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Comprar un smartphone barato, duradero y decente no tiene porque ser un imposible; sin embargo, algunos fabricantes insisten en reventar las billeteras de los consumidores con equipos costosos de gama media y alta, despreciando al mercado popular, donde supuestamente está el ‘grueso’ de las ventas.

 

Pues bien, Motorola ya se había dado cuenta de este fenómeno al lanzar el Moto G, pero aún le faltaba un dispositivo lo suficientemente económico como para penetrar definitivamente a las masas, y tal parece que lo va a lograr con su reciente modelo Moto E, un singular smartphone basado en Android cuyo argumento de venta es el precio: desde $282,000 pesos (U$148) desbloqueado y sin contratos.

 

Al tenerlo en las manos por primera vez, se siente robusto y cómodo gracias a que su tapa engomada brinda buen grip y evita resbalones accidentales. A pesar de su apariencia pequeña, el Moto E (142 gramos) es más pesado que el Moto X (130 g) y muy cercano al Moto G (143 g).

 

Aunque su diseño no es nada del otro mundo y es muy similar a su hermano mayor, tampoco está construido como para avergonzarse y dejarlo guardado en el bolsillo. Estoy consciente de que no estamos ante un equipo perfecto ya que no es compatible con redes de cuarta generación, su cámara no es de calidad profesional y no trae audífonos; sin embargo, creo que son temas irrelevantes cuando de adquirir un smartphone económico se trata.

 

Todo en el Moto E está pensado para ser ‘promedio’. Eso incluye al procesador Qualcomm de doble núcleo que -aunque no es un ‘volador’- tampoco es una tortuga al lanzar apps y hacer transiciones entre pantallas. Estuve probándolo un par de semanas disparando fotos, capturando videos, manejando email, escuchando música, chateando y actualizando mis redes sociales y su desempeño fue más que eficiente, sin novedades en su rendimiento. A menos que Usted sea un fanático de videojuegos exigentes como Modern Combat 4: Zero Hour o GTA III, este teléfono no lo defraudará.

 

Interfaz Android pura

Algo que me gustó de inmediato fue su interfaz pura sin ninguna personalización. A diferencia de otros terminales Android, este equipo brinda una manejo intuitivo y sencillo sin vistosas pantallas ni apps sobrantes que degradan la experiencia.

 

Su pantalla de 4.3 pulgadas es del tipo QHD, y aunque no tiene el mismo desempeño en términos de claridad y definición que la del LG G3, es muy respetable el balance de blancos, es fácil leer textos al aire libre y viene revestida con Corning Gorilla Glass 3, un tipo de material (presente en smartphones de gama alta) que la protege contra raspones y aruñazos.

 

Hay algo que no le va a gustar a los amantes de las selfies: no trae cámara frontal; en cambio, su doble ranura para SIM Card de seguro le encantará a quienes -como yo- utilizamos una segunda línea telefónica en el mismo dispositivo.

 

Aquí vale la pena resaltar la gestión de la doble línea: el Moto E es capaz de seleccionar automáticamente la SIM más utilizada; es decir, si Usted generalmente llama por la misma SIM a un número en particular, el teléfono seleccionará por defecto esa misma tarjeta para hacer la llamada. También identifica el operador del servicio de quien llama para bifurcar la llamada hacia la tarjeta SIM del mismo operador. Esta tecnología puede configurarse manualmente, lo cual permite reducir los costos de conexión.

 

La ranura para expansión de memoria -ausente en el Moto X y el Moto G- es por fin una realidad en el Moto E, que acepta tarjetas microSD hasta de 32GB.

 

¿A quiénes está dirigido el Moto E? A consumidores con presupuesto bajo y a usuarios que quieren tener un smartphone de reemplazo, o como segundo terminal.

 

Motorola se ha vuelto a salir con la suya. Si con el Moto G desmitificó aquello de que lo barato sale caro, con el Moto E se puede concluir que es posible construir un smartphone decente para mercados emergentes. Por sí sola la estrategia de penetración es brillante y se gana los aplausos de esta temporada.

 

En un mercado dominado por un puñado de fabricantes globales que compiten entre sí por construir el teléfono premium más ‘engallado’ ostentando monstruosos presupuestos de marketing y publicidad, la puesta en escena del Moto E es un alivio para que las clases populares puedan acceder a Internet sin sacrificar sus bolsillos.

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