Si anticipó la Navidad, no olvide que le toca pagar. Evite las deudas y la resaca financiera.
No hay duda, el peor consejero financiero en víspera navideña es la liquidez, pues tener el efectivo genera la percepción de una tenencia que muchas veces no es real.
No hay consejos financieros especiales para esta época, son los mismos que se deben dar en cualquier época del año. Por eso, lo mejor es que haga un presupuesto, no gaste más de lo que ha programado, no se exceda en el uso de la tarjeta de crédito, no se sienta obligado a regalar algo a todos aquellos con quienes cree tener un compromiso, y evalúe el nivel del gasto en eventos sociales a los cuales es invitado (¡relájese!, no tiene que asistir a todos).
Recuerde: para que en enero no sufra de resaca financiera, primero pague lo que debe, luego gaste si le sobra… Tranquilo, no está solo… Yo también soy de los que cree que diciembre es el mes del año en el que se dispara el consumo en los hogares colombianos. Usted, yo, todos gastamos de más. ¿Por qué?, pues porque es el momento en el que gran parte de los trabajadores goza de su periodo de vacaciones y en el que otros buscan la oportunidad que brindan los tres festivos seguidos de salir a un destino turístico, sin importar la lejanía, dependiendo de la cantidad de dinero que se tenga en el bolsillo.
Pero, ojo, no solo son las vacaciones, diciembre también es el mes en el cual hay más propensión al consumo por efecto de los regalos para familiares y amigos y por la cantidad de compromisos sociales que se generan en el trabajo.
A ello se suma la sensación de contar con mayor poder adquisitivo gracias a la cantidad de dinero que se recibe por primas legales y extralegales, así como por bonificaciones y por el pago anticipado de las vacaciones. Esto, en últimas, lo que genera es una sensación de abundancia… una abundancia que induce al gasto (a veces desmedido).
Por su parte, el comercio y sus dinámicas de mercadeo han hecho que el consumo de diciembre se anticipe. Por esta razón, es normal que, desde comienzos de octubre, incluso de manera simultánea con la época de Halloween, se dé inicio a la temporada navideña, con vitrinas decoradas que invitan desde ese mes a la compra. Además, aparecen las agencias de viajes y sus llamativas ofertas que brindan la posibilidad de ahorrar unos pesos.
Al final, lo único evidente es que el ingreso extra que se puede recibir en diciembre ya ha sido previamente comprometido en gastos que son propios del mes de diciembre; el uso del crédito (bien sea rotativo o proveniente de las tarjetas) ha facilitado la compra y hace que se incremente el gasto de manera previa a la llegada de las festividades de fin de año.
De poco valen los consejos que racionalmente se pueden dar en relación con el uso de la prima o de los ingresos adicionales que llegan en diciembre. Lo mejor y lo más recomendable es que estos ingresos se destinen a la disminución de las deudas grandes o al ahorro con fines más trascendentes que esta celebración.
Insisto: es pertinente recomendar que esos recursos extra que llegan se destinen a cubrir el gasto que se ha anticipado, no para gastar más y llegar a enero con la resaca financiera que queda luego de ser consciente del gasto que se ocasionó en el mes anterior.
¿No ha llegado diciembre y ya se endeudó? Organícese, ¡usted tiene la solución!
Omar Alonso Patiño
Profesor del pregrado en Administración de Empresas
Universidad EAN
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