Arrojarte por una tirolesa que vuela sobre el mar, degustar un buen filete en una exótica cabaña de madera y caretear en una isla repleta de follaje y naturaleza. Acapulco es sinónimo de aventura, adrenalina y buen comer. Conoce sus #7imperdibles.
Acapulco es sinónimo de viajes, romanticismo y leyendas. Es un puerto que despierta la nostalgia de quienes regresan después de muchos años: la emoción de ver nuevamente a los clavadistas persignarse antes de lanzarse al vacío y surcar el cielo a 60 kilómetros por hora para sumergirse en La Quebrada. Es disfrutar de la pesca del día en una de tantas cabañas artesanales que bordean la playa. Es descubrir nuevos mundos bajo el océano o en las colinas de La Roqueta.
“Pensar en México es pensar en Acapulco”, me aseguró su Directora de Promoción Internacional Piquis Rochin, quien ha pasado los últimos 10 años ayudando a que este destino –famoso por sus glamurosos hoteles, ilustres visitantes y postales de ensueño-, recobre su esplendor y reputación.
Piquis Rochin, Directora de Promoción Internacional en Fideicomiso de Promoción Turística de Acapulco.
A fe que lo ha logrado. A pesar de la violencia que ha golpeado a la ciudad en los últimos tiempos, Rochin dice que Acapulco sigue conservando esa esencia vintage tan reconocida a nivel internacional que le ha valido el calificativo de ‘La Perla del Pacífico’. “Estamos obsesionados por recuperar nuestro ADN para que la ciudad resurja como el destino emblemático que siempre ha sido: la puerta de entrada a México”.
Les dejo los #7imperdibles de Acapulco:
TIROLESA XTASEA
Si eres de los que busca desfogar tus niveles de adrenalina en cada destino, la tirolesa Xtasea es para ti. Considerada la más larga del mundo sobre el mar por sus 1.800 metros de longitud, este ‘canopy’ te permite volar al estilo Supermán sobre la Bahía de Puerto Marqués, mandarte en vuelo nocturno a 120 kilómetros por hora, arrojarte sentado en un recorrido de 2 minutos o ir acompañado en un vuelo tándem para disfrutar la brisa marina. También es posible volar cómodamente recostado sobre una hamaca para tener vistas a 360 grados de esta bellísima ciudad costera.
ESNÓRQUEL Y KAYAK EN LA ROQUETA
Es imposible visitar Acapulco sin dejar de ir a la Roqueta, una isla a 30 minutos en bote donde se pueden disfrutar deportes acuáticos incluyendo esnórquel, buceo, kayak y paddle board gracias al tranquilo oleaje y a sus aguas color turquesa. Ideal para alejarse de las bulliciosas playas de Caleta y Caletilla, puedes caminar durante tres kilómetros en una tupida vegetación para llegar a El Faro. Vale la pena subir hasta la cima para contemplar las espectaculares vistas sobre el Pacífico.
LA QUEBRADA
Por casi cincuenta años, La Quebrada es un clásico de Acapulco. En la parte antigua de la ciudad, justo a unas cuadras del centro del puerto, hay un acantilado donde intrépidos nativos se lanzan al vacío desde 35 metros. Vértigo, emoción y peligro a alta velocidad conforman un espectáculo indescriptible, ya que los clavadistas solo tienen cuatro metros –a lo sumo-, luego de ingresar al agua, para esquivar las rocas del fondo a una velocidad que supera los 60 kilómetros por hora. Una exhibición de valentía, fuerza y destreza que incluye complicadas piruetas en el aire y entradas emocionantes al mar. Puedes subir la colina hasta la cima del acantilado o llegar hasta una de las plataformas de observación ubicadas en la falda de la montaña.
PLAYA REVOLCADERO
¿A quién no le gusta la playa? Acapulco es famosa por tener grandes extensiones de arena blanca y agua tibia y cristalina, irresistibles para cualquier viajero. Una de las más utilizadas para hacer surf hace honor a su nombre: Playa Revolcadero, donde el oleaje es fuerte. También debes visitar Acapulco Diamante, una playa tranquila y llena de desarrollos turísticos con una gran oferta gastronómica donde la especialidad es la sopa de mariscos.
LAGUNA DE TRES PALOS
Andar a caballo, pasear en lancha, hacer trekking o disfrutar de la naturaleza, la laguna de Tres Palos te permite entrar en contacto profundo con la ecología. Ubicada a escasos a escasos 25 minutos del Aeropuerto Internacional de Acapulco, según la Revista El Viajero, este espejo de agua dulce es un verdadero santuario de flora y fauna con pelícanos, colibríes, lagartos y garzas. No puedes dejar de recorrer los manglares, con ensenadas de barro gris que sirven como exfoliante natural.
ZONA DORADA
Conocida también como el ‘Sunset Boulevard Mexicano’, la Zona Dorada es un corredor comercial y hotelero ubicado en la Bahía de Acapulco que inicia en el Parque Papagayo y se extiende por casi 6 kilómetros hasta la Base Naval. En su recorrido –que puede tardar hasta dos horas a pie-, puedes encontrar desde parques acuáticos, playas tranquilas y hoteles de todas las categorías hasta espectáculos folclóricos y plazas comerciales con tiendas de diseñador y artesanías locales.
MARIO CANARIO: PESCA DEL DÍA
A pocos pasos de Playa Diamante hay una pintoresca cabaña donde puedes degustar la pesca del día en un ambiente que invita a pasarla relax: Mario Canario. Allí, el reconocido chef @eduardopalazuelos aplica el concepto ‘Mexican homemade’ para crear platillos de la tierra y el mar con grandes dosis de locura y diversión. Entre sus creaciones están los taquitos de jaiba, el pulpo a las brasas y los camarones a la diabla, que pueden combinarse con bebidas basadas en mezcal, tequila y frutas tropicales. Tip: llega antes de las 7PM; verás como las luces del atardecer se funden entre los techos de paja y los árboles del patio principal.
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