Los cinco elementos organizacionales
Al final de la década de los 90 tuve la oportunidad de idear un modelo organizacional que le ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en un verdadero suceso por lo práctico y lo sencillo y lo que es mejor, por sus resultados.
En la multinacional donde lo estrenamos en el año 1998 se le llamó el pentágono por lo de los cinco lados, pero en realidad se trata de cinco elementos que no deben faltar en un equipo organizacional para que funcione con equilibrio.
La ausencia de un elemento o la redundancia de alguno puede terminar por llevar a la organización a un extremo poco deseable y en algún caso mortal.
Los resumo así: El creativo, el aterrizado, el arrojado, el solucionador y el humano.
La filosofía alrededor del modelo es muy sencilla. Si en una organización nos falta el creativo nos vamos quedando sin innovación hasta que el mercado y la competencia nos acaba, Si falta el aterrizado no hay frenos en la máquina y corremos el riesgo de desbocarnos o chocar. Sin el arrojado la organización es excesiva prudencia y timidez, asunto que hace ir lento. Sin el solucionador no podremos sobrepasar los inconvenientes que se presenten y sin el humano no habrá gente que nos dure o que nos sirva.
Por otro lado si tenemos dos aterrizados y no hay creativo o el que falta es el arrojado, la organización irá a velocidad muy lenta…Y qué tal tres aterrizados, el humano y el solucionador? Qué tal todos humanos y sensibles? Que tal solo creativos? Qué tal solo arrojados?
Si se trata de una sola persona hay que buscar que encuentre un equilibrio entre los 5 elementos para que no acabe mal en algunos aspectos.
Si hay dos personas en el equipo ejecutivo de una organización, debe buscarse que cada cual ejerza un par o tres, según el caso, de los elementos vitales.
Aún en una fundación o entidad sin ánimo de lucro debe haber la mezcla de los 5 elementos. No puede ser todo humanidad y ayuda al prójimo o solo sensibilidad, porque quién se encarga de crear opciones de financiación o de consecución de fondos? quien se encarga de controlar los gastos y las inversiones? Quien se encarga de conseguir donaciones o visitar posibles ayudas? Quien se encarga de solucionar las dificultades que surjan?
Ahora bien, lo clave es como rotar el liderazgo o quien ejerce el liderazgo del ese equipo de 5 elementos?
Desde luego hay que colocar una reglas de operación mínimas, como en todos los equipos de alto rendimiento para que se acerquen, se tomen decisiones y acciones, se resuelvan las diferencias al interior de los cinco elementos y se mantenga la unión y la confianza indispensable.
Otro factor importante es que los 5 elementos no se consiguen puros o únicos en su vocación, pero es claro que cada uno de nosotros tiene más de uno que de otros o decide qué papel juega en caso de tener varios elementos del mismo nivel dentro de su ser cotidiano. Es cuestión de organizarnos.
Como en los equipos de football, no está bien que todos juguemos de defensas o que todos seamos arqueros o que todos seamos delanteros, aunque no suena mal alguna de esas ideas extremas. Qué tal que todos quisiéramos jugar al director técnico?
Los cinco elementos son muy parecidos a los que encontramos en la naturaleza: Aire, Tierra, Fuego, agua más un quinto elemento que sería lo humano (Corazón), asunto que viene a ser lo que una muy vieja historieta proclamaba con un propósito ecologista (Capitán Planeta en los 90s) y que hoy día vemos que tenía mucha profundidad, más de la que tuvieron sus inventores, no como cuento pero si como práctica empresarial seria y vital, que es en lo que la convertí y con ello pasó de una historieta a una herramienta organizacional de mucho poder práctico y de sentido común aunque no es obvia.
Ahora que conoces lo que se puede lograr con los equipos humanos bien armados y equilibrados y el riesgo que se corre cuando no tienen los ingredientes correctos, no olvides que “el poder es tuyo!”
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