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Ya invertiste? Entonces podemos iniciar el negocio…

Pensamos en grande o lo contrario? Actuamos como valientes o lo contrario? Estamos seguros de lo que hacemos o lo contrario?

Confiamos en nosotros mismos o en nuestra gente o lo contrario en una o en ambas?

 

En donde está Usted, en donde está su empresa? En cuales de las respuestas?…Apuesto que nunca dijo lo contrario en varias de las preguntas…Pero la verdad es que en la mayoría de las veces Usted es lo contrario de lo contrario…Se da cuenta por qué no ha crecido? Por qué no ha progresado? Por qué no ha ido a la velocidad necesaria? Por qué la honorable competencia le va ganando?

 

Las mujeres tiene un dicho muy femenino pero muy inteligente que dice “Mujer que no gasta, hombre que no progresa”…Y es verdad.

 

Mi querido empresario, “Sin gasolina no hay paseo”

 

Vamos al detalle y la gente dice qué fue primero, el huevo o la gallina. La gallina!!! Noè no echó huevos en el Arca!!! Primero se pone el huevito y luego nace el pollito.

 

Queremos una fiesta? Consigamos el patrocinio. Queremos un concurso, consigamos el patrocinio, queremos un concierto, consigamos el patrocinio, queremos un desfile, consigamos el patrocinio y así sucesivamente. “Sin gasolina no hay paseo”

 

Es de sentido común.

 

De todas maneras la gente olvida muy rápidamente y a los pocos días comienza a exigir como si las tareas llevaran años y apenas se llevan meses en el arranque de cualquier empresa, bien sea tener  un hijo, estar casados, ser amigos, ser socios. A los pocos días la gente comienza a sentir como si llevara años.

 

Hay un viejo proverbio que dice “no asignes a un niño la tarea que debe hacer un adulto”. Cada vez que arrancamos o iniciamos algo somos como niños, sin experiencia, sin visión, delicados, indefensos y riesgositos. Una es la perspectiva de la vida a los 5 0tra a los 15, otra a los 40 y otra más a los 70.

 

Complementando la reflexión, las inversiones y los esfuerzos económicos tienen una constante y se parecen, no importa si estamos hablando de un paseo o de un matrimonio o de una fiesta o de un negocio o empresa. La ignorancia de esta similitud hace que las personas se molesten cuando hay que invertir más y más, porque no entienden que el mundo es así. El ejemplo típico es cuando uno sale de viaje largo en auto. La gasolina inicial se va agotando y hay que volver a llenar el tanque varias veces, hay que pagar los peajes de las carreteras, hay que parar a alimentarse y si el viaje dura mucho, hay que pagar hotel…Y eso sin contar con una falla mecánica o que alguien se enferme, asuntos que implican un gasto que va muchísimo más allá de colocar dinero para llenar el tanque y dar inicio al viaje.

 

En el mundo empresarial pasa lo mismo, no basta con la inversión de arranque que dan los socios para una empresa, eso es apenas el inicio de un largo viaje en el cual pueden ocurrir muchísimas cosas, entre otras lo más típico es que los soñados negocios que se iban a dar muy rápido, no se dan o se demoran y el tiempo de llegada al punto de equilibrio se mueve de ese sueño ingenuo del que no sabe o ha olvidado estos principios fundamentales, de iniciar la recuperación de la inversión a los seis meses a ver que todo se desplaza y tiene que colocar dinero una y otra vez hasta que finalmente a los 3 años logra lo que buscaba. El problema es el sufrimiento mental y el stress al que se somete la empresa y sus integrantes por la urgencia de unos inversionistas que olvidaron o no tuvieron en cuenta estos principio básicos de la naturaleza. Que tal esa exigencia con un hijo…Los resultados pueden ser traumáticos y graves para ese ser humano en formación. Hasta que punto hay que acelerar y presionar?

 

La vida real es similar en un matrimonio. Rápido se olvida que apenas se lleva 6 meses de casados y comienzan las exigencias como si la pareja llevara 25 años de casados. La vida se construye paso a paso. Un hijo nace y solo hasta el año comienza a caminar con grandes retos en su equilibrio, luego va diciendo palabritas y lo que si es claro es que dejar el uso de los pañales toma largo tiempo, saberse vestir y bañar solo o sola toma aún más tiempo y ni qué decir de tener conciencia de los actos o algo que los papás olvidan que se alcanza después de muchísimos años…MADUREZ.

 

Los hijos no tienen la culpa de nacer limitados y gastones!!! Las relaciones no tienen la culpa de nacer limitadas y lentas!!! Las empresas no tienen la culpa de nacer…

 

La vida no se construye en un día o en el primer año.

 

Por todo lo que les he compartido en la reflexión, vale la pena revisar nuestra paciencia o nuestra impaciencia. Exigir a un hijo que madure cuando apenas tiene 2 años es un absurdo, igual pasa con las empresas y con las relaciones. Hay mucho que ayudar, guiar y hacer para lograr que se llegue a la madurez y uno puede exigir y buscar acelerar pero “no por mucho madrugar amanece más temprano”.

 

Por eso recuerde, sin gasolina no hay paseo!

 

 

 

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