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En las aulas universitarias se evidencian comportamientos y factores que determinan por qué ellas obtienen mejores calificaciones. La estadística lo avala, ¿está usted de acuerdo? 

¿Por qué las mujeres son más ‘pilas’?

Al entrar al salón de clases pido el favor de diligenciar una encuesta compuesta por 36 variables. Mientras completan el cuestionario, algunos estudiantes me miran con cara de asombro y otros tantos realizan cálculos mentalmente. Después de terminar el ejercicio explico la pregunta que intento responder: ¿por qué algunos alumnos tienen mejores calificaciones? La pregunta no es nueva y existen múltiples artículos que relacionan el rendimiento académico con comportamientos individuales, condiciones sociodemográficas, y el entorno social.

Sin embargo, y después de varios años, la encuesta ha tomado forma a partir de las contribuciones, a modo de discusión, que he recibido de los estudiantes en cuanto a los factores que ellos consideran afectan sus notas y las variables que son fáciles de medir.

En la más reciente encuesta participaron 132 personas pertenecientes a los programas de administración de empresas, economía y negocios internacionales. Un primer resultado llamó fuertemente mi atención: las mujeres, en promedio, tienen un rendimiento académico más alto que los hombres (un 4% más). La diferencia es estadísticamente significativa, puesto que si se toma otro grupo de individuos existe una alta posibilidad de que las mujeres vuelvan a tener mejores calificaciones que los hombres.

¿Por qué, por ejemplo, las mujeres tienen un mayor rendimiento en la universidad? Una explicación se encuentra en las horas de estudio. Ellas dedican en promedio 22,3 horas semanales mientras que ellos 17,7 horas. Sin importar el sexo, las horas de estudio se encuentran relacionadas con una mejor calificación, pero solo hasta cierto punto. Es decir, estudiar debe realizarse en sus “justas proporciones”; la falta de estudio (menos de 10 horas) o el exceso (40 o más horas) generan calificaciones inferiores, frente a una situación intermedia (30 a 39 horas). Las notas más altas se obtienen en el último rango.

 

“La falta de estudio (menos de 10 horas) o el exceso (40 o más horas) generan calificaciones inferiores, frente a una situación intermedia (30 a 39 horas)”.

 

La importancia de los puntos medios también se puede evidenciar en las horas de sueño. Las personas con pocas horas de sueño (5 o 6 horas diarias) o muchas horas (9 horas o más) reciben calificaciones inferiores, en comparación con quienes descansan entre 7 y 8 horas (3,93 sobre 5). Al igual que las horas de dormir, la cantidad de mascotas mejora el rendimiento académico siempre y cuando se encuentre un equilibrio. La compañía de un animal puede transmitir sentimientos de apoyo, pero tener muchas mascotas requiere de tiempo adicional que puede afectar las horas de estudio y de descanso.

 

Otros factores de alto rendimiento

Los ingresos de los padres también determinan el rendimiento académico. Desde un punto de vista, se supone que ingresos más altos proveen a la persona con más recursos académicos y, por ende, se esperan calificaciones superiores. Sin embargo, también hemos visto que al percibir menores ingresos y tener una oportunidad educativa (beca), el alumno se esfuerza porque se le imponen condiciones académicas, tiene sentido de compensación o ve la educación como un mecanismo de progreso. En el caso de nuestra encuesta, los estudiantes provenientes de hogares con bajos ingresos y beca registraron las notas más altas (4,05), en contraste con sus compañeros de ingreso medio (3,93) e ingreso alto (3,78).

De igual forma, la continuidad del proceso educativo y la satisfacción con el programa académico permiten alcanzar calificaciones más altas. Al ingresar a un nuevo colegio, el rendimiento, en promedio, se reduce en 1,6%. Recordemos que el cambio del lugar de estudio no implica solo un desplazamiento físico, sino adaptarse a nuevas condiciones y puede ser consecuencia de comportamientos del alumno (indisciplina) o de factores externos (cambio de ciudad).

Disfrutar del proceso de aprendizaje, así mismo, afecta los puntajes. En una escala de 1 a 10, los alumnos que registraron 7 en satisfacción obtuvieron una menor nota (3,65) frente a quienes reportaron 10 en satisfacción (3,88).

 

“Disfrutar del proceso de aprendizaje también afecta los puntajes. En una escala de 1 a 10, los alumnos que registraron 7 en satisfacción obtuvieron una menor nota (3,65) frente a quienes reportaron 10 en satisfacción (3,88)”.

 

Por último, quiero reflexionar sobre algunas variables que, en teoría, deberían afectar el rendimiento académico. La confianza en los compañeros de clase puede ser vista como un elemento fundamental para construir el trabajo en equipo y obtener mejores calificaciones, pero en la muestra no se observó esta relación. La situación descrita también se presenta en la calidad de las relaciones familiares, medidas a través del número de comidas que el estudiante comparte con su círculo más cercano.

Además de la confianza y de los lazos familiares sería interesante preguntar por la espiritualidad de las personas, pero aproximar algo tan profundo con un número sería un gran reto metodológico. Aun así, recuerdo cuando pregunté en otra encuesta: “¿Usted creyó en el niño Dios cuando pequeño?” La verdad no me acerqué a la respuesta esperada, pero sí a muchas expresiones de alegría.

 

Camilo Vargas
Profesor Facultad de Administración, Finanzas y Ciencias Económicas
Universidad EAN

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