La economía y la seguridad agroalimentaria: COVID19 – inseguridad Alimentaria.
En los tiempos actuales de pandemia COVID19, la economía agroalimentaria es una de las herramientas que nos permite analizar lo que está sucediendo en los sistemas alimentarios de todos los países. En medio de la pandemia no se puede paralizar la producción agrícola y pecuaria, la gente debe tener acceso a los alimentos para poder satisfacer sus necesidades.
La agroindustria no se puede paralizar y tampoco los sistemas de comercialización, las grandes cadenas de supermercados e hipermercados y el comercio minorista, de manera tal que entender la dinámica del sistema alimentario en tiempos de pandemia se facilita con las herramientas teóricas y metodológicas de la economía agroalimentaria.
La economía agroalimentaria es una disciplina de la economía que se encarga de estudiar la economía de los sistemas alimentarios. A su vez, se entiende como sistema alimentario al conjunto de relaciones interdependientes entre componentes y actores, que permiten la circulación de un alimento desde la unidad de producción hasta la mesa del consumidor. De este modo, esta economía se ocupa de los sistemas alimentarios y, también, de las políticas que se diseñan para lograr objetivos fundamentales como el de garantizar a los hogares la seguridad alimentaria nacional.
Para ser más específicos, un sistema alimentario está comprendido por: la producción primaria agrícola, el procesamiento de las materias primas agrícolas (el sector agroindustrial), la comercialización y, en el extremo de la cadena, los consumidores. Éstos últimos envían señales tales como cuál es el tipo de alimento que desean consumir, la cantidad de alimento que compran, o el precio que pagan por él y la frecuencia con la que lo consumen; en suma, sus comportamientos de consumo muestran cuáles son sus preferencias. En efecto, quienes analizan los mercados interpretan esas señales del consumidor y toman decisiones en función de lo que ocurre en los entornos económicos nacionales y mundiales.
De esta manera, en el recorrido que se da entre la unidad de producción y el consumidor, se van sumando una serie de eslabones correspondientes a diferentes mercados (intermediarios) en los cuales hay interacciones de oferta y de demanda, de precios que se suman y se acuerdan en cada eslabón de la cadena y de actores que están tomando decisiones al respecto.
Frente a este fenómeno, el rol de la economía agroalimentaria es estudiar las formas en que los actores involucrados en el sistema reaccionan a ciertos cambios. Se debe interpretar la influencia de los mercados que interactúan en los distintos eslabones de la cadena agroalimentaria. Al mismo tiempo, se estudia el proceso particular para la formación de precios en cada uno de esos eslabones; generalmente, los precios son el resultado de una interacción libre entre compradores y vendedores. En muy pocos casos, los gobiernos intervienen en esos mercados para incentivar conductas en los actores y, con ello, favorecer los objetivos de las políticas agroalimentarias.
Para el estudio de los sistemas alimentarios, la economía agroalimentaria tiene como una de sus fuentes de información un instrumento llamado Hoja de Balance de Alimentos (HBA). Esta HBA funciona como un modelo que permite mostrar múltiples detalles de la cadena alimentaria. Por ejemplo, revela de dónde provienen los alimentos (producción nacional o importada), los niveles de inventarios, y los usos que se le dan a ese rubro para el consumo final, o como insumo a la agroindustria; además, la HBA deja saber qué porcentajes de alimento se pierden en los procesos de comercialización y de transformación industrial.
Todas estas variables se relacionan también con un indicador de relevancia para la toma de decisiones: se trata de la Disponibilidad para el Consumo Humano (DCH). Para ilustrar, esa disponibilidad puede darse en kilogramos por persona, y se puede traducir en unidades de nutrientes o calorías; también, se puede entender como la disponibilidad de energía alimentaria por personas al día. Estos datos se comparan con los estándares de requerimientos mínimos definidos por los institutos nacionales de nutrición y los organismos oficiales, en coordinación con la Organización Mundial para la Agricultura y la alimentación FAO.
La información sobre Disponibilidad de Consumo Humano permite evaluar si los resultados son adecuados en términos de los requerimientos nutricionales para la población de un país. Si los requerimientos no son alcanzados existen problemas de seguridad alimentaria y los gobiernos, y demás actores del sistema alimentario, tienen que tomar decisiones para solventar esa situación desde la óptica de la política alimentaria.
El Gobierno Colombiano ha reconocido públicamente que la pandemia ha provocado estragos en la seguridad alimentaria y nutricional en la población, como secuelas de la situación económica, social, ambiental y de salud. Para enfrentar esta situación la Comisión Intersectorial de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CISAN) viene articulando algunas estrategias:
(1) de producción y disponibilidad de alimentos (créditos a productores, el régimen de libertad vigilada de precios de los insumos, facilitación de la movilidad de alimentos hacia los sitios de abastecimiento)
(2) de accesibilidad física y económica a los alimentos (entrega de canastas nutricionales, continuidad del programa de alimentación escolar desde los hogares, el programa de familias en acción e ingreso solidario, garantías para el acceso al servicio público de agua potable y la disminución de los gastos a los hogares)
(3) de promoción de prácticas alimentarias y de nutrición saludables
(4) de institucionalidad y políticas públicas para garantizar el derecho a la alimentación.
En síntesis, mediante la política social, expresada en transferencias monetarias, ayudas alimentarias y programas de salud nutricional para las personas de bajos ingresos, sin acceso a una dieta suficiente en energía y nutrientes, los gobiernos son los responsables de garantizar una alimentación de buena calidad.
Minutos de Economía: Invitado, Profesor Alejandro Gutiérrez, investigador del Centro de Investigaciones Agroalimentarias CIAAL-ULA, editor de la Revista Agroalimentaria.
Muy buen artículo, opinión e información clara del tema, Comparto la idea de que la economía en parte se debe ocupar de los sistemas alimentarios por medio de politicas que garanticen a la nación la seguridad alimentaria pero es el gobierno mismo quien deberia incentivar comportamientos del consumidor en ese mercado, se me hace interesante el hecho de que hayan requerimientos nutricionales para la población y que el país sea evaluado en ese término para conocer el nivel de seguridad alimentaria del mismo, buen articulo.
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Excelente artículo un tema de gran trascendencia para la humanidad y para el país. Un tema que está lleno de oportunidades para explorar, proyectos para realizar y nuevas oportunidades para descubrir. Muchas disciplinas concurren para que cada día tu plato llegue a la mesa.
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