Al fin, el pasado viernes se gozó en la fiesta corporativa. Conocí gente muy linda, la expectativa fue saciada, le atiné a varias canciones que había dicho que iban a poner y el grupo musical sorpresa fue La 33. Luego de las delicias gastronómicas de reses y pollos asados también hubo un performance, no de Oasis, sino de varios DJs con zancos circenses y cascos estroboscópicos al estilo de Daft Punk. No sé si eran los originales franceses, tal vez detrás de esos avatares estaban ahí muy tiesos y muy majos los reales Guy-Manuel de Homem-Christo y Thomas Bangalter. No sé. Lo que sí hubo fue buena energía. Y hablando también de Homem-Christo, debo decir que mi perrito ayer, Cristo, anduvo también muy tieso y muy majo dándose una vuelta por una famosa feria de diseño que está de moda, montado en mis hombros y ladrándole a todo el mundo. Claro, él es un Cristo burócrata.
Hubo un buen dato el viernes en Colombia: la producción industrial fue 5.8%, más que el 3.9% esperado. Las ventas al por menor subieron 6.5%, más que el 5.5% esperado. Estos dos datos estuvieron muy buenos. Es más, hablando de producción y de ventas, se vienen los regalos de Navidad y dentro de esto hay un amplio espectro: las pistas de Hot Wheels, cuya emoción seguramente dura solo una vuelta, las mascotas de Fur Real, los Squishies, las polly pockets y las mejores muñecas de todas: las Bratz y las LOL (cuyo álbum ya casi estoy que completo).
Las niñas, o niños por qué no, también se pueden antojar de los espaciales meteoritos de Guerlain. Me encanta ese concepto de los meteoritos. Para maquillarse y oír “high life”, mi canción favorita de Daft Punk, en una buena feria estroboscópica.
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