Les hablaré de un término bastante curioso pero para ello primero diré su definición y luego el nombre del término como tal. Empecemos con la definición: resulta que necesito hacer alguna transacción para diciembre, usemos el típico ejemplo del dólar. Yo quiero saber a cómo va a estar el dólar en diciembre porque necesito comprar unos regalos (spoiler: el niño Dios son los papás), de pronto una bici o una capitana Marvel. No sé si comprarlos hoy o esperarme al 22 de diciembre, entonces voy a donde mi analista amigo, el amigo de toda la vida que estudió Economía y es buenísimo para los números. Él me dice: “no, hermano, el dólar va a subirse para diciembre, el 22 de diciembre va a estar más alto que hoy, va a estar a 3.200”.
Supongamos que yo, uno de los tantos niños Dios, soy un influencer entonces voy a alguna red social. Hay una de un pajarito azul que se llama Twitter entonces pongo este mensaje: “hey amigos, el dólar va a estar a 3.200 el 22 de diciembre, #pilas #dólar #niñodios #spoiler”. Todo el mundo lee el mensaje y piensa, para sus adentros y para sus afueras, que debe comprar de una vez puesto que me creen y se va a subir más. Entonces todos empiezan a comprar. Supongamos que esto se volviera masivo.
Podría ser que el dólar se trepe por todas esas compras y que llegue efectivamente a 3.200 pesos para esa fecha. ¿qué tanto fue porque así iba a ser de todos modos y qué tanto fue por la creencia al postulado inicial?
El nombre de este término se llama “Profecía autocumplida”.
Muy buen ejemplo para explicar la profecía auto cumplida. Me gustó el articulo.
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