
Realmente se hace muy difícil comprender la posición de un gran número de analistas económicos y de líderes gremiales, entre ellos los de ANALDEX y la ANDI. Que privilegian los intereses comerciales de los EEUU con Colombia, cuando es evidente que aquella nación, en la actualidad, no muestra signos de confiabilidad para mantener relaciones comerciales de largo plazo.
El principio fundamental sobre el que se construye la relación mercantil es la confianza y si el líder de EEUU ha decidido echar por tierra y desconocer los acuerdos firmados con los países que tradicionalmente han sido sus aliados, de este principio no queda nada; por lo que se hace muy difícil asegurar que cualquier cosa que se acuerde se cumpla.
La ética en los negocios es esencial y la confianza nace de ella. Pero Trump ha demostrado que, como lo ha hecho en su vida profesional y social, no es una persona confiable y, por los hechos mostrados, es evidentemente peligrosa.
Pero nuestros analistas y gremios tradicionales parecen, como los esclavos, añorar las cadenas; y ponen en riezgo el futuro de los negocios y del país, al negarse a buscar alternativas ante semejante amenaza, que ha dejado de ser probable, para convertirse en una realidad ante la cual se debe actuar con inteligencia y premura.
No parece lógico fundar las esperanzas comerciales del país en un terreno tan inestable e incierto como el que evidencia el liderazgo actual de EEUU y, mucho menos, desconocer el potencial de los mercados con los que la gran mayoría de las naciones del mundo están buscando nuevas oportunidades.
La China, como líder de los BRICS, constituye el nuevo escenario geopolítico hacia el que hay que apuntar por las ventajas que representan sus integrantes. Principalmente, la China, con una población de 1.400 millones de habitantes, comparada con EEUU, que cuenta con 350 millones, una clase media decadente, con cada vez menos capacidad de consumo, en un pais en banca rota. No parece ser ningua esperanza de futuro. Mas aun, si sumamos toda la población que aportan los BRICS, estaríamos hablando de más de 3.500 millones de habitantes.
La China que yo conocí, en medio de los negocios que manejaba, hace más 30 años, era un régimen excesivamente autoritario, pero con un propósito de industrialización y modernización muy claro que se fue concretando con los años y que, hoy en día, no deja duda de la calidad y precio de sus productos, lo que le ha dado niveles de competitividad muy altos en el mundo entero. Es por eso y por la mayor confiabilidad que evidencia en sus relaciones comerciales, que, hoy en día, está ad-portas de desplazar a los EEUU de la posición de liderazgo económico que, hasta ahora, ha mantenido.
Ahora bien. No es sino observar la forma como los empresarios de Colombia, y de otras partes del mundo, empiezan a visitar la China en busca de nuevos proveedores y oportunidades más justas. Marcas como Apple, Nvidia, y muchas más de mundo occidental, no solamente en la tecnología, sino también en la moda, fabrican sus productos en Oriente y los comercializan en Occidente, con acuerdos de manufactura de largo plazo con muy buena calidad y precio. Pero, nuestros líderes gremiales, con su mentalidad retardataria y llena de prejuicios, solamente buscan el proteccionismo estadounidense que aquella nación ya, de manera muy clara, ha manifestado su decisión de no mantener.
Ha llegado la hora de renovar el liderazgo empresarial de los gremios que no responden a los nuevos desafíos y que, en lugar de animar al empresariado a buscar nuevas oportunidades en investigación y desarrollo de mercados, se arrodillan mendicantes, para satisfacer propuestas de extorsión y sometimiento económico que, a todas luces, constituyen un exabrupto y un atentado contra el respeto, la autonomía y la independencia de los países del mundo y los ciudadanos que los habitan.
Ahora, Colombia debe unirse al coro de las naciones de occidente que proclaman que: “a rey muerto, rey puesto.” Y proceder, con firmeza e inteligencia, a desarrollar los mercados que como la “Nueva Ruta de la Seda”, constituyen, para Colombia, nuevas opciones para ofertar sus productos y hacerse, a la vez, de manufacturas y tecnologías sofisticadas de buen precio y calidad que, incluso, como es el caso del sector automotriz, el transporte férreo, aéreo y marítimo, el sector de medicamentos, etc., se han posicionado como de avanzada ante el mundo.
Ojalá, ahora, sepamos cambiar los paradigmas con la agilidad y la inteligencia que las circunstancias merecen, para evitar lo que siempre nos sucede y que ha sido la causa general de nuestro retraso: un apego desmedido a lo que algún día funcionó pero que, prontamente, se vuelve obsoleto; y una falta de independencia para tomar nuestras propias decisiones y asumir nuestros propios riesgos.
Desde la época de la independencia de España, Colombia clamaba autonomía, pero dudaba, temerosamente, en oponerse al régimen de la Corona. Luego, doblamos nuestras rodillas ante los imperios de Europa que derrotaron a España, para terminar ya, entrado el siglo veinte, sometidos a los saqueos de territorios y recursos, por parte de los Estados Unidos, aupados por el comportamiento timorato, y vergonzosamente mojigato de los líderes de turno que en nada se diferencian a los que ahora tenemos en la ANDI y ANALDEX.
Jairo A Trujillo Amaya
Presidente. CEO
Jata Consulting Org
Direccion y Estrategia
jata@jataconsulting.org
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