Ibis es la primera marca de una cadena hotelera internacional que echar raíces en Apartadó. Alegría, tecnología y gastronomía local, ingredientes para el éxito.
Delfim Pinheiro, Regional Manager, Ibis (Foto Orlando Gómez Camacho).
Quienes han visitado a Apartadó (Antioquia) en los últimos meses han notado grandes cambios, especialmente por los nuevos desarrollos en infraestructura y servicios.
Por ejemplo, aquellos viajeros que llegan por tierra desde Medellín, se encuentran con el Centro Empresarial Santa María, un complejo de negocios conformado por un edificio de 10 pisos de oficinas, 14 locales comerciales y una imponente torre hotelera Ibis de 105 habitaciones.
Digo ‘imponente’ por el valor que representa: es la primera propiedad de una cadena hotelera internacional (Accor Hotels) en echar raíces en esta región, reconocida por ser el epicentro de las exportaciones de banano y plátano.
En 2018, Apartadó -y los municipios que conforman el ‘Eje Bananero’ junto con Chigorodó y Carepa-, lograron posicionar a esta fruta tropical en el tercer renglón de exportaciones agrícolas, luego del café y las flores.
También es imponente por la clase de servicios que ofrece. “Antes de octubre de 2018 no existía en Apartadó un espacio arquitectónico que integrara servicios financieros, salones para eventos y hospedaje de estándares internacionales”, me aseguró el gerente de operaciones de marcas midscale y economy de Ibis Delphim Pinheiro.
FORMATO, GASTRONOMÍA Y TECNOLOGÍA
¿Estándares internacionales en Apartadó? “Sí, como no”, se apresura Pinheiro, un brasilero que llegó a Colombia en 2010 para abrir el primer hotel de la cadena: Ibis Bogotá Museo. “Es brindar de forma consistente gratas experiencias en formato, gastronomía local y tecnología”, dice. “La idea es que nuestros huéspedes tengan la misma experiencia Ibis sin importar la ciudad ni el país.”
Lograrlo no es tarea fácil, empezando por la tarifa que -para el caso del Ibis Apartadó-, inicia en 52 dólares (156.000 pesos) en temporada baja, con desayuno incluido. Un desayuno realmente completo que se sirve en buffet con variedad de panes, frutas de temporada, omelette y bebidas calientes.
Un punto muy alto lo pone su restaurante Ibis Kitchen, que opera bajo el concepto IK Lounge, un comedor de 68 tenedores que ofrece platillos enfocados en la gastronomía local incluyendo cazuela de mariscos, punta anca y muslitos de pollo. También incorpora sándwiches, wraps y ensaladas.
“El menú con platos locales pretende además impulsar las compras a proveedores de la región”, me contó el gerente general del hotel Juan Gordillo, un caleño convencido de que esta región se convertirá a 2030 en una importante zona exportadora.
Juan Gordillo, Gerente General Ibis Apartado (Foto Orlando Gomez Camacho)
POLO DE DESARROLLO
Su tesis se sustenta en el desarrollo de Puerto Pisisí, el primero de su tipo en territorio antioqueño. Ubicado en el Golfo de Urabá, es una zona marítima que proyecta movilizar 1,7 millones de toneladas al año y que está a solo 40 minutos del nuevo Ibis Apartadó.
También en que próximamente se construirá la doble calzada entre Chigorodó y Turbo, un corredor vial que promete reducir drásticamente el tiempo de recorrido entre ambas poblaciones y que justamente pasará al frente del Ibis Apartadó.
«Es la nueva Milla de Oro del Urabá antioqueño», asegura Gordillo al referirse a esta zona, repleta de empresas, bancos, estaciones de servicio e incluso otros hoteles que llegaron primero.
SENCILLEZ Y FUNCIONALIDAD
Para ser un hotel de categoría económica, las habitaciones están bien equipadas. Un mural multicolor con imágenes de sombreros vueltiaos no solo recuerda las costumbres de la zona, sino que además hace las veces de cabezote de cama.
Como en todos los Ibis, trae un closet abierto ubicado al otro extremo de la habitación e incluye una cajilla de seguridad.
Aunque su formato es espartano, es tremendamente sexy y alegre. La conectividad WiFi es veloz y funciona genial en cualquier punto de la edificación. Su aire acondicionado es una maravilla y permite cuadrar la temperatura en medios grados.
«Aunque su formato es espartano, es tremendamente sexy y alegre. La conectividad WiFi es veloz y funciona genial en cualquier punto de la edificación.»
Los tonos tierra y arena de los muebles contrastan con la sencillez que se respira. No hay ammenities, aquellos frasquitos con champú, enjuague bucal y acondicionador; en su reemplazo, la marca colocó dispensadores tanto en el lavamanos como en la ducha. Cada piso tiene un cuartito de planchado ya que las habitaciones no tienen plancha.
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«Es la idea de un hotel económico ¿No?”, se pregunta Gordillo. Y él mismo responde: “Dejar de trasladarle un montón de costos de operación al huésped a cambio de un formato fresco, una tarifa moderada y servicio de talla internacional»
Hay que darle un gran aplauso a Accor Hotels (propietaria de la marca Ibis) por tener el coraje y la dedicación de hacer región y de traer progreso a estas tierras, que durante décadas fueron duramente golpeadas por la violencia y la desigualdad social.
«Este Ibis se va a quedar pequeño para el crecimiento de la región”, finaliza Gordillo. Sus palabras tienen sentido, máxime cuando otras marcas como Frisby, Cementos Argos, D1 y Corrugados del Darién están empujando duro y trayendo inversión y progreso a Apartadó.
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