Relacionar a los osos con mercados bajistas y a los toros con mercados alcistas no es ninguna novedad, y aunque no se sabe con exactitud, se cree que estos términos están involucrados en el mercado financiero desde la “burbuja de los mares del sur”, alrededor del año de 1.720 cuyo origen data de los espectáculos circenses de la época Isabelina donde se cree que se enfrentaban toros con osos por cuestiones de entretenimiento, dando origen a la rivalidad entre estos dos animales. El porqué de esta relación, también obedece a múltiples teorías de las cuales no hay mucha precisión, en algunos casos se habla que la primera referencia de los Osos data del siglo XVII, cuando la venta de sus pieles era tan popular, que algunos solían venderlas antes de cazar el animal, lo que hoy en día se asemeja a un corto; en otros enfoques encontramos como el comportamiento del toro y el oso se acoplan al movimiento de los precios, por ejemplo los osos se paran en sus patas traseras y atacan con sus garras de arriba hacia debajo y los toros dan sus poderosas cornadas de abajo hacia arriba. Y a pesar de la poca claridad del origen de esta asociación para todos nosotros es claro que los toros son alcistas y los osos son bajistas y en función de eso vivimos especulando quién tiene el control del mercado para favorecer nuestras posiciones.
En mi opinión el hecho que los toros y los osos tengan el control del mercado en determinado momento del tiempo podría dar la impresión de que viven en una lucha constante, sin embargo, los ganadores consistentes intercambian papeles constantemente en el mercado, porqué aunque no lo parezca (realmente es muy evidente pero curioso que no solemos verlo) los precios no se mueven en línea recta y esa es la dificultad del trading, las tendencias alcistas tienen retrocesos y las tendencias bajistas tienen rebotes, por ende un ganador consistente a veces será un toro y otras un oso, dejando de lado el conflicto entre estos animales por ser un intercambio constante de roles, pero entonces, estos ganadores, estos grandes depredadores ¿De qué se alimentan?, según Alexander Elder en su libro “Trading for a Living”, además de toros y osos, el mercado tiene cerdos y ovejas, siendo estos últimos quienes van al “matadero” para alimentar a los primeros. Visto de esa forma es bastante cruel pero así es este negocio, aquí no existe el “dinero mágico” cada centavo que se puede ganar alguien lo tiene que perder, y según el Dr. Elder (Uno de los más reconocidos psicólogos especializados en trading) la mayoría de las veces son los cerdos y las ovejas, gracias a la naturaleza de su comportamiento. En general los cerdos son codiciosos suelen pensar que la tendencias siguen eternamente y no contemplan la posibilidad de un cambio de la misma haciendo que compren y vendan en movimientos extendidos (compran caro venden barato), no cobran adecuadamente sus posiciones ganadoras y en los casos más extremos las conviertan en perdedoras, sin dejar de lado que algunas veces se endeudan, para invertir el dinero en el mercado aumentando considerablemente el riesgo (El endeudamiento puede ser apalancamiento del broker o deuda financiera). Por otro lado las ovejas son dependientes de un “gurú” que viene haciendo las funciones de un pastor que así como a este, su “rebaño” lo sigue, sin siquiera pedirle un extracto u obtener resultados consistentes en sus propias cuentas; aun así la liberación emocional es “excelente”, la responsabilidad de una cuenta es de alguien con muy buena prosa y resultados inciertos, pero lo importante es que ya no es del inversionista como tal; después de un tiempo y muchas pérdidas, se dan cuenta que su “gurú” no es tan bueno algunas veces cambiaran de rebaño, hasta que finalmente pierden todo su capital; Ser una oveja es una trampa mental cuya única salida es destruir una creencia, es decir, suprimir una de esas ideas por la que estamos dispuestos a morir y/o matar, una idea por la que podemos perderlo todo sustentada en nuestra fe en alguien más, fe ciega y enfermiza que no permite afrontar el dolor emocional que, en este caso, perder dinero implica; “Ese dinero se recupera de todas formas yo estoy con alguien que sabe” dicen algunos, hasta que al perderlo todo y después de tanto huir de la verdad, sus ojos se abren y ya no lo pueden recuperar. Además de cerdos y ovejas podríamos hablar de ciervos, si tenemos en cuenta la metáfora que en “Casual schemas in judgments under uncertainty”, los psicólogos Tversky y Kahneman, proponen, haciendo alusión a una situación muy común en las autopistas que pasan por el hábitat de estos animales: “El ciervo que se congela ante las luces de los faros de un auto”, que en términos de trading, es aquel operador que toma una mala decisión, se paraliza, no la cierra y al no soportar ver como la posición aumenta cada vez más su pérdida comienza a ignorarla, simplemente no la vuelve a ver por un buen tiempo, no lee diarios o noticias relacionadas con los precios de la misma, hasta que el precio se acercar a sus niveles de su entrada (si es que lo hace) o en el caso de productos apalancados aguardaran a que su bróker los llame a margen después de evaporar la mayor parte del dinero.
No me cabe la menor duda de que existirán muchos otros tipos de comportamiento de tipo animal en el mercado, finalmente el trading termina siendo una actividad en masa y primitiva (característica esencial de la masa según Freud), y si a esto le sumamos que constantemente cambiamos nuestro roles, es decir, a veces somos toros otras osos, cerdos, ovejas y ciervos, cada uno de nosotros es un Zoológico Bursátil. Al final del día lo importante es escuchar al humano que llevamos dentro, para analizar nuestro trabajo de manera objetiva, desarrollar una estrategia y ser disciplinados con un proceso de planeación financiera que nos permita administrar nuestras inversiones de manera coherente, teniendo la mente abierta para no caer en nuestras emociones y/o creencias.
Jarek Duque
Trader, Coach y Consultor Financiero
Twitter: @JarekDuque
Web: http://jarekduque.com/
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