Como mujeres, el primer contacto que tenemos con la industria cosmética es con el labial, ya sea probando el labial de mamá para querer ser como ella, o en las fiestas infantiles en donde las sorpresas que daban a las niñas casi siempre contenía un brillo labial. Con el pasar de los años, el uso de este producto se vuelve casi rutinario entre mujeres, gracias a que ahora lo encontramos dentro del mercado en distintos colores, texturas y precios, pero realmente sin saber cómo y dónde se origina este.
Hace 5000 años en la antigua Mesopotamia se ve la primera imagen de lo que hoy conocemos como lápiz labial, cuando hombres y mujeres de la época pintaban sus rostros con tintas que sacaban de los frutos. Luego de eso en diferentes civilizaciones empieza a surgir este fenómeno de pintarse los labios, hasta que en el siglo XVI con la imagen de la Reina Isabel I, quien se pintaba el rostro de blanco y sus labios de un rojo bastante encendido, empieza el primer boom del uso de lápiz labial como un producto capaz de hacer distinguir a la clase alta europea. Siglos después empieza a verse este producto como algo que usaban solo las prostitutas, brujas y mujeres de clase baja, por lo que el lápiz labial adquiere una mala reputación.
Pero en el siglo XX se dio el boom definitivo para que se normalizara el uso del lápiz labial y llegara a usarse como se usa hoy en día. En 1912 salen a las calles de Nueva York sufragistas a exigir el derecho al voto de las mujeres en ese país, lo cual hacen mediante un desfile, para el cual Elizabeth Arden reparte a esas sufragistas labiales para que salieran a protestar con sus labios pintados de rojo, entonces este producto empieza a verse como un aliado del feminismo. En el mismo siglo, pero unos años más adelante, durante la Segunda Guerra Mundial, en Inglaterra sale el lema “Beauty is your duty”, bajo el cual se promovía que las mujeres destacaran su belleza con productos cosméticos para darle aliento a los soldados que estaban siendo participes de la guerra y así mismo a pesar de estar en guerra mostrarle una buena imagen al mundo del país, razón por la cual durante la época de guerra no se restringió el consumo del lápiz labial como el de otros productos, y de hecho fue uno de los productos más icónicos de la época. Bajo esos acontecimientos y con el boom del cine en el mundo, en donde nace la fama de la aún recordada Marilyn Monroe, la mala imagen del lápiz labial quedo atrás y este se convierte en el producto cosmético preferido por todas las mujeres.
La historia de este producto no ha pasado en vano, ha trasegado al pasar de ser la imagen de la clase alta a ser la imagen de prostitutas, de ser un símbolo del feminismo, a ser una esperanza en medio de la guerra; y sin más, permitió que hoy en día se pueda decir que este producto es el pequeño gigante de la industria cosmética, ya que hoy por hoy, la mayoría de personas que han querido entrar a esta industria han empezado con la elaboración y venta de este producto, que supera en cifras a otros productos pertenecientes al mismo mercado (no más en Colombia en lo que va corrido del años el gasto total en este producto ya supera el billón de pesos), y este producto les ha permitido posicionarse en el mercado para luego incursionar con otros, como claramente nos lo permite observar el caso de Kylie Cosmetics, que empezó en el mercado ofreciendo labiales y hoy en día es una de las grandes empresas de la industria, que no sólo vende labiales sino que expandió su mercado a la venta de también paletas de sombras, contornos e iluminadores; y así como ese caso hay muchos más, como Mac Cosmetics que encontró el reconocimiento gracias a un labial rojo intenso que usó Madonna en una sesión fotográfica, o hasta la misma línea de cosméticos de Elizabeth Arden que aun sobrevive y nació gracias a ese labial rojo a principios del siglo XX que causo tantas discordias.
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