“Aprender a ver y a valorar lo que se tiene – lo bueno y lo malo – es una regla imprescindible para tomar decisiones adecuadas”.
José Antonio Marina.

Parece ser más fácil y común identificar los errores de los otros y quejarnos permanentemente; tan solo demos un vistazo a tantos comentarios mordaces y hostigosos a través de diferentes canales, para entender por qué tantos resultados desalentadores que deprimen nuestro ser.

Recordemos que podemos elegir cómo queremos vivir. Está comprobado que la mayor energía y vitalidad está en valorar lo que somos y lo que tenemos con agradecimiento, esta es nuestra fuerza motora para superar, reparar y conseguir lo que necesitamos.

La semana anterior se llevó a cabo el evento académico sobre las metodologías para asegurar la calidad e inocuidad de los alimentos en Colombia, que hace parte de los entregables del Pacto por el Crecimiento de los sectores, que la Presidencia de la República adelanta con Procultivos ANDI.

Al evento asistieron cerca de 130 profesionales del agro (empresas, gobierno, gremios y organizaciones internacionales, entre otros). El país invitado fue Chile, que nos compartió toda su experiencia en la materia, ya que es un gran exportador de productos agrícolas.

La jornada académica esbozó todos los frentes de trabajo que Colombia podrá desarrollar, para garantizar la principal exigencia del mundo: suplir la demanda de alimentos inocuos y suficientes para cubrir, satisfactoriamente, la nutrición de los seres vivos del planeta.

Cultivando al Ser compartirá los resultados relevantes en las próximas ediciones de este blog, porque hay varios retos que como país debemos atender en favor de la agricultura y las agroexportaciones, que deberán crecer cada año hasta llevar a Colombia a ser protagonista en América Latina.

Hoy, enfoquemos nuestro reconocimiento y agradecimiento a las autoridades que evalúan y controlan los insumos para la protección y nutrición de cultivos; me refiero al ICA, a la ANLA y al INS, porque al haber tenido la oportunidad de conocer las experiencias de Chile, entendí que Colombia no merece las críticas que algunos hacen al insinuar que todo está mal en esta materia.

Gracias al liderazgo y gran trabajo de estas tres entidades podremos garantizar la inocuidad de la oferta de alimentos que necesita el mundo. Hemos tenido muchos avances y con un trabajo conjunto y colaborativo, los sectores público y privado lograremos robustecer los resultados en función de las mejores prácticas sostenibles en las fincas, para el aseguramiento de la mejor proveeduría de alimentos, de manos de los agricultores.

Con lo que tenemos y seguiremos haciendo, Colombia será proveedor mundial de alimentos inocuos y suficientes.

Vamos para adelante, juntos lo lograremos.

Un abrazo.