En la historia han surgido hitos, fenómenos o eventos que han marcado la época y a partir de los cuales las generaciones posteriores han analizado y comprendido cómo se vivía en aquel entonces. Lo difícil de todo esto es reconocer que a nosotros nos analizarán a través de memes. Aquellos cómicos dibujos e imágenes que colman día tras día nuestras redes sociales y que nos sirven como guía para enterarnos de temas de actualidad, ya que nada se les escapa.
Seguramente, en algunos años, historiadores y sociólogos intentarán comprender nuestra realidad a través de estas ilustraciones. Así que solo espero que para entonces exista alguien con la lucidez y la versatilidad de la profesora Juanita Villaveces, quien con su maestría logró hacer un increíble análisis histórico de la economía de Colombia a partir de caricaturas (Caricatura económica en Colombia 1880-2008: la economía con algo de humor).
Ciertamente serán análisis jocosos de los que saldrán cosas vergonzosas de nuestra generación, fenómenos sociales nacientes y varias problemáticas ocultas. Se tendrá que hablar de la forma en la que una sociedad cansada de tanta violencia y corrupción usaba la burla para aliviar sus penas. De cómo se exigía respeto ante un sinfín de demandas sociales, mientras se escuchaban letras degradantes en un reggaetón. De cómo una sobre exposición a información poco fiable terminaba marcando el credo de toda una nación.
Será así como, a partir de estas cómicas imágenes, se juzgará la calidad de la educación de nuestra juventud. Errores de ortografía, frases sin coherencia y demás desaguisados seguramente serán los mejores testigos en nuestra contra. Los memeros promedio serán juzgados como muy creativos, pero poco cuidadosos en temas de lenguaje y coherencia. De los sistemas educativos se tendrá que decir que enseñaron mal matemáticas, por ejemplo. Que la juventud expresaba nunca haber usado un trinomio cuadrado perfecto en su vida, por lo que nunca debieron haber pasado por un tortuoso curso de álgebra. Sin saber, que las matemáticas van más allá de simples fórmulas y números. Es un sistema lógico que a partir de supuestos y teoremas nos permiten comprender y enfrentarnos el mundo. Una ciencia hermana de la filosofía, tal como se enseña en Rusia, y que esta a su vez, es mucho más que la biografía de algunos hombres a través de la historia, pues permanece vigente aún hoy en día, en plena era de los memes.
Así mismo, para estos estudiosos, los memes les contarán la historia desde abajo, de cómo la sociedad veía a sus líderes y su realidad. Verán una historia contada a partir de la emoción. Tal vez no en su versión más limpia, pero sí en la que permite ver lo que pensaba la mayoría. Un termómetro social en cada tema de discusión colectiva. Una exposición pública de la expresión de todos aquellos que con Internet y mucha imaginación se hicieron escuchar y de aquellos que quisieron sentar su posición de protesta o apoyo. Un nuevo tipo de periodismo, uno más global, uno en el que todos fuimos partícipes.
De igual forma, los expertos deberán analizar el aporte del anonimato en la construcción de ideas y enfrentamiento a la opinión, puesto que como efecto negativo de la masificación de las redes sociales, se ha puesto a menudo en la palestra pública a todos aquellos que se atreven a opinar sobre temas controversiales. Razón por la cual, los memes y su anonimato han permitido que los más tímidos o intrépidos puedan acceder a los debates, despojados de alguna responsabilidad, sin miedo al escarnio público. Un análisis sobre aquel anonimato que raya entre una bendición y una maldición en medio de un debate público cada vez más feroz.
Hay mucho que aprender de nuestra realidad y mucho que analizar de nuestra cotidianidad. Hay muchos memes de inmenso valor en cada celular. Tal como una hemeroteca, que guarda información invaluable recopilada en textos de revistas y diarios, cada red social es una memeroteca para la posteridad.
imagen de memegenerator.es.
@joseluisalayon
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