Amigos,
Nuevamente tengo el gusto de compartir con ustedes el blog Cultivando el Ser. Les deseo un 2018 de generosas cosechas con bendiciones y regalos en todas las áreas de la vida: social, laboral, personal, intelectual, en fin, en todas.
He denominado el 2018 como el año de la cosecha, porque tanto ustedes como nosotros hemos trabajado sembrando cambios. Por ejemplo, en Procultivos hace tres años irrumpimos en lo diferente y posiblemente difícil, me refiero al Ser. Iniciamos la misión de transformar y cambiar lo que teníamos por algo diferente, nos lanzamos a trabajar el interior de las personas adultas y jóvenes involucradas en el campo colombiano.
Decidimos usar la andragogia en nuestros programas y en las diferentes actividades realizadas por el agricultor colombiano que son liderados o apoyados por Procultivos. Comprobamos que esta metodología logra el convencimiento propio, porque insistimos: nadie cambia porque otro le dice que debe hacerlo, solo se logra si viene desde el interior de cada ser.
El adulto o joven cuenta con experiencia, información que muchas veces crea resistencia a lo diferente, sin embargo, cuando se mueven fibras internas, se genera confrontación y resultan esas decisiones de cambio que todos necesitamos.
Es así como hoy, hemos logrado con andragogía en varios cultivos a lo largo y ancho del país lo siguiente: nutrición inteligente, protección integral a plagas, enfermedades y malezas, cambios en la operación de las organizaciones asociativas del país, mejores productividades y calidades en corto tiempo, personas con autoestima y credibilidad arrolladoras, propias de su capacidad de agricultor empresarial, sin importar condición, tamaño y actividad. Estos resultados son nuestras cosechas y el motor para continuar con pasión y corazón en nuestra labor.
Seguiremos sembrando con nuestros programas y actuaciones -vestidos de andragogía-, como fórmula de trabajo con los adultos rurales, porque la transformación estructural para el cambio del campo colombiano solo se dará si trabajamos desde el interior de cada ser, porque cuando vienen las decisiones de su propia fuerza todo se activa y, entonces, no habrá nadie que pueda detenerlos en la superación de sus dificultades y en el logro de su nueva vida como individuo empresarial real, sin dependencias ni limitaciones.
Solo con cambios desde el interior en cada ser seremos diferentes y los adultos rurales seguirán aportando nuestra alimentación, incluso a la del mundo, porque si lo creemos podemos hacer realidad la meta de ser la despensa de alimentos de la humanidad.
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