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Hay experiencias que llevan a sustentar que la realidad es frecuentemente contraria a lo que uno suele imaginar.

 

Un compañero de trabajo que vivía fuera de la ciudad, a más de hora y media de camino. Por más de 10 años había hecho esfuerzos en tiempo y económicos para llegar siempre a tiempo a la empresa o al sitio que le indicaran debía llegar, así hubiera necesidad de asistir a una reunión que iniciara a las 7AM.

 

Un buen día, su jefe conversó, en forma privada y confidencial, con la esposa de mi compañero y ella le confesó los esfuerzos que durante muchos años había hecho el marido para cumplir con sus obligaciones laborales.

 

El jefe decidió que a  partir de día siguiente, mi compañero llegara a un sitio fijo de trabajo y lo hiciera a las 9AM, con el fin de mejorarle su condición de trabajo.

 

Mi compañero se sintió muy mal porque lo habían cambiado en horario de entrada y sitio de llegada e interpretó la mejora o el cambio como una amenaza  y en medio de su irritación y desconcierto, pasó la carta de retiro y se fue de la empresa.

 

Mi compañero no solo no se dejó ayudar, sino que se sintió agredido por el cambio y se retiró con un alto grado de insatisfacción con la empresa y con su jefe. Nunca le comentó a su esposa la verdad de los motivos de su decisión de retiro

 

Esto parece increíble pero es cierto!

 

Un amigo chocó su auto  accidentalmente y en forma leve contra el coche de un vecino de apartamento y para no demorar en discusiones, viendo que su auto no había sufrido daño alguno, le indicó al vecino  que sentía mucho lo sucedido y que en virtud que solo se había tratado de un pequeño rayón, lo mandara arreglar y le pasara la cuenta para reembolsarle el arreglo.

 

15 días después se apareció el vecino indicando que había hecho arreglar el auto, que entre otras cosas no era de él sino de la empresa donde él trabajaba, y que al llevarlo al taller le habían encontrado más desperfectos y descuadres en latonería, motivo por el cual el arreglo había costado el equivalente US$1000 y le entregó la factura donde solo estaba el valor total por concepto de latonería y pintura, sin detalle alguno de los arreglos.

 

Después de una larga y acalorada discusión, mi amigo le pagó al vecino el equivalente a US$500 (El rayón más caro del mundo) y cerraron el caso con la consecuente insatisfacción del vecino por no haber recibido todo el dinero de la factura que presentó y porque mi amigo había desconfiado de él.

 

Es claro que la empresa arregló el golpe del carro del vecino de mi amigo y el personaje, muy vivo, estaba aprovechándose  de la confianza depositada, para sacar un buen dinero a su favor y de paso jugar al ofendido.

 

A otro amigo le estrellaron su automóvil, que estaba estacionado en un parqueadero público. Quien lo hizo tenía una camioneta BMW X5 y a pesar de lo evidente que era el daño hecho al carro nuevo de mi amigo, asunto que repararlo costaría el equivalente a unos US$900, resolvió jugar al pobre pero malhumorado y urgido que solo tenía cerca de US$90 y  en virtud que ya había movido el BMW y no había testigos forzó a mi amigo a recibirle el dinero ofrecido o no le pagaba plata alguna. Algo eran US$90 y peor era nada…

 

En una ocasión, un personaje de esos que a veces se filtran en las empresas, esta vez la de un amigo,, logró mantenerse un poco más de un año dentro de una organización, contando mentiras sobre las tareas que realizaba visitando clientes prospecto y haciendo seguimiento de las propuestas que les enviaba.

 

Cuando se descubrió que la mayoría de las veces lo único que el sujeto  había hecho era enviar una propuesta estandar y no había visitado ni llamado al cliente ni le había hecho seguimiento a las oportunidades, el personaje simplemente desapareció de la escena, de la noche a la mañana, y dejó no solo a la empresa en algunas dificultades de mala imagen e incumplimientos con ciertos clientes abandonados, sino que aprovechó para hacer de las suyas y llevarse el dinero de los préstamos que le había pedido a varios compañeros, aduciendo una terrible condición de emergencia, que en pocos días solucionaría y les pagaría con creces su apoyo en un momento de dificultad.

 

Todavía no se sabe dónde encontrarlo…

 

Cuantos de Ustedes no han vivido o presenciado algo similar a cualquiera de los casos que he narrado?

 

Cuántos de Ustedes no han cambiado su forma de relacionarse y se han vuelto cautelosos y desconfiados, porque casos como los que mencioné hacen que uno se transforme y cierre las compuertas de la confianza para volverlas muros de protección contra las malas intenciones y engaños?

 

El mundo está en manos de los malos o de los buenos?

 

Pagarán la mayoría de las veces, justos por pecadores?

 

En las empresas y en todo tipo de organización humana estamos expuestos a situaciones como las que narré, así es la vida real, esa es la diversidad que tenemos y es lo que hay que aprender a manejar, sin irnos a excesos de ingenuidad ni de desconfianza.

 

En el mundo estamos y todo es posible, lo bueno y lo malo, lo predecible y lo insólito, la transparencia o el engaño, el juego limpio y el sucio!

 

En los cuatro casos narrados, mis amigos mostraron debilidad en su proceso de decisiones y en el manejo de situaciones inesperadas,

 

En el primer caso la decisión que beneficiaba al empleado, mi amigo,  en forma amplia no se le comunicó directamente mostrando las ventajas y por otro lado el empleado decidió actuar sin pensar las consecuencias ni lo que motivó el cambio, llevado por la emotividad (Emotividad y decisiones es usualmente una Bomba, es peligroso y explosivo).

 

En el segundo caso, el del choque con el vecino, es mejor ser formales siempre que se pueda. La informalidad deja puertas abiertas para que otros aprovechen. Si mi amigo hubiera exigido formalidad, otro hubiera sido el resultado. Entre más cercana la persona, más riesgo que se aprovechen de Usted.

 

En el tercer caso,  La estrellada en el parqueadero tiene el tinte de informalidad y de presión por tie3mpo y mal humor o amenaza. Las decisiones hay que tomarlas haciendo una pausa en medio de la urgencia. Pida tiempo para pensar y decidir lo mejor. Hacer un alto momentáneo desubica al adversario y mejora la visión. Exija formalidad y no permita presiones. Usted es agredido. Usted manda.

 

En el cuarto caso, el del infiltrado que se aprovechó de la empresa, hay que ser exigentes con el proceso de selección, especialmente con la referenciación que evita la mayoría de las veces estos riesgos. Por otro lado no hay nada mejor que verificar las acciones y resultados de los nuevos. No se debe soltar la persona hasta no tener evidencia de su comportamiento y resultados confiables.

 

Hay que aprender a navegar por la vida y aprender a analizar los seres humanos en las diferentes organizaciones. Solo sabiendo interpretar  el código de cada cual, podemos relacionarnos sin riesgo y hasta podemos  volver productiva una vinculación o ganar prudente distancia!

 

La velocidad de reacción frente a lo inesperado o lo nuevo y la forma equilibrada como analicemos y decidamos en un momento de presión, determina nuestro futuro, a favor o en contra.

 

Piense un minuto tranquilo, en medio de el calor de las urgencias y verá como mejoran los resultados! Haga como sucede en los partidos de Basketball o de Voleiball,

Pida una interrupción en el tiempo! Pídala! Désela!

 

 

Hugo Fernando Valderrama Sánchez

 

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