Lo bueno de cada día es que, si bien tiene una rutina implícita, da la posibilidad de inmiscuirse en diferentes situaciones. Es decir, un día puede ser tan plano como uno quiera o tan lleno de color como lo deseemos, solo se necesita una palabra: Voluntad. Si uno quiere aprender algo en un día, lo puede lograr; es más, en mi opinión un día debe tener música, amor y algo de lectura, algo, así sea un periódico o un párrafo. Entonces rememoro lo ocurrido en los últimos días, a manera de diario: Moody’s anda preocupado por Colombia, dice que se deben tomar medidas y que le preocupa si el PIB crece por debajo de su potencial.
Sigo relatando. Hubo partidos de fútbol aplazados, creando naturalmente confusión y descontento; hubo también discusiones sobre el IVA, incluso leí un término de IVA plurifásico, así como el sancocho. Hubo dólar a 3.228 pesos, bastante extendido, títulos de UVR de 2023 al 2.445% y julios del 24 al 6.375%. Leí algo de Historia y les comparto, leí de cuando el Ser Humano empezó a convertir el calor en movimiento y de cómo transformaron el petróleo en poder político líquido. Qué buenos términos. Tal vez el hito cultural más importante del fin de semana fue la presentación de Thomas Schumacher en el Vagabond Festival. Thomas es uno de los mejores, esa es una de las razones por las cuales amo Bogotá.
La cultura está ahí, cada día podemos tener acceso a ella. Hay un libro de una escritora nigeriana llamada Chimamanda Ngozi Adichie: “Algo alrededor de tu cuello”. Por ahí va empezando aunque ya llevo muchos paréntesis abiertos. Debo irlos cerrando.
Eso es lo bello de la vida: abrir y cerrar paréntesis.
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