
LA SOSTENIBILIDAD EN EL HORIZONTE DE LA SUSTENTABILIDAD.
Este es un tema de política de empresa que corresponde a sus líderes resolver. Pero, para enfrentarlo, es necesario, primero, entender el significado de cada término y asumir posición en medio de la confusión que en las redes y aun en las entidades universitarias más prestigiosas se presenta.
Ante tal cantidad de conceptos que permanentemente se encuentran, se hace necesario que, antes de debatir el tema, se fije la forma como cada uno entiende lo que aquí pretendemos definir. Se debe construir un conceso al respecto para determinar, entonces, las tesis compartidas e iniciar, sobre esa base, la discusión.
La Real Academia Española define así los dos aspectos
“Sutentable: que se puede defender con razones”
“Sostenible: que se puede mantener por sí mismo”
Esta fuente, para nuestro propósito de fijar posición útil para definir una política social o de empresa, nos queda corta y no nos da mucha luz. Por lo que debemos, entonces, ir a los fenómenos sociales que advierten preocupación por el tema y las diversas posiciones que asumen.
El punto empieza a tener relevancia una vez terminada la segunda guerra mundial y va acompañado del propósito de reconstrucción de infraestructura en Europa y Japón, para recuperarlas de los estragos ocasionados por la guerra. Programas de desarrollo como el Plan Marshall para Europa o el Plan McCarthy para el Japón son estrategias de desarrollo basados fundamentalmente en propósitos económicos de recuperación de mercados y generación de riqueza económica que funcionaron en el mediano plazo, en la medida en que allí se marcaban las prioridades que debían atenderse en ese momento.
Ello llevó a una economía del bienestar que posicionó a los Estados Unidos como modelo de desarrollo para el mundo en este sentido. Las organizaciones para estatales (ONU, FMI, BM, etc.) que se implementaron y crearon a partir de ese momento, tomaron el liderazgo en la investigación y solución de los problemas que en medio de un crecimiento económico sin precedentes empezó a gestarse. Lo que permitió a muchos países atrasados y realmente pobres de esa época, ser, hoy en día, nuevos modelos de desarrollo, por que supieron superar sus dificultades implementando modelos de competitividad que los favorecieron en términos de comercio internacional en un mundo globalizado. (Japón, Alemania, Corea del Sur, Tiwan, Singapur).
Estás bases económicas, con la influencia del tratado de Bretton Woods (1944), determinaron un nuevo orden mundial con el dollar como divisa de transacción internacional y una red de instrumentos de regulación económica (FMI) para la promoción del desarrollo en función de premisas macroeconómicas de mediciones cuantitativas del crecimiento económico tales como el Produto Interno Bruto, el ingreso promedio, la inflación y otros, que si bien sirvieron para estimular el crecimiento económico, acentuaron la desigualdad y la falta de equidad en el tratamiento de las políticas públicas, creando un sistema más rico económicamente hablando, pero extremadamente disigual para la población.
El fenómeno anterior hace crisis en la década de los 60s en EEUU Y Europa con banderas reinvidicativas distintas pero expresadas en medio de la forma como la población de estas regiones percibía, de manera inmediata, los problemas.
En EEUU, las nuevas generaciones exploraban opciones distintas de vida integrando a sus expresiones culturales masivas: la droga, el sexo, la oposición a la intervención abusiva de EEUU en Vietnan, Camboya y otras regiones, así como el deseo de emancipación de los jóvenes respecto de sus padres en edades más tempranas. Todo esto empezó a cambiar el paradigma de bienestar, liderado por un movimiento hippie que penetró en las universidades y las urbes estadounidenses y se proyectó a todas partes del mundo.
En Europa los efectos de una revolución desordenada y sin un norte claro, completamente caótica, pretendía hacer desaparecer el “statu quo” sin otra propuesta alternativa distinta que una libertad confundida con el libertinaje. La característica partícular del proceso, liderado por jóvenes como Daniel el Rojo en Alemania, se integraba a los deseos de cambio revolucionarios de la clase obrera que, en alguna medida, consideraba las propuestas de igualdad indiscriminada de Mao Tze Tung en la China.
Todos estos procesos en búsqueda de mejores condiciones de vida produjeron crisis que en el mundo se hicieron evidentes con la caída del muro de Berlín y la consecuente emancipación de las repúblicas soviéticas de occidente que se encontraban bajo el dominio de lo que en estos tiempos se conoció como la Cortina de Hierro. Un imperio pro-soviético comunista que se rompió con la liberación de Polonia y otras repúblicas bálticas que se unieron al bloque occidental de Europa llevando los límites de la OTAN hasta las fronteras de Rusia. Lo que produjo lo que en términos geopolíticos conocemos como la guerra fría. Sitiacion que estimuló las tensiones entre EEUU y Rusia. Esta última sentía que se habían roto, con estas circunstancias, los acuerdos de los aliados con Rusia tras el fin de la segunda guerra mundial.
La crítica mundial, tanto política como académica, exigen la revisión de los acuerdos de Bretton Woods. En 1987 el acuerdo de Brudland hace eco a las críticas del modelo de desarrollo económico basado en métricas económicas y se empieza a hablar en términos de desarrollo sostenible considerando tres aspectos relevantes: ecología, economía y sociedad. Su centralidad se funda en la ecología como elemento determinante de desarrollo sustentable. Esta priorización no hace suficiente claridad sobre la centralidad en la persona humana y llega a afectar los propósitos de desarrollo humano supeditándolos a la ecología, lo que produce una nueva ola de pensamiento en la década de los 90s donde los académicos e investigadores procuran proponer nuevas formas de concebir el desarrollo fundado en la persona humana.
En este ambiente, surge la presencia de un grupo de economistas con sentido humanista que liderados por Amartya Zen, premio Nobel de economía en 1998, proponen formas de estímulo y desarrollo sostenibles en función del concepto de libertad como elemento central del desarrollo, dejando de lado las econométricas evaluaciones del nivel de desarrollo en términos del PIB de los países y su ingreso promedio. El concepto de desarrollo, para Zen, en su tratado de Desarrrollo y Libertad, tiene que ver con el nivel de la libertad efectiva de que disfruta la gente. Su sostenibilidad depende de funciones que controlan los tres principios de sustentabilidad de Brundland, pero se prioriza la persona humana y el concepto de libertad que se considera parte fundamental de su esencia.
La ONU, con base en ello, promueve, a partir de 2015, los 17 objetivos de desarrollo sostenible para el 2030 que pueden agruparse en 5 conjuntos, donde el que prima es la persona humana, que, de manera didáctica, me permito expresarlos como las 5Ps del desarrollo sostenible: Persons, Planet, Prosperity, Peace and Parnetships.
Empezamos ahora, con la nueva administración de los EEUU promoviendo un movimiento regresivo radical hacia los conceptos proteccionistas que emergieron en la época de la crisis de 1929 en que el orden económico mundial se rompió y se iniciaron las políticas proteccionistas centradas en los EEUU, que abandonaron a Europa a su suerte y permitieron que esta callera bajo el dominio Nazi de Alemania, una vez esta adoptara el modelo fascista de Italia y contara con la venia del régimen absolutista del emperador del Japón.
Esta política aislacionista de los EEUU, aparece hoy, nuevamente, por iniciativa del exótico presidente Trump, que declara la guerra económica al mundo entero, obsesionado por el poder militar de su país que está quebrado, debido a que en las últimas decadas se endeudó exagerada e irresponsablemente para pretender alcanzar, nuevamente, una política económica del bienestar que, en esta ocasión, se hizo enriqueciendo a los grandes empresarios que tuvieron acceso a créditos impagables y a un Estado que se endeudó en similares proporciones, llevando el límite de la deuda a cifras equivalentes a U$36.000 billones y la del mundo a más de U$250.000 billones.
La mayoría de esta deuda está respaldada con bonos de deuda que han comprado los fondos de pensiones y muchos países que hoy empiezan a darse cuenta de que estas deudas, en dólares, no tienen su respaldo en oro, desde las épocas en que el republicano Nixon lo quitó, para, efectivamente, poder disparar este endeudamiento absurdo de manera ilimltada.
Hoy, la actitud despótica del gobierno estadounidense ha roto el principio más importante sobre el que gire la economía. Se llama confianza entre las partes. Sin ella, no hay posibilidad de hacer sustentable la economía ni sostenible el desarrollo de la persona en sociedad.
Los empresarios, la academia, los empleados públicos y privados en general, deben tener presente esta historia para entender mejor de la sostenibilidad. Cosa que no se logra sin el concurso de todos por alcanzar el propósito común de supervivencia de la especie.
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