BR se someta al “inmovilismo”, si las decisiones monetarias se las dejamos a cargo de la opinión pública.

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