Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

El panorama del Programa Ser Pilo Paga[1] -SPP para 2022, me hizo recordar a Wright Mills (1959) quien afirma que sólo un conocimiento histórico profundo, puede facilitar y favorecer las intervenciones de política, de lo contrario podríamos atravesar por un efecto Don Quijote, que surte cuando las prácticas que se incorporan no están adaptadas a las condiciones presentes.

Durante los cuatro años del gobierno “Unidos por la Paz” de Juan Manuel Santos, lograron acceder al Programa SPP 39.382 jóvenes, según lo señaló Andrés Mora, director del Centro de Pensamiento de Políticas Públicas de Educación Superior de la Universidad Nacional, de los cuales el 11.03% desertó, el 24% cumplió con el requisito de condonación de la deuda, el 36.17% están susceptibles de condonación y el 22.78% aún siguen estudiando.

El programa SPP consistió en un crédito condonable que los jóvenes lograban a través del Icetex[2] cuyo propósito era garantizar el acceso a la educación superior de jóvenes que tenían dificultades económicas para ingresar al sistema de educación superior. En ese sentido, para que este crédito fuese condonable el único requisito era finalizar la carrera, toda vez que en Colombia en conformidad con el artículo 355 de la Constitución están prohibidas las becas, sólo existen algunas por ley como la Beca Andrés Bello[3] la cual se otorga a quién obtenga la distinción del mejor o la mejor bachiller.

En consecuencia, lo que en un comienzo parecía ser una oportunidad para disminuir la brecha de desigualdad que viven los jóvenes en materia de educación y así mismo incrementar el porcentaje de estudiantes que logran continuar con su trayectoria académica una vez finalizan la educación media, terminó convirtiéndose en una pesadilla para estos jóvenes y sus familias quienes no lograron finalizar sus estudios, donde lo único que consiguieron fue quedar con una deuda impagable.

Pretender lograr que un numeroso grupo de jóvenes que tienen dificultades económicas para acceder a la educación superior, sin contemplar los determinantes que ocasionan que los jóvenes no tengan trayectorias lineales en su formación académica, así como el acceso, la permanencia y la vivencia de la Educación Superior en Colombia; es como pretender estudiar la etapa del nacimiento ignorando la maternidad.

Los niveles de desigualdad educativa en Colombia se derivan en parte por el funcionamiento del sistema educativo, debido a que aún no se ha logrado desarrollar un proyecto coherente. El fracaso escolar no es únicamente académico, ni económico; el éxito académico, depende del grado de integración social, el impacto social y laboral que produce. Los estudiantes de escasos recursos, pertenecientes a minorías sociales, tienen una menor resiliencia académica y presentan dificultades para mejorar su autoestima

Según Carrillo et al. (2018), habría que incidir especialmente en el desarrollo de vínculos prosociales, la aceptación de normas y límites, la mejora de las habilidades sociales, la interiorización de sentimientos de pertenencia y respeto, la incorporación de expectativas realistas de éxito y motivación, y la búsqueda y aprovechamiento de oportunidades de promoción, de toma de decisiones y de implicación en proyectos.

Dicho lo anterior, los diversos estudios muestran que los factores en el entorno construido pueden afectar la retención, la atención, la motivación, el aprendizaje y el rendimiento académico. Así las cosas, los espacios de aprendizaje tienen efectos físicos, sociales y psicológicos. La investigación sociológica y ambiental del comportamiento ha establecido el impacto de los ambientes construidos en varios comportamientos: territorialidad, hacinamiento, espacio situacional y personal. Es por ello que el éxito de cualquier estudiante está influenciado por muchas variables, desde antecedentes socioeconómicos hasta la motivación interna, sin dejar de lado la influencia de los diferentes estilos de enseñanza.

La segregación se refuerza con factores como el género, la geografía, la etnia, entre otros. Tal segregación ha sido considerada como el apartheid educativo, la cual inicia en la primera infancia. La discriminación inicial se refuerza luego, en la educación básica y media, donde sigue imperando la separación y las diferencias de calidad del servicio para cada grupo (Cardenas et al 2021).

Finalmente, las políticas educativas, sociales, de empleo y su alineación con las prioridades del territorio derivan un condicionante, tanto por sus implicaciones prácticas como por la inversión destinada a educación y formación. La Educación Superior en Colombia enfrenta retos importantes en términos de acceso, tanto para las zonas urbanas como las rurales. En conclusión, uno de los grandes retos que tiene el país, es lograr que un mayor número de jóvenes que culminan la educación media logren hacer tránsito inmediato a la Educación Superior, pero sin simplificar y generalizar la complejidad de lo social, que constituye lo que somos.

 

Alba Yaneth Varón Torres,PhD -Docente Universidad Santo Tomás

 

[1] El Programa Ser Pilo Paga fue propuesto por Juan Manuel Santos para el periodo 2014-2018, presidente de Colombia para ese entonces, con el fin de garantizar el acceso a la Educación Superior a los 10.000 estudiantes de que obtuviesen un puntaje superior a 310 en las pruebas Saber 11 cada año y que aunado a ello no podían pagar sus estudios universitarios.

[2] El ICETEX es una entidad del Estado que promueve la Educación Superior a través del otorgamiento de créditos educativos y su recaudo, con recursos propios o de terceros, a la población con menores posibilidades económicas y buen desempeño académico.

[3] Beca que cubre hasta un 100% del arancel anual durante toda la carrera. Los estudiantes que reciben la distinción «Andrés Bello», tendrán acceso a un subsidio del 100% de la matrícula en instituciones de educación superior pública y un subsidio de sostenimiento que varía en función de su lugar de residencia y su lugar de estudios.

Referencias

Wrigh, C. (1959). The sociological imagination. University Press

Carrillo, E., Civís, M., Blanch, T., Logás, E., Riera, J. (2018). Condicionantes del éxito y fracaso escolar en contextos de bajo nivel socioeconómico. Revista de Estudios y Experiencias en Educación, 2(1), pp. 75-99 https://doi.org/10.21703/rexe.Especial2201875944

Casas, P. (2022, junio 26). Ser Pilo Paga: un programa que se convirtió en una deuda impaable para más de cuatro mil “pilos”. El Espectador

Ministerio de Educación Nacional [MEN] (2018). Plan Rural de Educación Superior. Recuperado de https://snies.mineducacion.gov.co/portal/DOCUMENTOS/Boletines/

Compartir post