Les cuento que en mi caso, el viernes el mercado empezó no a las 7:30 de la mañana sino a las 9:10 más o menos, debido a unas citas que debía cumplir. Antes de llegar al puesto de trabajo, con mi maleta roja a cuestas y mi #OOTD pertinente, pasé a comprar un café, también pertinente, y me encontré a una amiga. Debo decir que tenía un #OOTD absolutamente memorable, con unas botas de caucho, de un diseño hermoso, que hicieron mi día. La saludé, me despedí y luego ahí empezó mi jornada. El dólar abrió a 2.910 y cerró a 2.905,80. También operaban los Tes; siempre menciono una referencia que todos sabemos ya de memoria pero no siempre tiene porqué ser la misma, esta vez les hablaré de otra: los Tes de mayo del 2022, del cual haré posteriormente otro ejercicio en la clase con mis estudiantes. Estos cerraron al 5.935%.
En este párrafo hablaré de algo específico: de una punta roja que se quedó pegada. Esto puede suscitar sonrisas socarronas. Me refiero a algo curioso que pasó en la pantalla de uno de los aplicativos en los que se compran y se venden títulos. Esto, puntualmente, solo lo entenderán los que vivieron este suceso. Resulta que en esa pantalla una postura, es decir una intención de compra que alguien pone, que también se llama punta y que tenía color rojo, se quedó pegada y no se pudo borrar. Fue algo técnicamente curioso que luego se solucionó.
Pero retornemos a lo no tan específico. Este fue un fin de semana de festivales escolares, con comidas deliciosas, inflables, toros de esos que tumban al que se le monta, grupos en vivo, niñas talentosas, amor. Un colegio, un sitio donde se respira la energía más hermosa del universo entero.
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