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“Empecemos diciendo que un porcentaje muy representativo de la base empresarial colombiana está conformado por empresas familiares que van desde pequeños negocios locales con poco personal, medianas empresas con mercados maduros, hasta grandes corporaciones que operan en diferentes geografías y mercados”. Ese planteamiento es de Camilo Jaramillo, consultor en el tema de protocolo de familia en el mundo empresarial. Es mi bloguero invitado esta semana. Acá están sus aportes sobre ese interesante tema:

Camilo Jaramillo es consultor en el tema de protocolo de familia. Foto cortesía.


“Una gran característica común entre todas es esa idea que se va transformando en pasión y termina por convertirse en el proyecto de vida de la familia.
Es esa idea visionaria de un emprendedor que, generalmente con el apoyo de su familia, se va transformando en empresario muchas veces sin darse cuenta.

Es el centro de las conversaciones familiares llenas de expectativas y retos alrededor de la empresa, donde convergen los subsistemas de familia, propiedad y gestión, siendo justamente esta interrelación lo que hace tan particular y diferente a estas empresas de aquellas no familiares.

¿Cómo podríamos caracterizar las diferentes etapas de esa vida empresarial?

CREACIÓN – Emprendedor todero

El emprendedor es, generalmente, una persona muy capacitada, con ideas, dedicación, confianza, y rigor en el trabajo que inicia la aventura de ser empresario. Generalmente es un proyecto importante para la familia, ocupa buena parte de las conversaciones familiares, y va involucrando casi siempre de manera parcial, a otros miembros bien por gusto o necesidad.

Las decisiones se concentran en cabeza de esa figura matriarcal o patriarcal que asume la inmensa responsabilidad de jalonar el proyecto y se la juega a fondo buscando su consolidación en el mercado y su estabilidad financiera.

La gerencia se basa mas en la intuición y en la experiencia que en elementos básicos de planeación, administración y control.  Igualmente presenta un alto nivel de informalidad en procesos y una estructura bastante básica y simple.

CRECIMIENTO Y DESARROLLO – Hijos y nuevas visiones

El propietario desarrolla su empresa con buen producto, generando volúmenes de ventas y márgenes que permitan ir creciendo, ello como producto de gran esfuerzo y dedicación. Con ello crecen sus necesidades, y el estilo gerencial del control del día a día ya no es suficiente.

La empresa requiere una determinada estructura organizacional y el propietario necesita delegar aspectos propios del proceso, al cual van apareciendo usualmente los hijos con nuevas visiones, ideas, ayudas tecnológicas y un gran impulso por la generación de nuevas formas de hacer las cosas, lo cual puede llegar a convertirse en una eventual fuente de diferencias y conflictos al interior de la empresa, que muy fácilmente también trascienden al ámbito de la familia.

En oportunidades ese ritmo de crecimiento es tal que podemos necesitar otros apoyos y aportes que nos permitan tener visiones distintas a la puramente familiar, y es ahí cuando pensar en estructurar un modelo de gobierno podría llegar a ser una herramienta de gran utilidad.

Justo en ese momento pueden llegar juntas asesoras o inclusive directivas, conformadas por personas ajenas a la familia, con experiencias y perfiles multidisciplinarios que se adapten a las necesidades presentes de la empresa, de acuerdo con la estrategia, que nos permitan mirar de manera mas amplia el horizonte y poder responder así a las condiciones del mercado, incorporar nuevas tecnologías y potenciar nuestros procesos.

Ello requiere de una amplitud mental que facilite y acepte esa presencia de externos en la toma de decisiones de una organización tradicionalmente liderada por su fundador y gerenciada con su propio estilo, y según su criterio, en muy pocas ocasiones cuestionado. Es aceptar que lleguen nuevas personas que formulen las “preguntas difíciles”.

SOSTENIBILIDAD – El tiempo del retiro y el paso siguiente

Posteriormente van entrando en escena posibles sucesores, que en unos casos serán los propios hijos por la cercanía que han tenido con el negocio, o en otros casos, también podrán existir opciones diferentes, pero el gran elemento central del proceso será la VISIÓN FAMILIAR sobre el rumbo de la empresa.

Conservar vivo un negocio familiar es uno de los procesos mas trascendentales en la vida de la empresa, y a la vez una de las tareas y retos más difíciles.

Por ello la inteligencia y claridad deben estar presentes en decisiones tales como elección del sucesor, transferencia de poder a la generación de relevo, retiro de la generación saliente, y modelo de gobierno, las cuales, por su propia dimensión e impacto, requieren de etapas serias y formales de diseño, planeación, preparación y ejecución, con nombres, fecha y hora.

Como vemos, más allá de las típicas dificultades que acechan a todos los negocios, los de carácter familiar enfrentan desafíos particulares, entre los cuales podemos resaltar:

  • Mantener una empresa saludable y competitiva.
  • Conservar una familia armoniosa.
  • Garantizar la continuidad de la empresa de generación a generación.

Así pues, que cada empresa familiar requiere de máximo cuidado de su líder principal y nuevos integrantes para garantizar su sostenibilidad”.


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