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En el mundo laboral moderno, el estrés se ha convertido en una constante.  La presión por alcanzar objetivos, la incertidumbre económica, la hiperconectividad y la falta de equilibrio entre la vida personal y profesional han llevado a millones de personas a vivir en un estado de alerta permanente.   Este fenómeno tiene una explicación biológica: el cortisol, la hormona del estrés, que puede convertirse en nuestro peor enemigo si se mantiene elevada de forma crónica.

De hecho, en las empresas la gente usa la trillada palabra no tengo tiempo y algunos parecen que están corriendo la media maratón, pero al final del día el cansancio por competir y cumplir metas termina extenuando al más intrépido trabajador.

El ego parece ganar la partida, dado que se vive en lo que denomina en su libro Padre Rico, Padre Pobre la loca carrera de ‘ratas’.  Así vive en su mayoría la humanidad. Es hora de tomar conciencia de que se necesita más dopamina y serotonina.  Cuando una persona vive estresada tiene el cerebro inundado de cortisol.  Según los estudiosos de la neurociencia, cuando el cerebro esta estresado, las ondas que emite son de color rojo.

El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales en respuesta a situaciones de estrés. Su función principal es preparar al organismo para enfrentar un peligro, aumentando la energía disponible y mejorando la respuesta cognitiva y física. Sin embargo, como explica la psiquiatra Marian Rojas Estapé, el problema surge cuando vivimos en un estado de alerta constante.

«El cortisol es útil en momentos puntuales, pero cuando se mantiene elevado de manera crónica, afecta negativamente al organismo, debilitando el sistema inmunológico, generando inflamación y provocando trastornos como ansiedad, depresión, insomnio y fatiga crónica», explica.

Es por ello, que las personas en las empresas deben hacer conciencia de que en el mundo laboral se necesita más dopamina y serotonina, las hormonas del bienestar y la felicidad.

¿Por qué se eleva el cortisol?

Sobrecarga laboral: La exigencia constante de resultados y la escasez de pausas llevan al organismo a un estado de desgaste.

Hiperconectividad: La tecnología ha borrado los límites entre el trabajo y la vida personal, lo que impide desconectar y descansar adecuadamente.

Ambientes tóxicos: Las malas relaciones laborales, el acoso y la falta de reconocimiento aumentan los niveles de estrés.

Inseguridad laboral: El miedo a perder el empleo genera una sensación de amenaza constante.

Falta de sentido y propósito: Trabajar sin un objetivo claro o sin motivación interna incrementa la frustración y el agotamiento emocional.

Más dopamina y serotonina en el mundo laboral

Como Coach de vida y empresarial, trabajando por años en las empresas he observado y estudiando que la mejor forma de generar más dopamina y serotoninas es primero tomando conciencia de nuestro cuerpo, aprender a escuchar nuestro cuerpo es fundamental.  A veces las personas pasan por encima de las alertas del cuerpo.

Se requiere una alimentación equilibrada, ejercicio y dormir las ocho horas necesarias, asegurándonos de no ir a la cama en piloto automático, es decir con el mismo ruido mental del día.

Es clave aprender a gestionar las emociones: La inteligencia emocional y la meditación contribuyen a reducir la reactividad al estrés.

Practicar una actitud positiva: Tener la mente enfocada en lo que podemos controlar en vez de seguir como un disco rayado en la rumiación mental.

Practicar horas de desconexión digital:  Es saludable desconectarse del celular. En el transporte masivo observo como las personas se suben con el celular en la mano y están superagachados haciendo zapping. 

Procurar construir relaciones saludables, aprendiendo a poner límites y practicar la comunicación asertiva.

Es clave aprender a comunicarnos y comprender que nada es personal, uno de los puntos de los cuatro acuerdos de la sabiduría tolteca, Nada es personal, porque la película y la percepción del otro es diferente de la tuya, sin embargo, es importante comprender que el otro es un maestro que nos está mostrando lo que debemos mejorar o revisar de sí mismos. 

 

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