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Luego de su debacle en el mercado mundial de smartphones, la canadiense BlackBerry está tratando de darle un giro radical a su negocio, esta vez más consciente de sus capacidades y limitaciones. De las manos de John Chen –quien cumplió un año como CEO- trata de reinventarse así misma confiando en las capacidades empresariales de su plataforma BlackBerry 10, sus sólidos terminales, las nuevas iniciativas de software y futuros dispositivos conectados (Internet de las Cosas).

 

Aspectos claves para los negocios como el email, la seguridad de los datos, la mensajería y la gestión de la infraestructura móvil son los argumentos de venta que utiliza BlackBerry en esta nueva etapa. Los mismos que pregonaba hace cinco años, pero que inexplicablemente descuidó para dedicarse a vender teléfonos para las masas.

 

Debido a que muchos empresarios reconocen que BlackBerry es experta en gestión de dispositivos móviles, el fabricante decidió dejar de producir un montón de teléfonos idénticos entre sí para concentrarse en unos pocos modelos. Uno de ellos es el BlackBerry Passport.

 

Presentado ante la prensa la semana pasada en Bogotá, el fabricante se esforzó por dejar en claro que su foco es la movilidad empresarial, donde la productividad, la seguridad y la comunicación son los pilares en los que se sustenta su nueva tesis.

 

Un bicho raro

Es imposible dejar de sorprenderse al verlo por primera vez. Extravagante e increíble en sus medidas (90.3 mm de ancho x 128 mm de alto), este ‘bicho raro’ viene con una pantalla cuadrada de 4.5 pulgadas que mide 81 x 81 milímetros (1440 x 1440 píxeles), algo totalmente ajeno a los estándares de diseño actuales, donde la pantalla es más alta que ancha. Sin dudas, un tamaño que toma tiempo en acostumbrarse.

 

Por el tamaño de su pantalla, escribir con una sola mano supone un reto difícil de lograr, lo cual podría ir en contravía de la movilidad empresarial, donde las decisiones se toman prácticamente con la yema de los dedos.

 

Sin embargo –para quienes aún añoran los teclados físicos- manejar el BlackBerry Passport es una delicia, ya que su icónico teclado QWERTY fue reformado y ahora permite escribir textos con una rapidez inusual imposible de alcanzar con una pantalla táctil. Esto no solo se debe a que tiene menos filas y teclas (tres filas y 29 botones), sino además porque BlackBerry dotó al Passport con una innovadora función de escritura inteligente que agrega gestos táctiles mediante un trackpad sensible.

 

El carácter ‘de negocios’ se complementa con una fantástica batería de 3450 miliamperios que –según el fabricante- aguanta para 18 horas en tiempo de conversación sobre una red 3G, la plataforma de mensajería BlackBerry Hub, y la seguridad ancestral de su sistema.

 

Estas parecen ser las respuestas ante la pregunta de ¿por qué debo dotar a mis empleados con un BlackBerry Passport y no con un iPhone 6, o un Samsung Galaxy Alpha que tienen precio semejante? (USD$599 a USD$649).

 

Ofrecer un equipo tan radical y diferente –así sea de nicho- puede darle a la compañía un aire de renovación único para llevarla por el camino correcto. A primera vista, el Passport no decepciona para nada. Por el contrario, creo que puede direccionar correctamente el futuro de BlackBerry con un guión audaz basado en la innovación y en la búsqueda de sus raíces.

 

Con el Passport –y el Classic que se presentará en Diciembre- BlackBerry inicia un nuevo ciclo estratégico en la búsqueda de un negocio más rentable en la feroz lucha contra Android y iOS (que tienen gran relevancia empresarial) para ganar nuevamente la confianza de los empresarios, quienes precisamente buscan una plataforma segura, robusta y madura para movilizar sus negocios.

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