Los verdaderos son contados con los dedos de una sola mano o máximo de las dos y no más.
Un amigo de verdad me decía cuando le pregunté por los amigos. De los amigos de barrio en mi niñez y adolescencia conservo uno con el que me frecuento todavía y pasamos horas inolvidables ahora en compañía de su familia y de la mía. Recordamos las canciones que cantábamos, las fiestas a las que fuimos, las conquistas que hicimos, los amigos que ya no volvimos a ver…
De los amigos del colegio, me decía, conservo contacto con unos 20 y mantengo una fina cercanía con unos 5 y sus familias. Son grandiosos, divertidos y siempre llenos de añoranzas y anécdotas, como si no hubiera pasado el tiempo y siguiéramos en clase con las guerras de tiza, las copialinas, los desórdenes, los paseos y los comentarios sobre los profes buenos y los malos, los compañeros locos y nerds que tuvimos, los partidos de football, los exámenes, la disciplina etc. Nos reunimos cada 5 años un buen número para celebrar el aniversario y la pasamos muy bien. Hay mucha sinceridad y respeto y sobre todo, gran admiración por lo que fuimos y por las vidas que hemos vivido. Se trata de un vínculo bastante cristalino y a veces inocentemente sincero.
De los amigos de universidad mantengo contacto directo con unos 10 con los que nos encontramos con alguna frecuencia anual, todos ellos compañeros con los que nos une el recuerdo de los estudios y en general son aquellos con los que no tuvimos que competir en empresas proveedoras o no tuvimos relación de cliente proveedor que nos hayan distanciado, como ocurrió con un buen número tuvimos que descubrir la cruel realidad del significado de colegas que es una mezcla de compañero, amigo, enemigo o interesado. De estos honorables compañeros colegas hay dos o tres que son buenos amigos y el resto son una simpática relación de distante cercanía. Un buen número me dieron la espalda cuando los necesité, me dijo el amigo.
Los famosos vecinos, los que nos frecuentamos forzosamente todos los días o los fines de semana o las vacaciones porque o son los vecinos de la cuadra del barrio donde vivimos o los de la casa de recreo donde vamos de descanso. Grandiosas noches y días inolvidables pasamos con ellos. Solo hay un problema, cuando nos cambiamos de ubicación residencial o se vende la casa de recreo se enfría poco a poco la cercanía porque se vuelve difícil verse (antes era sin esfuerzo y al natural), pero como dice la canción, lo bailado nadie me lo quita.
En la madurez, descubrí que hay personas que se nos acercan porque estamos en un momento en el cual valemos la pena para ellos o les representamos algún interés.
Hay personas que son solo para pasar buenos ratos compartiendo socialmente y uno los puede ayudar muchas veces pero a la hora en que uno necesite algo de ellos vamos a descubrir que la verdadera relación no existió y solo estaban cerca porque les éramos útiles. Sobre todo en temas de dinero o de negocios, o de salud o problemas vamos a descubrir que la amistad se esfuma con alta volatilidad y velocidad. Son muy pocos, menos de 5, los que permanecen cerca cuando realmente se les necesita. Estos incluyen compañeros de asociaciones, compañeros de trabajo, vecinos de apartamento, compañeros padres de los hijos en el colegio, amigos de los amigos etc.
Cuántos de los vecinos que ya no lo son, siguen cercanos o son nuestros amigos? Cuántos compañeros de universidad siguen cercanos y nos ayudamos? Cuantos compañeros de colegio siguen cerca y nos apoyamos? Cuantos compañeros de los trabajos que hemos tenido siguen siendo cercanos y son amigos?…Y más aguda la pregunta, cuantos primos y cuantos hermanos siguen con nosotros, de cerca y nos apoyan o funcionan como amigos?
Alguna vez un amigo de verdad, se hizo las preguntas que arriba señalé y llegó a la conclusión que tenía muy pocos amigos y familiares que merecían el título de verdaderos amigos. No le quedaron más de 10 entre amigos y familiares. Yo hice después un análisis similar y llegué a un número que no supera los 10. Esa es mi verdadera familia! Mis amigos de verdad! Personas que siempre están conmigo incondicionalmente y que las veces que he pedido ayuda me la han dado sin restricción y sin límite, las veces que ha sido necesario. Por mi parte también les he ayudado todo lo que he podido y son para mí como hermanos. A propósito mis dos hermanos están en la lista y me salieron estupendos por lo amorosos y unidos, pero eso no es usual. Mi amigo, que hizo la lista de su familia primero que yo, tuvo que sacar de ella a varios de sus 10 hermanos de sangre porque no cumplían para nada el concepto de familia cercana.
Haga su lista y tenga en mente que los verdaderos amigos son muy pocos, son como hermanos que están presentes siempre y sin condición o restricción, en momentos alegres y en momentos difíciles, sin límite o condición en el cariño o el efecto, te aceptan como eres, vales como ser humano tengas o no tengas dinero o triunfos o títulos…Y en tus caídas están allí te ayudan a levantarte, curan tus heridas y te acompañan en la recuperación…
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