Lo bueno de la cultura, o de lo culto, es la posibilidad de adoptar diferentes facetas. Ayer les escribí sobre el libro de Javier Moro, ayer el turno fue para lo antiguo; de hecho, me faltó darles un dato curioso: en la transición del cine mudo al sonoro, muchos actores quebraron, les fue mal, se les hizo tan extraño que no lo soportaban, les daba risa y hasta cuentan que un actor, Antonio Cumellas, nunca pudo pronunciar “I love you” porque le salían gallos. Es curioso.
Decía yo entonces que la cultura es adoptar facetas, de todo un poco, viajar entre el pasado y el futuro. Por lo tanto ahora me traslado al futuro, o sea al ahora, al presente, y veo cómo se estresó el mercado financiero inmediato, el bursátil, en el que cualquier microsegundo representa una mejor oportunidad para comprar o para vender. El cielo y el infierno en una tecla, en una postura, en un abrir y cerrar de ojos.
Por ejemplo, los títulos de noviembre de 2025 cerraron al 6.878% y los julios del 2024 al 6.51%. Hace un par de días esto era impensable, ahora el dólar está a 3.187 pesos y las bolsas de afuera estuvieron negativas: el Dow Jones bajó 0.99% y el Nasdaq 1.63%.
Siguiendo con lo nuevo, quiero comentarles que veía el último capítulo de Élite, la locura de serie de Netflix (por cierto quedé prendado de Carla). Se las recomiendo, me muero, claramente no puedo dar spoilers. Lo que sí les puedo decir es que en ese último capítulo sonó una canción que es una de mis favoritas y es de mi grupo favorito del momento: la canción es Forever y el grupo es Chvrches. Si quieren el mejor synthpop, lo más bello y atmosférico, oigan a Chvrches.
En la vida en finanzas hay antigüedades y modernidades. Aquí convive el cine mudo con el synthpop.
(fuente de las fotoso : netflix)
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