¿Por qué el TLC … o por qué no?

Un TLC (Tratado de libre comercio), es un acuerdo mediante el cual dos o más países reglamentan sus relaciones comerciales, con el fin de incrementar los flujos de comercio e inversión y, por esa vía, su nivel de desarrollo económico y social. Estos tratados contienen normas que garantizan que los flujos de bienes, servicios e inversiones entre los países que suscriben dichos tratados se realicen sin restricciones injustificadas y en condiciones transparentes y predecibles.

Es importante firmar acuerdos de libre comercio, dado que se eliminan gradualmente las barreras de entrada en los diferentes mercados, para los exportadores, los importadores y los inversionistas. De esta manera, al ser aprovechado por los empresarios nacionales, permite que la economía del país crezca, aumente la comercialización de productos nacionales, se genere más empleo, se modernice el aparato productivo, mejore el bienestar de la población y, adicionalmente, se promueva la creación de nuevas empresas por parte de inversionistas nacionales y extranjeros. A pesar de que en muchos ambientes políticos tanto en los países desarrollados como en los emergentes, en muchos casos se protesta en contra de la apertura comercial y financiera, la evidencia empírica sobre los impactos positivos de esta medida sobre el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y mejoras en la calidad de vida de las personas, supera con creces la evidencia que sugiere efectos negativos.

Actualmente, Colombia sólo tiene dos tratados de libre comercio (CAN y G-2) vigentes, que en realidad no son de gran categoría, frente a los acuerdos que tienen otros países de la región, como es el caso de Chile que tiene relaciones comerciales con 44 países bajo 14 TLC (Gráfica 1).

Estas estadísticas confirman la necesidad que tiene Colombia de lograr una internacionalización, para obtener niveles de apertura y de Inversión similares a las obtenidas por otros países de la región que nos llevan una gran ventaja. Bajo este contexto, Colombia tiene como propósito pasar de tener relaciones comerciales con cinco países bajo dos TLC, a firmar nueve acuerdos que nos darán acceso preferencial a 54 países, con más de mil millones de consumidores potenciales que podrán demandar nuestros productos (Gráfica 2).

Para ser más específicos, hablemos del TLC entre Colombia y Estados Unidos…..

En el año 2006, Colombia y Estados Unidos concluyeron las negociaciones del TLC, de manera tal, que los productos colombianos podrían entrar libremente al mercado más grande del mundo con más de 200 millones de consumidores de nivel de ingreso comparativamente alto, convirtiendo a Colombia en una plataforma de exportaciones y en un polo atractivo para la inversión nacional y extranjera.

Pero, ¿por qué es tan importante para nuestro país este acceso preferencial, qué es y para qué sirve? Este tipo de tratados y acuerdos, permiten un libre comercio a otros mercados. Por lo tanto un acceso preferencial, que consiste en la reducción o eliminación de los aranceles y otras barreras al comercio entre los países que firmen el acuerdo, es vital para aumentar las exportaciones y así generar un crecimiento de la economía colombiana de forma sustancial. Dicho en otras palabras lo que hace un TLC es darle estabilidad a una cantidad de productos Colombianos para que se vendan en EEUU. En la actualidad muchos productos tienen preferencias arancelarias. Lo que pasa es que estas deben renegociarse periódicamente y genera incertidumbre tanto para los vendedores Colombianos como para los compradores de EEUU sobre el posible precio futuro de las mercancías. El TLC extiende la cobertura de las preferencias, y les da estabilidad en el tiempo, lo cual es crucial para garantizar un flujo estable y continuo de productos de nuestro país hacia ese mercado.

Si bien la economía colombiana ha venido creciendo en los últimos tres años por encima del promedio de América Latina, y los datos de IED siguen reflejando el apetito de los inversionistas extranjeros por Colombia, existen ciertos obstáculos que no hacen que nuestra economía al menos sobresalga en América Latina. Por un lado, la participación de América Latina en los flujos mundiales de IED es muy baja, siendo ésta de aproximadamente 8%. Y de este pedazo, Colombia se queda con otro pequeño pedazo (Gráfica 3).

Y por otro lado, históricamente Colombia ha recibido poca inversión porque su proceso de internacionalización ha sido de alguna manera “tímido” y lento, dado que inicio 30 años tarde con respecto a los demás países, y bien es sabido que la IED fluye más a las economías abiertas y sobre todo aquellas que no tienen restricciones ni barreras a la entrada.

Aprendiendo de todo esto, Colombia continúa con su estrategia de internacionalización, y su privilegio es la aprobación final de TLC con Estados Unidos, que después de un año y medio de ser aprobado, aún falta el “Si” definitivo del Congreso estadounidense.

Tantos peros para firmar el acuerdo provienen del partido demócrata, el cual se ha caracterizado por su proteccionismo en el sentido de ser menos abierto al comercio internacional por el hecho de preservar algunos sectores que se pueden ver afectados por un tratado como el que firmará con Colombia. El argumento de los demócratas es que sus trabajadores pueden perder los empleos porque sus productos compiten con importaciones producidas con mano de obra relativamente más barata (o sea la nuestra), siendo ésta una de las causas del porqué siempre se han opuesto al comercio con la China, que es un país donde los costos laborales son muy bajos y por ende implica unos precios más bajos comparados con los de Estados Unidos. Este pensamiento está basado formalmente en que las leyes que a trabajo se refieren se cumple más en los Estados Unidos que en otras partes del mundo y se dice que menos en países en vías de desarrollo como Colombia.

Este problema netamente laboral es una de las demoras en la firma de este tratado, pues el congreso de Estados Unidos, desea revisar y replantear el tratado exigiendo una mejora en legislación laboral, para comprometer a Colombia a cumplir con todo lo que a leyes del trabajo se refieren y demandarla si estas no se cumplen frente a cortes internacionales. Aunque también existen discusiones generadas por temas como el cumplimiento de los acuerdos ambientales, respeto a los derechos humanos (por los sindicatos), protección a minorías, este es uno de los puntos más importantes y objetivos principal de los demócratas, proteger a sus trabajadores de la competencia, exigiendo cumplimiento de las leyes laborales en los otros países.

Comentarios Finales

Los acuerdos de libre comercio le pueden representar a Colombia múltiples beneficios, que tienen que ver no solamente con aspectos de tipo comercial, sino con implicaciones positivas para la economía en su conjunto. Entre esos beneficios potenciales cabe mencionar:

 Mayor crecimiento económico y, por tanto, en el nivel de ingreso per cápita, así como en el nivel de bienestar de la población.

 Una expansión significativa de las exportaciones, en particular de las no tradicionales.

 Un aumento de la competitividad de nuestras empresas, gracias a que es posible disponer de materias primas y bienes de capital (maquinaria) a menores costos.

 La creación de empleos derivados de una mayor actividad exportadora y del incremento de la competitividad.

 Una mayor diversificación en la composición sectorial del comercio exterior colombiano.

 Un flujo significativo de nueva inversión extranjera, con repercusiones favorables en el empleo y la transferencia de tecnología

 Aumentos en la productividad gracias a la liberalización del comercio de servicios.

 Modernización de las entidades vinculadas al comercio exterior y con ello disminución de los costos de transacción gracias a una mayor eficiencia en las operaciones y procedimientos. Mejor preparación del país, tanto en el ámbito institucional como en el productivo, para insertarse en la economía global y para profundizar las relaciones con otros socios comerciales en procesos y organizaciones como el ALCA y la OMC.

El TLC es simplemente una posibilidad a la apertura de oportunidades que los países pueden o no aprovechar. Es necesario acompañar los acuerdos con políticas internas de desarrollo y adecuación logística y normativa que permitan aprovechar los tratados. Desafortunadamente nuestro acuerdo, en este momento, está enredado dada la disputa política interna de EEUU. Ojala, después de las elecciones de Noviembre, el panorama se despeje y sea posible que haga un trámite normal y exitoso en el congreso de este país.