¿Debemos replantearnos el actual sistema de banca central?
Resulta interesante profundizar en las consecuencias lógicas que traería consigo eliminar la banca central, esto es, la génesis de un sistema de banca libre sin injerencias por parte del Estado; a primera instancia, se puede entender que tal propuesta es impracticable debido a que hay una concepción generalizada de que el Estado es el único que puede proveer una moneda estable, no obstante, la historia nos ha mostrado diferentes episodios donde la banca libre ha sido la regla y con resultados positivos en lo referente a la estabilidad económica[1]. En este caso, haremos referencia al suceso colombiano, durante el establecimiento de la Constitución de Rionegro (1863-86) que llevó a la nación a una composición federalista, de esta manera, hubo una reducción del poder coactivo de este ente. En este escenario, las leyes que regulaban el sistema bancario se caracterizaban por ser irrestrictas[2], de hecho, resulta pertinente decir, que cualquier individuo o grupo de personas podrían crear un banco sin importar cual fuera su capital disponible, en efecto, esto facilitó la aparición de nuevos bancos.
A inicios de la década de los setenta del siglo XIX, se creó el primer banco comercial con mayor éxito, que fue el Banco de Bogotá, esto dio paso a que a nivel nacional aparecieran más bancos privados, en concreto, se crearon un total de 39 bancos durante la vigencia de la Constitución de Rionegro, dando origen a un “régimen de competencia dinámica” (Chávez Salazar, 2017, p. 271). Por otro lado, al no existir un banco central, desaparece el principio de prestamista de última instancia, esto lleva a que los bancos tengan menores incentivos a la hora de asumir riesgos de solvencia y liquidez, esto resulta importante, ya que nos permite entender del porque en una economía donde hay banca central, los bancos comerciales suelen tomar más riesgos debido a que tienen la expectativa de que el banco central los puede rescatar de la bancarrota, entonces, se entiende que al momento de eliminar el monopolio gubernamental de emisión y control de la moneda, desaparece esta expectativa. De hecho, en 1880 el gobierno federal creó el Banco Nacional para atender las cuestiones fiscales, sin embargo, no seguía el principio ya mencionado, lo relevante de este ente, es que competía con los demás bancos[3].
Teniendo en cuenta lo anterior, cuando observamos la estabilidad económica de aquella época, encontramos que fue positiva, de hecho, en las regiones donde más competencia bancaria hubo, fue en Cundinamarca. En esta región se crearon trece bancos, estas entidades tendrían una importante prueba durante la guerra civil de 1876-77, donde demostrarían las virtudes de un sistema monetario libre. En el curso del conflicto, estos bancos lograron sortear la crisis de manera exitosa, por ejemplo, el Banco de Colombia logró superar esta coyuntura debido a la implementación de una serie de “innovaciones financieras que le permitió mantener buenos márgenes de liquidez” (Chávez Salazar, 2017, p. 275).
Una de ellas fue la aceptación de billetes que fueran emitidos por otros bancos, aparte de estas novedades, estos bancos mantenían mayores reservas en metálico que billetes emitidos, y si añadimos a esto la ausencia de un prestamista de última instancia, que su consecuencia inmediata es que estas instituciones optaron por una administración más sensata y, de manera análoga, reduciendo significativamente la actividad especulativa, todos estos factores influyeron a una mejor estabilidad monetaria. Finalmente, en 1884, hubo una nueva guerra civil y en 1885, el gobierno pidió un préstamo al Banco Nacional para poder financiar las incursiones bélicas, además “fue declarado banco oficial del Estado Colombiano” (Chávez Salazar, 2017, p. 284); esta entidad que era administrada por los poderes públicos aumentó la emisión de dinero, y se encontró con el problema de que no tenían la capacidad de respaldar esas emisiones con las reservas de oro, esto llevó a la suspensión del patrón oro, simultáneamente, se eliminó la “facultad de los bancos comerciales para emitir y se ordenó que estos establecimientos recogieran los billetes que con anterioridad hubieran emitido y se encontraran en circulación” (Meisel, A, 1990, p. 172).
De lo anterior se evidencia que la experiencia de la banca libre en Cundinamarca fue positiva, de hecho, esta tendencia fue igual a nivel federal, esto lleva a cuestionarnos por qué desapareció la banca libre en Colombia. Desde luego, no fue porque los bancos privados tuvieran un mal manejo o proporcionaron un mal dinero, todo lo contrario, “la competencia en la provisión de billetes resultó en la estabilidad monetaria” (Meisel, A, 2017). Las causas de la desaparición de este sistema fue por factores exógenos que se han expuesto a lo largo de este texto y si añadimos que “el proyecto político —impulsado por Núñez— de la Regeneración buscaba expandir el tamaño del Estado” (Chávez Salazar, 2017, p. 285); para lograr esta tarea se recurrió a la monopolización de la emisión y control del dinero. Curiosamente, durante 1889-1903 este banco ocasionó una de las inflaciones más perjudiciales de la historia económica colombiana, ante esto, queda claro que debemos replantearnos el actual sistema de banca central y optar por alternativas que no estén bajo el poder coactivo del Estado.
Andres Enrique Cudris Peñaranda
Estudiante de Economía
Universidad Santo Tomás
Referencias
Chávez Salazar, N. D. (2017). Una revisión microeconómica del episodio de Banca Libre en Colombia: 1865-1886 (A Microeconomic Review of the Colombian Free Banking Period: 1865-1886). Procesos de Mercado: Revista Europea de Economía Política, 14(2), 259. https://doi.org/10.52195/pm.v14i2.85
Meisel, A. (1990). Capítulo 5. los bancos comerciales en la era de la banca libre 1871-1923. Capítulo 5. los bancos comerciales en la era de la banca libre 1871-1923. Pág.: 166-193. https://hdl.handle.net/20.500.12134/10397
Meisel, A. (2017, 21 de julio). Orígenes de la banca comercial en Colombia: la banca libre, 1870-1886. Banco de la República. https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-135/origenes-de-la-banca-comercial-en-colombia
White, L. (2021, 6 de julio). What You Should Know about Free Banking History. Cato Institute. https://www.cato.org/blog/what-you-should-know-about-free-banking-history
White, L. H. (2017). Dolarización y libertad monetaria. Polémika, 5(11). Recuperado a partir de https://revistas.usfq.edu.ec/index.php/polemika/article/view/831
[1] El economista Lawrence H. White en una columna publicada en el año 2015, explica de manera breve los diferentes episodios documentados sobre banca libre, que son: Canadá, Escocia, Australia, Colombia, Irlanda, etc.
[2] La Ley 35 de 1865 dio paso a la creación de bancos privados con capacidad de emitir dinero, acá se debe puntualizar, que en el año 1880 se fundó el Banco Nacional al cual se le “otorgó el derecho exclusivo para la emisión de billetes, privilegio que hasta esa fecha habían tenido también los bancos comerciales. Sin embargo, la ley que creó el Banco Nacional aceptó que los bancos particulares existentes en ese momento pudieran emitir sus propios billetes, siempre y cuando se comprometieran a: …admitir en sus oficinas, como dinero sonante, los billetes del Banco Nacional”. (Meisel, A. 1990, p. 172)
[3] Adicionalmente, al estar bajo un sistema federalista —en total, había nueve Estados—, las regulaciones sobre la banca iban a ser más laxas o restrictivas dependiendo del Estado, sea como fuere, la generalidad que se presento es que las leyes tenían bajas restricciones (Chávez Salazar, 2017).
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