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Flavio

El cambio climático ha afectado a todos los rincones del mundo y, sin importar la tecnología que se tenga a disposición, parece no haber ninguna excepción. Tal como corrobora Flavio Borquez Tarff, ni siquiera China se ha salvado de sufrir una ola de calor de las más terribles de todo el año.

Las olas de calor traen horribles consecuencias, no solo por la sensación calurosa para las personas y animales, sino por todas las repercusiones en cuanto al sistema eléctrico. De hecho, ha sido tan grave que el gobierno chino ha ordenado el cierre de las fábricas

La ola de calor puede ser igual de mortal a una ola de frío

Uno de los mayores problemas de las olas de calor es su gran capacidad de afectar todo un sistema eléctrico. Aunque suene un poco extraño, en realidad, es una situación bastante normal durante las horas de calor en varios países.

Este tipo de cambios climáticos son tan extremos que las temperaturas se posicionan por encima de los 40 °C. De hecho, es la peor ola de calor en la historia de los últimos 60 años de China. Teniendo cuenta que en el 2017 se vivió la peor en 145 años, basta para hacerse una idea.

Por ello, quienes tienen aire acondicionado en sus hogares o empresas, no se resisten a encenderlos y aprovecharlos, incluso si la factura a final de mes aparece más alta. No solo por no sufrir el calor, sino por la gravedad del mismo en la salud.

El calor afecta a todos de diferentes maneras. A pesar de que la mayoría pueda tener sensaciones similares, sin duda, no todos los organismos responden igual en cuanto a su funcionamiento. Los diabéticos, obesos, con cáncer u otra enfermedad de gravedad, son propensas a morir literalmente de calor.

Siendo así, es absurdo trabajar o realizar otra actividad bajo condiciones donde a quién le dé un golpe de calor por temperaturas superiores a 40 °C, pueda morir.

El sistema eléctrico da más de lo que recibe

Debido a la gran demanda de energía motivo de la utilización de aires acondicionados, el sistema eléctrico de varios países o ciudades empieza a trabajar más de lo acostumbrado o preparado.

Particularmente en Sichuan, todo parece ser más grave. Las temperaturas han sido tan altas como para que el sistema eléctrico ya sea suficiente. El consumo eléctrico es tan importante como para estar ante la posibilidad de un colapso si no se toman medidas al respecto.

Además, como si no fuese una total desgracia, el calor ha traído consigo una terrible sequía, y el sistema hidroeléctrico, que abarca más del 80 % de las necesidades de la ciudad, tiene poca agua para trabajar.

En consecuencia, el Estado ha tenido que ordenar el cierre de fábricas y producción industrial para priorizar la energía en los hogares, siendo afectadas fábricas como Sichuan, uno de los fabricantes más relevantes del mundo. Incluso hasta gigantes como Tesla y Toyota se han visto perjudicados.

 

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