Seguramente usted ha escuchado en diferentes espacios que a través del color se puede llegar a transmitir mensajes, persuadir, conocer la personalidad de alguien, simbolizar el poder y los estados de ánimo o exaltar la belleza de algún elemento. En teoría la gente prefiere uno u otro por cuestión de química entre el color y la persona que lo elije, y no porque sean los colores quienes atraen de manera inexplicable a la gente. Pero ¿qué tan real es esto? O ¿es simplemente una invención del hombre para jugar con los colores y con nosotros? Responder a esta pregunta no es tan fácil, todo dependerá de sus creencias. Lo cierto es que siempre ha sido un código utilizado por la sociedad.
Así, por ejemplo, se utiliza como código de vestuario de acuerdo con la situación, la profesión y hasta el clima. Anteriormente, colores como el morado estaban reservados para los eclesiásticos y en algunas ocasiones para la realeza –además del rojo–; en el continente asiático la ropa de colores representaba a la nobleza, el blanco y diferentes tonalidades de café a las personas del pueblo y, los emperadores y monjes vestían de amarillo, como símbolo de su cercanía al sol y lo divino.
Tal como lo describe el ejemplo anterior, definir a un grupo social a partir del color era cuestión de semiótica, pues dependía de los colores cómo diferentes culturas y religiones simbolizaban su estatus, jerarquía, creencias, entre otros. Pero con la evolución de las largas y complejas técnicas para crear color, hasta llegar a los tintes sintéticos, la elección del color también se convirtió en cuestión de química, no solo por el origen de su materia prima, sino porque surgieron más tonalidades que democratizaron la elección.
El nuevo azul fue creado por BASF en 1897 y se hizo con la síntesis del metileno, un derivado del metano. Este se convirtió en uno de los productos más vendidos de la compañía, se le llamo azul de metileno.
En nuestra entrada de hoy queremos compartir la historia de los colores más populares y cómo han cambiado su producción en la historia:
Color rojo:
Este color se reservaba para la monarquía y representaba la sangre de Cristo que corría en los reyes. Esta era una forma de declarar su derecho a liderar con el poder otorgado por Dios. Pero obtenerlo no era fácil. Fueron los aztecas quienes enseñaron a los europeos como tinturar la ropa de rojo. Ellos machacaban cochinillas contra la ropa para que adquiriera este tono.
Encontrar este insecto, secarlo y luego exportarlo llegó a ser un negocio de alta demanda para los españoles hasta mediados de los años 1800, cuando se empezaron a producir tintes sintéticos, que resultaban mucho más baratos. Aun así, este color se mantuvo reservado para la nobleza por un tiempo.
Hoy en día el rojo aún llama la atención y representa estatus y posición social. Un ejemplo son los carros deportivos de lujo, los cuales se caracterizan por lucir este tono. En BASF, uno de los colores más populares para automóviles es el conocido ‘rojo diamante’ de Mazda, una mezcla hecha a partir de una base y un barniz con color que le da textura y resalta las cualidades del diseño de la marca.
Color verde:
La ropa verde se encuentra en registros desde la antigua Mesopotamia, aunque no está claro con qué tipo de plantas se hacían estas prendas. En los años 1700, con al nacimiento de las tintas sintéticas, apareció también este color, muy popular en la era victoriana. Sin embargo, pasó de ser el color de la juventud y la vida a uno peligroso, pues dichos tintes verdes contenían un alto porcentaje de arsénico.
Color azul:
Este color es uno de los más comunes, el emblemático de los jeans, una de las prendas más usadas desde su invención. Pero antes de esto, no era un color popular. De todas las sociedades antiguas, solo los egipcios tenían un proceso para producirlo y usarlo en sus prendas y pinturas. Más adelante se encuentran pruebas de tinturas naturales de azul procedentes de algunas plantas. Durante la edad media se convirtió en el color de la monarquía y representaba buen estatus social.
En el siglo 18 era considerado el color referente de la milicia, su tinte natural proviene de un árbol común en Europa, conocido como añil o isatis. En la moda Rococó se volvió uno de los colores más populares entre las mujeres de la nobleza que empezaron a usar accesorios con este color, entre ellos medias de lana en lugar de las medias de negras de seda. Esta popularidad en la clase alta se dio debido a que la ropa se empezó a tenir con un material costoso de bastante demanda y poca oferta, el azul indigo de la India.
El nuevo azul…
A mediados del siglo 19, se encontró una fórmula que permitió industrializar la creación de este color, lo que permitió mayor acceso ya que era un tinte sintético y la fabricación era mucho más económica que la del azul indigo creado con tintes naturales. Las prendas en este color se volvieron mucho más populares debido a que las personas podían pintar la ropa en sus casas.
El nuevo azul fue creado por BASF en 1897 y se hizo con la síntesis del metileno, un derivado del metano. Este se convirtió en uno de los productos más vendidos de la compañía, se le llamo azul de metileno y crearlo tomó 17 años de investigación y una alta inversión por parte de la empresa. Pero todos los esfuerzos valieron la pena porque la patente de BASF recibió un premio en 1898.
Más adelante, en 1901, BASF inventó el pigmento de los jeans, gracias a un proceso más eficiente del azul sintético de la compañía. Pero este no fue el único uso que se le dio. Robert Koch, pionero en estudios de medicina, lo utilizó para teñir el bacilo de la tuberculosis en su investigación sobre esta enfermedad. En la actualidad, además de usarse para el color de una de las prendas más populares en el mundo, los científicos utilizan este invento de BASF para la creación de luz azul en las pantallas Oled, como una manera de construir imágenes más brillantes, pero con un consumo de energía eficiente en estas pantallas.
Color amarillo:
El amarillo ocre en la ropa es uno de los colores más antiguos en la historia de la humanidad y siempre ha sido relacionado con la divinidad. En el continente asiático se relacionaba con la realeza, quienes eran comparados con el sol. Por su parte, en la Edad Media tenía connotaciones negativas porque con este se representaba la ropa de Judas y era el color que usaban las personas en juicios ante la Santa Inquisición.
Uno de los tintes naturales más caros que lo producían era el azafrán, una especia de la que se necesitaban aproximadamente 1.000 flores para producir una onza de este tono.
En los siglos XVIII y XIX, nuevos tintes sintéticos fueron descubiertos y se asoció el amarillo con los colores de verano y primavera. Así, pese a que sigue vigente la simbología a partir del color, es un hecho que la posibilidad de elegir es también cuestión de química.
¿Tienes preguntas sobre cómo logramos que los desperdicios de un proceso se vuelvan materia prima de otro o sobre otras aplicaciones de la química en la cotidianidad? Puedes escribirnos a comunicaciones-bcn@basf.com y en nuestra próxima entrada te responderemos.
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