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Los países poderosos invadieron y dominaron otros países y arrasaron con las riquezas, las mujeres y una buena parte de la cultura originaria de las diferentes latitudes. Los conquistadores fueron personajes de diferentes tipos y estilos, siempre movidos por la posesión y la dominación económica, física y hasta espiritual. La humanidad era muy rústica en esa época y definitivamente poco experta e inteligente. Fueron en cierta forma unos bárbaros violadores de cuanto se aparecía en su camino.

Este tema de las invasiones y dominaciones se ve en toda la historia de la humanidad, a nivel de pueblos, personas, religiones, géneros humanos, por el poder físico o económico o político.

Hay muchísimas evidencias de dominadores que han hecho florecer a los dominados y los han llevado a niveles superiores o equivalentes y hasta se han hecho admirar y querer por sus dominados. Desde luego hay muchísimas más evidencias de los dominadores que han arrasado con todo y han humillado, robado, sometido brutalmente, ultrajado, abusado, esclavizado, matado, violado y otras más terminadas en “ado” a sus dominados.

Las preguntas podrían ser: ¿Les faltó inteligencia? ¿Les permitió ganar más? ¿Les permitió crecer más? ¿Les permitió permanecer más en el poder?

Por otro lado, en el mundo moderno parece que lo que más se impone es el otro estilo, el gana/gana, las alianzas, el respeto, el crecimiento mutuo, la mutua ayuda, el trabajo conjunto, el mutuo aprendizaje.

El dominar por la fuerza es un método que ha probado ser bueno para el corto plazo pero normalmente en el mediano y largo plazo termina en la rebelión y en acciones violentas que acaban con la dominación y dejan una cicatriz permanente y muy difícil de borrar.

En cierta forma el método moderno que mayores resultados da, a nivel de pueblos, empresas y personas tiene como ingrediente una fina seducción y un fino trato, que lleva a la dominación consentida por el dominado que ve con ojos de beneficio, ventaja o conveniencia el aceptar ser dominado, asunto que resulta en una vinculación positiva o alianza donde hay un líder y un seguidor, los dos con un mismo objetivo en la mira. Estamos en una época donde se busca lograr acuerdos de mutua conveniencia donde todos ganamos aunque no sea por igual (Concesiones).

Lo clave en todo este proceso es que los acercamientos son una negociación que puede ser rápida cuando las cercanías culturales y los objetivos lo permiten pero pueden demorar más de lo imaginado cuando las distancias culturales o de objetivos son muy distintas o muy amplias y hay que ir acercando las partes mediante enseñanza o evangelización de lado y lado porque cada cual tiene sus razones y tiene su verdad o validez en sus apreciaciones, costumbres y forma de ver las cosas.

Todo lo que acabo de mencionar en las reflexiones anteriores aplica a constitución de matrimonios, empresas, socios, sociedades, trabajos en otros países o en otras regiones, compra de empresas, expansiones territoriales, manejo de proveedores, manejo de canales o distribuidores, relaciones con otras razas o con otros géneros humanos o con otros partidos políticos o con otras religiones.

Todavía hay algunas tendencias que hacen pensar que alguien quiere jugar al emperador y ser el tirano en su imperio, pero nos movemos rápido a un escenario moderno donde la mayoría, como el que describí, establece las relaciones con mayor altura y donde se pueden lograr resultados 1000 veces mejores, más productivos, económicos y duraderos, fundamentados en el respeto mutuo y la conveniencia evidente de un gana/gana.

¿Qué método prefiere Usted, para su vida, para su pareja, su trabajo, sus negocios, su región, su país, el del tirano o el del seductor?

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