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Desde la concepción el ser humano está sujeto al cambio. Durante los primeros meses se desarrolla en el vientre materno, para luego venir a este mundo. Por lo que sin tener mucha consciencia somos expertos del cambio. No obstante, en el trasegar de la vida, se va olvidando que el cambio es una constante en la humanidad.
Así las cosas, debemos recordarnos que todo es temporal: incluidos el dolor, el sufrimiento en incluso los momentos de placer. Todo tiene a transformarse. Lo importante es tener consciencia que en medido del cambio siempre surge la esperanza. Cuando aprendemos a soltar y desapegarnos de aquello que nos duele, de aquello que nos hiere, de aquello que nos causa enojo, entonces es cuando se abre una puerta que nos podría ayudar a soltar y relajarnos.
Es entonces cuando aparece una emoción clave que nuestra vida: la alegría que podemos invocar hasta en los instantes más amargos. Los momentos felices son más fáciles de reconocer cuando nos tomamos tiempo para reflexionar sobre el cambio como una constante poderosa en el universo.
A través de esta poderosa emoción de la alegría surgen oportunidades en las que se puede encontrar una gran calma dentro de lo que inicialmente parecían circunstancias difíciles. A medida que aprendemos a sentirnos felices en medio de las circunstancias de la vida, la mente crítica empezará a comprender que siempre habrá caminos para salir de las situaciones complejas y que nunca nunca estaremos solo. Al final las emociones nos guían y nos invitan a la acción y cada emoción, que surge, tan solo nos está brindando información. Lo importante es aceptar nuestras emociones, aprender a convivir con ellas para que nazca el optimismo y aflore la esperanza de que en cada circunstancia de la vida siempre brillará la luz, y saldrá lo mejor.
Por eso, al ser conscientes de la impermanencia y reconocer las posibilidades de las nuevas situaciones, podemos abrirnos a acoger cualquier cambio futuro con entusiasmo, en vez de verlo con preocupación.
Entonces cuando se comprende a consciencia de que el cambio es una constante en nuestras vidas, podremos aprender que todo en la vida trae un aprendizaje y que cultivar la alegría y el entusiasmo ante los retos de la vida, te apoyará a atravesarla de la mejor manera posible.
