Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.
Por: CP Iván Rodríguez. Colaborador de Auditool.

La sostenibilidad se puede describir de varias maneras. Comúnmente, se entiende como la habilidad de lograr una prosperidad económica sostenida en el tiempo, a la vez que se protegen los sistemas naturales del planeta y se provee una alta calidad de vida para las personas; esto es, satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Ahora bien, en el entorno empresarial es un concepto asimilado a responsabilidad social corporativa.

Por su parte, el marco COSO ERM se basa en ocho componentes interrelacionados para establecer una gestión de riesgos efectiva. En este sentido, teniendo en cuenta la relevancia que ha adquirido el tema de sostenibilidad, es importante integrar estos componentes, para lograr una evaluación más completa. A continuación, se aprecia dicha integración.

Entorno interno

El entorno interno refleja el tono de una organización y cómo considera y gestiona el riesgo. También, prepara el escenario para lo que se define en el apetito de riesgo corporativo, así como las actividades y decisiones relacionadas. Asimismo, el entorno interno debe ser la actualización de la visión de liderazgo, las aspiraciones estratégicas e incluir el tema de sostenibilidad. Idealmente, esto debería ocurrir cuando una organización crea o actualiza la estrategia organizacional y las iniciativas tácticas relacionadas. Esto alinea las iniciativas y los pasos de trabajo que, a su vez, ayudan a mitigar el riesgo y reducir los costos. Por ello, puede ser prudente desarrollar una estrategia de sostenibilidad con la intención de integrarla en la estrategia general de la organización.

Además de pensar en la sostenibilidad en el contexto del entorno interno, las organizaciones también pueden considerar el entorno externo. Esto es especialmente importante, en relación con la sostenibilidad, para dar cabida a una gama completa de modelos de negocio. Adicionalmente, se puede tener en cuenta más plenamente la interacción e interdependencias de las fuerzas internas y externas.

Establecimiento de objetivos

Todos los programas de gestión de riesgos deben comenzar con la base de los objetivos de la organización para establecer las consideraciones de riesgo y las actividades de gestión. Esto no cambia cuando se consideran los objetivos de sostenibilidad. De este modo, la incorporación de consideraciones de sostenibilidad amplía la gama de posibles riesgos que pueden afectar los objetivos de la organización. También, puede servir para alinear las exposiciones potenciales con el apetito por el riesgo y resaltar los riesgos asociados con las estrategias y actividades elegidas.

Identificación de eventos de riesgo

La sostenibilidad debe ser lo más importante cuando se considera la identificación de riesgos en su conjunto. Particularmente, cuando se comparan los riesgos y oportunidades de sostenibilidad con el espectro completo del universo de riesgos y el perfil específico de una empresa. En este nivel, la sostenibilidad puede suponer un impacto mayor, que posteriormente define cómo la organización evalúa los riesgos y las oportunidades. Por ello, las organizaciones deben evaluar todas las exposiciones al riesgo en relación con posibles problemas de sostenibilidad, así como la forma en que esos problemas pueden afectar a otros riesgos presentes en el interior de la organización.

Evaluación de riesgos

La mayoría de las organizaciones incluyen una causa raíz de riesgo y un análisis de sensibilidad para comprender el origen y los efectos de los riesgos organizacionales. Debido a la naturaleza cambiante de las percepciones de valor de la empresa, la sostenibilidad también proporciona una mayor capacidad para analizar más a fondo el riesgo al permitir una mayor gama de estimaciones de deterioro del valor potencial.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que las discusiones sobre sostenibilidad relacionadas con la materialidad pueden volverse complejas muy rápidamente. A menudo, hay una serie de partes interesadas comprometidas que quieren influir en los riesgos que la organización debe priorizar. Además, puede ser difícil para las organizaciones medir con precisión el impacto que un riesgo tiene en sus iniciativas de sostenibilidad. Por ejemplo, una organización que trata mal a la comunidad en la que opera o a sus empleados, podría exponerse a riesgos operativos, financieros y de reputación.

Respuesta al riesgo

Los factores de sostenibilidad que forman el núcleo de los valores de una organización pueden ayudar a enmarcar lo que servirá o no como una respuesta de riesgo aceptable y por qué. Las respuestas de riesgo pueden proporcionar impactos positivos en la forma en que el mercado ve a la organización.

Además de la planificación de acciones específicas, las organizaciones deben considerar los posibles impactos de sostenibilidad al adoptar decisiones de inversión. En consecuencia, un conjunto bien diseñado de evaluaciones puede permitir a la administración identificar y abordar los vínculos potencialmente pasados por alto y las consecuencias no deseadas.

Actividades de control

Los recursos de sostenibilidad, la oficina del controlador, las operaciones y otras partes interesadas relevantes pueden trabajar en estrecha colaboración para desarrollar políticas y procedimientos que ejecuten eficazmente las respuestas al riesgo. También es importante que el área de sostenibilidad colabore con una amplia gama de partes interesadas que comprendan a fondo los riesgos y oportunidades que se abordan.

Las actividades de control no deben definirse en el vacío. Una vez que se identifican e implementan los controles internos, requieren mediciones, monitoreo y evaluación continuos para garantizar la efectividad. La auditoría y otras áreas de monitoreo de control dentro de una organización (por ejemplo, legal, de cumplimiento o de seguridad) también pueden realizar auditorías para evaluar la efectividad de las prácticas de sostenibilidad, los protocolos de comunicación y las iniciativas de informes. Estas auditorías permiten a la organización obtener un análisis independiente del diseño y la eficacia operativa de las iniciativas de sostenibilidad. También, pueden proporcionar recomendaciones valiosas para mejorar las iniciativas o actividades basadas en las tendencias emergentes dentro y fuera de la industria.

Información y comunicación

La información y la comunicación son factores críticos para gestionar los riesgos y las oportunidades; en particular, los asociados a la sostenibilidad. Por tanto, hay que comunicar de manera clara y veraz para evitar riesgos de reputación. Las organizaciones deben conocer, además de sus éxitos, sus fallas o áreas de mejora. Esta expectativa crea un elemento de riesgo reputacional en el corto plazo. Sin embargo, a largo plazo, este riesgo a menudo es superado por el beneficio de una mayor confianza de las partes interesadas, mejor gestión de riesgos y mayor eficiencia operativa. Muchos de estos beneficios se derivan de los procesos y controles internos que las organizaciones implementan para ayudarlas a recopilar, almacenar y analizar los indicadores clave de rendimiento (KPI) financieros y no financieros.

Por otro lado, las organizaciones que no publican información sobre sostenibilidad pueden parecer menos transparentes que los competidores que sí lo hacen. Además, parecen rezagadas, incluso si son transparentes. Adicionalmente, aquellos que informan de manera incompleta, o con un rigor insuficiente, pueden encontrar que, si la presentación de informes se vuelve obligatoria y se endurecen las normas, aparecen discrepancias evidentes entre los informes anteriores y los más recientes.

Monitoreo 

Para garantizar que una organización esté logrando sus objetivos, manteniéndose dentro de su umbral de tolerancia al riesgo y satisfaciendo a las partes interesadas, debe monitorear y evaluar constantemente las actividades de sostenibilidad que emprende. Así, las preguntas que las organizaciones deben hacer como parte de sus actividades de medición, monitoreo y evaluación deberían determinar si las actividades:

  • Están alineadas con la estrategia corporativa
  • Están siendo ejecutadas de tal manera para permitir que la empresa alcance mejor sus objetivos estratégicos
  • Agregan valor en términos de conciencia y comprensión del riesgo
  • Son lo suficientemente ágiles como para responder a los cambios en el entorno de riesgo, a medida que surgen problemas

Utilizando indicadores clave de riesgo, las organizaciones pueden planificar, medir y monitorear su gestión de riesgos de sostenibilidad en cada nivel de la organización. La efectividad de los enfoques de monitoreo radica en la puntualidad, integridad y transparencia de los resultados. Asimismo, radica en lo que se hace con los resultados para gestionar iniciativas de sostenibilidad y mitigación de los riesgos correspondientes.

Tal como se aprecia, esta integración permite una visión más amplia del tema de sostenibilidad y facilita, por un lado, a los auditores realizar una evaluación más integral y, por otro, a la administración tener en cuenta otros puntos de vista en el logro de sus objetivos corporativos.

 

CP Iván Rodríguez

Auditor y consultor, diplomado en Alta Gerencia de Seguros y Derecho de Seguros. Especialista en Dirección Financiera y Desarrollo Organizacional, diplomado en Gerencia de la Calidad. Contador público (CP) de la Pontificia Universidad Javeriana con 20 años de experiencia en diversas empresas. Amplia experiencia en la elaboración y ejecución de auditorías y revisorías fiscales. Dirección y ejecución de asesorías, consultorías y capacitaciones. Colaborador de Auditool.

Bogotá D.C., Colombia


Compartir post