Por Julio Mauricio Londoño Hidalgo*
Con mucha fuerza se ha venido imponiendo en todo el país la papeleta de la paz. Una iniciativa de un grupo de jóvenes profesionales que tiene como finalidad que se deposite el día quince de junio una segunda papeleta que impulse “un mandato ciudadano para que quien sea elegido Presidente continúe con el proceso de paz de la Habana hasta culminarlo”. A diferencia de la séptima papeleta que llevó al nacimiento de la Constitución de 1991, ésta iniciativa no busca reformar la carta así como tampoco convocar una Constituyente. No busca respaldar a ningún candidato, así como tampoco proviene de un partido político.
Hasta la fecha, la papeleta ha pasado de ser un idea a una realidad. Los medios se han referido a ella de manera elogiosa y han logrado que muchas personas estudien su propuesta. Gentes de todas las tendencias políticas se han tomado un minuto para ver el creativo video que han incluido en su página web en donde exponen su idea. Así, destacadas figuras como Rodolfo Arango o Eduardo Posada Carbó han descubierto el potencial que tiene esta idea.
La papeleta de la paz es – en palabras de uno de sus creadores – un ejercicio de constitucionalismo popular. Busca apelar a la partición ciudadana en procesos políticos democráticos en momentos donde hay debates importantes, como el proceso de paz. Buscan reivindicar el derecho fundamental a la paz consagrado en la Constitución de 1991.
El texto de la papeleta es el siguiente: “Esta papeleta es un mandato ciudadano para que el próximo Presidente de la República, las FARC y el ELN respeten nuestro derecho a la paz consagrado en el artículo 22 de la Constitución y continúen con las negociaciones de la Habana”.
La iniciativa se encuentra soportada no sólo por un amplio sustento constitucional, de un sustento histórico – cómo dudar de la influencia del movimiento de la séptima papeleta – sino también de un sólido sustento de sus patrocinadores, todos ellos menores de treinta y cinco años con una amplia experiencia práctica y académica en el derecho. Un experimentado profesor de la Universidad de los Andes, un becario Chevening con maestría en derecho de Oxford y un candidato a PhD en Oxford coautor del exitoso libro “La Garantía de los Derechos Sociales (2009)” hacen parte de la nómina de lujo de sus promotores.
Éstos jóvenes profesionales han entendido que en el diálogo se encuentra una de las vías de solución del conflicto y que en el respeto – e incluso el manejo del lenguaje adecuado – hay mucho que todos nosotros podemos hacer para tan anhelado propósito. La iniciativa de la papeleta de la paz es un esfuerzo de un grupo cada vez más numeroso de colombianos que desea que se escuche su voz, que no grita, que no insulta, que no ataca y que cada vez suena más duro en todo el territorio nacional.
Puede consultarse la iniciativa en la página: http://papeletadelapaz.weebly.com/
*Abogado, Pontificia Universidad Javeriana. Máster en Derecho, Universidad de los Andes. Asesor en derecho constitucional. Profesor de Historia del Derecho. julio.londono@javeriana.edu.co
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