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Por Juan Pablo Sánchez Bustos. Gerente de Operaciones RADDAR CKG.

¿Las empresas tienen ética?, ¿Actúan con ética? ¿Los departamentos de mercadeo realizan sus estrategias con ética?, todas estas preguntas me las he hecho últimamente de manera repetitiva, debido a que muchas veces siento que las empresas juegan con el consumidor y no actúan en función del deber.

 Muchas veces las empresas aprovechan las falencias que tienen las leyes para poder sacar provecho de todos. Sí, de todos, porque al final todos somos consumidores en algún momento; por ejemplo, engañar al consumidor se hace evidente cuando una aerolínea lleva a cabo campañas de precios donde se ofrecen tiquetes aéreos en $99.000 y en la letra pequeña posteriormente queda en evidencia que el precio es desde ese valor pero la verdad uno nunca encuentra los tiques en dicho valor, ético tampoco resulta, que las compañías o las hagan  publicidad negativa de sus competidores, claramente no de forma explícita para poder posicionar sus productos.

Ético tampoco resulta, ofrecer un producto con ciertas características que al revisar con detenimiento no cumplen con las cantidades descritas, con las características de funcionalidad, o en los peores de los casos no sirven para nada de lo que describen que fueron hechos.

Pero la culpa no sólo recae sobre las marcas como generadores de valor a través de productos o servicios, la culpa es también de las personas que están detrás de ellas. Aun, no quedándome claro sí para todas las personas que violentan  la ética parten de un comportamiento  consiente, o simplemente son objeto de los negocios o la vida empresarial.

 Estoy totalmente seguro que las marcas o los productos no fueron creados con falta de ética, estoy muy enfocado en creer que su proceso de construcción parte de la constante búsqueda de resultados altamente positivos para las empresas, y sus cabezas o equipos se han visto muchas veces comprometidos a poner a prueba su ética profesional al estar sometidos a una constante exigencia de resultados y una constante competencia con otras empresas, generando muchas veces, que las acciones, criterio y decisiones directivas sean tomadas a la ligera omitiendo principios éticos y sobretodo los principios fundamentales de la empresa.

Del  breve análisis anterior es importante invitar a que las marcas colombianas provean a sus empleados una serie de herramientas éticas y morales para el buen proceder y el buen cumplimento de sus metas corporativas, estas herramientas éticas deben estar alineadas a la promesa de valor, a la misión y visión de las organizaciones que el factor diferencial de las organizaciones también los sientan propio los equipos que están al frente de las marcas.

Las marcas no solo venden productos o servicios, las marcas venden una imagen un estilo y es ahí donde la ética vuelve toma una posición importante, de nada vale la pena vender por vender y generar seguidores si los están engañando o si les están llegando con productos o servicios que no son realmente construidos con ética.

 La ética en el mercadeo juega un papel muy importante dentro de la estructura de las marcas ya que esto define muchas de las acciones que realizarán para poder alcanzar metas a veces es bueno decir que no son los mejores pero están luchando por llegar hacer el mejor.

 

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