Puerto Plata y Samaná, donde la naturaleza es el mayor lujo
Puerto Plata y Samaná, dos provincias al norte de República Dominicana, lo tienen todo para brindar las más relajadas y auténticas experiencias inspiradas en la naturaleza.
Playa Dorada en Puerto Plata (Foto Orlando Gómez Camacho).
Puerto Plata es uno de los más relajados y auténticos destinos de República Dominicana. Un territorio donde la sinergia del mar y la montaña crean un ambiente que acoge una enorme diversidad, con paisajes de no creer, actividades con la naturaleza y gastronomía que impacta los sentidos.
Junto con la provincia de Samaná –también al norte- se han convertido en destinos que no solo atraen grandes inversiones en hoteles, marinas, campos de golf y condominios de lujo, sino además a enjambres de ballenas jorobadas, que todos los años vienen a reproducirse en las cálidas aguas del Océano Atlántico.
La semana pasada fui invitado por el Ministerio de Turismo de República Dominicana a un fam trip –en compañía de 14 agencias de viaje-, para conocer de cerca las razones por las cuales estos territorios del norte se han convertido en destinos imperdibles para darse una vida a lo grande.
¿COMO LLEGAR?
Para los colombianos, la forma más fácil de llegar a Puerto Plata y Samaná es aterrizando en Santo Domingo y luego trasladarse en automóvil hacia el norte.
Hasta hace muy poco, Avianca era la única que conectaba en forma directa a Bogotá con la capital dominicana; sin embargo, a finales de mayo pasado, Wingo estrenó una nueva ruta con tres frecuencias semanales saliendo desde el Aeropuerto El Dorado antecitos de las 6am y aterrizando dos horas y media después. También es posible volar por Copa haciendo escala en Panamá.
La ventaja de volar por Wingo es su relativo bajo costo que –comparado con Avianca- puede reducir la tarifa hasta en un 30%. Por ejemplo, si compras el boleto hoy para volar del 5 al 8 de agosto, Kayak dice que vía Wingo cuesta $1.490.331 ida y vuelta, mientras que por Copa cuesta 1.903.502 y por Avianca $2.168.710.
Ahora bien, para trasladarte entre Santo Domingo y Puerto Plata (208 kilómetros) puedes alquilar un carro para conducir por una magnífica carretera durante tres horas y media o tomar los servicios de Caribe Tours o Metro Tours que, por 9 dólares, te llevan en buses súper equipados. Consejo: Si vas en carro, vale la pena que te detengas en Miguelina, una panadería ubicada en el poblado de Bonao donde puedes probar el mangú (un platillo típico dominicano a base de puré de plátano verde), un plato de mondongo o incluso un salpicón de mariscos.
¿DÓNDE DORMIR?
Si decides quedarte en Santo Domingo, hay dos alternativas de buen nivel: El Catalonia, una torre hotelera muy utilizada para negocios, fiestas y reuniones ubicada justo en frente del malecón. Además de unas vistas fantásticas sobre el Mar Caribe, esta propiedad ofrece tal vez uno de los mejores desayunos de la capital, con mimosas, champán, tablas de quesos, chorizo español y montones de sánduches y especialidades mediterráneas.
Piscina ‘infinita’ frente al Mar Caribe, Hotel Catalonia en Santo Domingo (Foto Orlando Gómez Camacho).
La otra opción es el Dominican Fiesta Hotel & Casino. Allí puedes pasar la tarde en su enorme piscina, echarte un juego de tenis o divertirte en uno de los bares lounge más vibrantes de la capital. Tip: Pásate por el restaurante El Mercado y pide un rib eye steak o langostinos a la plancha y acompáñalos de una Presidente, la cerveza más querida por los dominicanos.
Ya en Puerto Plata las opciones de alojamiento son numerosas y cubren todas las gamas. Por ejemplo, el VH Atmosphere Resort & Beach Club, ubicado en Playa Dorada, es una propiedad solo para adultos recién remodelada que brinda unas vistas bellísimas al campo de golf o al lago. Considerado un ‘santuario del relax’, este hotel tiene un concepto ultra-minimalista en las habitaciones con ventanales de piso a techo y un buen surtido de amenities.
Vista al lago del VH Atmosphere Resort and Beach Club, ubicado en Playa Dorada (Foto Orlando Gómez Camacho).
A 8 minutos de allí se encuentra el Be Live Collection Marien, un todo incluido 24 horas lleno de zonas ajardinadas, grandes terrazas y piscinas frente al océano Atlántico donde literalmente te puedes tumbar bajo las palmeras y sentir como el tiempo pasa más lento.
Vista sobre la piscina del Be Live Collection Marien.
Si tu intención es desestresarte en cuerpo y alma, tal vez lo consigas en el Viva Wyndham V Samaná, que ha incorporado un montón de materiales vivos, diseño ecológico y una elegancia ‘hip’ que invitan a la relajación en un ambiente ultramoderno. Ubicado en Las Terrenas, al oriente de Puerto Plata, este resort tiene habitaciones con piscina privada y restaurantes sin reserva, con menú a la carta y acceso ilimitado.
https://www.instagram.com/p/ByFlaUEAkl4/
¿DÓNDE ZAMBULLIRTE?
Punta Rucia y La Ensenada, son pequeños pueblos pesqueros ubicado en la Bahía de la Isabela, frente al Océano Atlántico. El recorrido es de dos horas saliendo desde Puerto Plata y tomando hacia el occidente hasta llegar a una serie de cabañas en madera donde puedes pasar el día en camastros de playa o bajo las palmas, sobre una hamaca.
Desde ambos puntos puedes contratar una excursión en catamarán hacia el banco arena más espectacular del país: Cayo Arena. También conocido como Cayo Paraíso, es un islote de increíble belleza donde puedes observar el fondo de mar con absoluta nitidez mientras careteas rodeado de cientos de peces multicolores. Tip: Pásate por Paradise Island & The Mangroves, un club de playa construido en madera y con terraza frente al mar donde puedes pasar un día de sol y playa.
Panorámica de Cayo Arena (Foto- Colonial Tours).
Si estás en Samaná, visita el Amhsa Marina Grand Paradise, donde posiblemente está una de las playas más exóticas y vírgenes de la región. Allí también puedes zambullirte en cualquiera de las tres piscinas que bordean el litoral.
Vista a la playa desde el Amhsa Marina Grand Paradise Hotel.
Conduciendo 20 minutos al occidente de Las Terrenas encontrarás Playa Cosón, una de las riveras más impresionantes de la Península de Samaná. Es ideal para pegarse largas caminatas y para hacer kitesurf y bodysurf, con escuelas especializadas en el mismo lugar.
¿QUÉ HACER?
Uno de los tesoros de aventura más apreciados de Puerto Plata son los Charcos de Damajagua, un circuido de cascadas y torrentes que se recorren a través de espesos bosques repletos de flora y fauna. Ubicados a una hora de Puerto Plata, esta infaltable atracción pondrá a prueba tus habilidades de saltar, nadar y deslizarte por toboganes naturales.
Charcos de Damajagua (Foto Ministerio de Turismo República Dominicana).
Enclavado en la loma Isabel de Torres, a 800 metros de altura, se levanta la estatua gigante de Cristo Redentor, un monumento emblemático de la provincia, al cual se accede utilizando el teleférico. Además, desde sus góndolas es posible admirar los jardines botánicos, la Fortaleza de San Felipe y el cauce del río San Marcos que desemboca sobre la bahía.
Para los amantes del golf, les cuento que practicar este deporte en Puerto Plata es una sensación irrepetible. El viento que viene desde el Atlántico e impulsa las bolas te asombra tanto como los greens que se fusionan con el horizonte marino. Ya me lo había advertido el golfista dominicano Félix Olivo: “República Dominicana es el mayor campo de golf del Caribe”. De los 26 campos existentes, tres quedan en Puerto Plata: Los Mangos, Playa Dorada y Playa Grande.
Campo de Golf de Playa Dorada (Foto Ministerio de Turismo Republica Dominicana).
Para finalizar, no puedes dejar de visitar Ocean World, un parque de aventuras marinas ideal para observar la vida animal y donde puedes alimentar aves exóticas, encontrarte con delfines, tiburones y leones marinos. El pase completo cuesta 80 dólares y te da acceso a todos los espectáculos incluyendo buceo en el acuario de peces y playa de delfines.
Grupo de agentes de viaje participantes del fam trip. (Foto: Ministerio de Turismo República Dominicana).
Así se disfruta en Puerto Plata y Samaná, territorios idílicos donde la amabilidad es el sello de su gente y la hospitalidad se combina con playas de ensueño y toneladas de actividades al aire libre. Aquí la naturaleza es el mayor lujo.
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