Quiero que con este artículo me entiendan mis tías de Cali, las que usen encajes, mi esposa psicóloga, mis primos, mi amiga Dora la que explora, mi amigo Bob (tanto esponja como el constructor), la comunidad de DJs de todos los géneros musicales, George de la selva, Jorge el curioso, los estudiantes de pregrado y postgrado. Todo el mundo. Les hablaré de algo llamado Encaje: por un lado es una pieza de adorno para cortinas y ropas, consistente en unos trazos de figuras abstractas tejidos a máquina. Pero también, dentro de las finanzas, hay algo llamado Encaje. Y para eso les hablaré de algo que se llama “La creación del dinero”.
Hagan de cuenta que ustedes son un banco. La creación del dinero consiste en que llega un señor, quien se puede llamar Luis Eduardo, y les deposita 100.000 pesos en la cuenta; ustedes como banco no se quedan con esos 100.000 guardados sino que se los ofrecen a Jaime a manera de crédito. “Hola Jaime, te presto cien mil pesos a dos años a una tasa atractiva”. Jaime pide prestada la plata para su negocio de empanadas, compra harina y que tales, vende sus empanadas y del producto de su venta consigna cien mil pesos en su cuenta en otro banco. Los del otro banco reciben esos cien mil pero no se quedan con esa plata sino que se la salen a prestar a Margot; No a Margot Ricci sino a otra Margot, para que vaya a San Andrés y traiga mercancía para vender. Ella vende su mercancía, sus pulseras y tenis y de sus ganancias consigna cien mil en su cuenta de ahorros en su banco de siempre. Miren todo lo que ocurrió. ¿había tanta plata en el sistema? digamos que no, todo empezó con los cien mil pesos iniciales, los cuales fueron multiplicados. Eso es la Creación del dinero. ¿Me entendieron? So continuemos.
Es muy poco probable que ocurra, pero ¿qué pasaría si Luis Eduardo retira sus cien mil, luego Jaime también, luego Margot? Sería un colapso ya que no habría con qué responder. Entonces a manera de seguro, de depósito, de garantía, el gobierno exige que de esos cien mil que captó el banco, NO preste todo sino que deje un porcentaje quieto, para alguna eventualidad. Ese es el ENCAJE: hasta ayer era un 11%, o sea que de esos cien mil pesos los bancos deben dejar 11.000 pesos quietos y prestar solo 89.000. Ayer el Banco de la República anunció una medida para dar plata a la economía y es la siguiente: ya no deben dejar un 11% quieto sino solo un 8%. Ese 3% de diferencia vayan, lo pueden salir a prestar. Es básicamente eso.
Otras figuras como CDTs tienen otros porcentajes, los cuales también bajaron pero en últimas es la misma historia. Tías, ¿entendieron?. Bob, ¿entendiste? espero que sí. Sigan usando encajes, esos sí no tienen restricción de porcentajes.
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