Carlos Mario Maya, fundador de Ingeneumática, es el inventor de una máquina que hace 60 a 90 empanadas por minuto y se exporta a diferentes países.
“Empecé con ese proyecto hace unos diez años, cuando un señor de Estados Unidos, al que nunca conocí personalmente, me llamó y me dijo que necesitaba una máquina que hiciera muchas empanadas por hora y de forma automatizada”, relata el inventor.
Inicialmente Carlos Mario pensó que se trataba de un proyecto con un grado de complejidad muy alto, por lo cual se desentendió de él.
Sin embargo, el señor insistió con una nueva llamada a los tres meses y eso llevó a Carlos Mario a sacar unas horas a la semana para trabajarle al diseño inicial.
Seis meses más tarde le envió la máquina, de la cual le quedaron debiendo una gran parte de su valor, pero Carlos Mario no se atormenta por ello, pues no se enfoca en el dinero que dejó de recibir y, en cambio, prefiere mirar lo positivo: le quedó un gran invento, que ya ha transformado positivamente la vida en muchas personas, en empresas de diferentes países.
“Ese trabajo, aunque no me lo pagaron completo, me llevó a suplir nuevas y diferentes necesidades de la industria. Hasta 2016 hemos entregado más de 80 máquinas para hacer empanadas. Y ya diversificamos hasta tal punto que los equipos actuales también hacen arepas y pasteles”, dice mientras muestra su canal de Youtube, en el cual hay varios videos de esos equipos en producción.
Lo cierto es que la máquina industrial multifuncional, para la producción automatizada de alimentos (¡tremendo nombre técnico!), despertó el interés de compradores en las ciudades de Nueva York, Nueva Jersey, Houston y Miami en Estados Unidos, en su primera etapa.
Más adelante habría más interesados en Ciudad de Panamá y en Londres, lo que convirtió a Ingeneumática en la primera empresa colombiana exportadora de este tipo de maquinarias.
Cuenta Carlos Mario que su padre, Mariano Maya, era un creador y creativo.
Todo el tiempo era consultado en su taller por los ingenieros de la región que le pedían consejo para sus proyectos, incluidas construcciones civiles como puentes o carreteras.
“Él fue quien electrificó a Pácora, en Caldas, y manejaba la planta de energía del pueblo”, recuerda su hijo.
Cuando tenía quince años, Carlos Mario se consiguió su primera novia, a quien quería impresionar con una invitación. Así que fue donde su padre y le dijo: “Me das mil pesos para salir a tomarme una gaseosa con una amiga?”
El padre le respondió: “No. Mejor vienes mañana al taller y te voy a enseñar a trabajar para que nunca más en tu vida tengas que pedir dinero”.
Al otro día lo llevó a embobinar los contadores de energía, aquellos que estaban en el taller porque se habían quemado en las fincas con los rayos.
Lo que aprendió le gustó y al día siguiente visitó la emisora de Aguadas y contrató una publicidad que decía: “Si su contador se le daña, no se preocupe, que en Pácora, Carlos Mario Maya, al frente de la Policía, se lo arregla”.
Y la verdad es que la publicidad fue efectiva y los clientes no se hicieron esperar. Desde eso nunca más le volvió a pedir plata a su papá ni a nadie y le quedó una gran enseñanza que lo convirtió en una persona independiente y autónoma para siempre.
“Mi padre tenía mucha creatividad y la combinaba con su espíritu de servicio. Esos dos factores lo motivaban todo el tiempo a inventar cosas. Y eso se lo heredé, por fortuna”, asegura Carlos Mario.
La historia completa de Carlos Mario hace parte de la colección Historias de Negocios Altamente Inspiradoras. El primer volumen está disponible en las principales librerías de Colombia, como la Nacional y Panamericana. Además en Amazon, Barnes and Noble y en las tiendas de Apple y Google Play.
Los dejo con este video de mi diálogo con Carlos Mario para nuestro programa de televisión Negocios en Tu Mundo.
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