“Conozca todas las teorías, domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana sea apenas otra alma humana”.
Carl Jung.
Ni el conocimiento, ni el poder, ni las posesiones —entre otras características— podrán distorsionar la capacidad de grandeza y de miseria que anida en su interior una persona. Serán los frutos, hechos y palabras los que permiten y permitirán conocer a un ser de verdad.
Carl Jung, psiquiatra y psicólogo con determinante aportes a la psicología profunda, inspira el trabajo en las personas. Con certeza absoluta sé que el futuro recompensará la economía colombiana, solo si seguimos uniendo a los agricultores y apicultores de este país.
Por supuesto, necesitamos amor y entendimiento de la naturaleza humana y de las bondades económicas, sociales y ambientales que significa la simbiosis de las dos actividades, para tomar ánimo pese las narrativas negativas que intentan separar a los productores.
Las jornadas que en Procultivos ANDI realizamos en Colombia, para fomentar esa alianza entre apicultores y agricultores a través de las buenas prácticas, nos han permitido obtener ese inventario de medios de vida sostenibles que pueden enfrentar el estrés y choque que los indispone, para mantener o mejorar las capacidades en sus actividades, sin comprometer la base de los recursos naturales.
Por ejemplo, un agricultor conectado con el apicultor puede trabajar en su cultivo para lograr una cosecha con más rendimiento, excelente calidad y garantizar su inocuidad sin perturbar a las abejas. Además, si se convence de la polinización y contrata ese servicio o se vuelve apicultor para tener sus propias abejas, impacta la fenología de sus plantas, hasta la cosecha, con resultados económicos y ambientales muy positivos.
Otro ejemplo: el apicultor conectado con el agricultor puede trabajar en su apiario para producir miel, polen, propóleo, jalea y muchos más bienes de excelente calidad. Además, si aprende a estructurar su servicio de polinización dirigida lo puede ofrecer al agricultor, con lo que también gana también por su servicio, gracias a la labor de sus abejas.
El trabajo de unir siempre será más complejo, pero es mejor obtener alianzas consolidadas de agricultores y apicultores que al 2030 podrán aportar hasta cuatro puntos de crecimiento al PIB agrícola de nuestro país.
Así que alas y manos a la obra, seguro lo lograremos.
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