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Las investigaciones corporativas son más rutinarias de lo que se piensa, especialmente al abordar la gestión del riesgo y el cumplimiento.  

Nicolás Urrutia, Control Risks.


La triste llegada de la pandemia —y su rápida expansión global— aceleró el auge del trabajo remoto, impulsó cambios en el consumo y facilitó el aumento del crimen organizado, fraude y lavado de activos.

Es un mal común que afecta no solo a la política sino también el entorno económico y social de las naciones y las organizaciones.

Hoy invité a Nicolás Urrutia, director asociado de Control Risks, quien hace varias aproximaciones al negocio de las investigaciones corporativas, en un escenario cada vez más volátil, sujeto a riesgos continuos.

¿Qué son las investigaciones corporativas?

Las investigaciones corporativas son procesos estructurados de recolección, verificación y análisis de información. En la mayoría de los casos, las investigaciones se llevan a cabo cuando una compañía tiene sospechas de que se ha presentado o se está presentando un caso de fraude, robo o corrupción. Desde finales de los años 90’s, varios países han implementado regulaciones que obligan a las compañías a desarrollar investigaciones en este tipo de casos, como complemento a las investigaciones que llevan a cabo las entidades gubernamentales. En esta medida, la disciplina de las investigaciones ha crecido a pasos acelerados en los últimos años, y las principales compañías del mundo llevan a cabo investigaciones de diversos tipos de manera rutinaria, bien sea por su propia cuenta o con el apoyo de expertos externos.

 

¿Qué tendencias se revelan para este negocio en Colombia?

Hemos visto tres tendencias principales en cuanto al desarrollo de investigaciones en la nueva normalidad. La primera es que en varios casos los planes de investigación se han tenido que adaptar para lograr la recolección remota de información y documentos, incluyendo el desarrollo de entrevistas virtuales. La segunda es hemos logrado incorporar nuevas tecnologías para verificar información y reemplazar parte del trabajo que antes se hacía de manera presencial. La tercera tendencia es que las autoridades regulatorias no han relajado los estándares durante la pandemia, lo que obliga a las compañías a seguir cumpliendo con una serie de requisitos regulatorios así la situación económica sea muy compleja.

 

«Las autoridades regulatorias no han relajado los estándares durante la pandemia.»

Dicen que el panorama político, económico y social pueden afectar  investigación corporativa…

Las crisis siempre generan incertidumbre, y la incertidumbre afecta el comportamiento de las personas. Cuando los dueños o los colaboradores de una compañía sienten que la empresa está en crisis o, peor, que el mundo está en crisis, es más probable que desarrollen comportamientos negativos. Esto conlleva a un crecimiento en los índices de robos, pérdidas y fraude. También abre la puerta a riesgos de lavado de activos y corrupción, especialmente en el caso de empresas que hayan visto su supervivencia en riesgo a causa de la pandemia.

 

Además, el panorama regional no le ayuda a Colombia…

Colombia ha estado expuesta a los impactos económicos de la pandemia de manera similar a los demás países de la región. La ventaja competitiva colombiana en este contexto ha sido una combinación de tres factores, que probablemente ayudarán a que el país se vaya recuperando en el 2021 y 2022. El primer factor ha sido la estabilidad política, que tranquiliza a inversionistas internacionales cuando se nos compara con Perú o Chile, por ejemplo. El segundo factor es la cercanía geográfica y comercial con EEUU, que puede abrir puertas a varios proyectos de near-shoring. El tercer elemento es el espíritu emprendedor, que ha permitido el surgimiento de nuevas empresas aún en medio de un clima adverso.

 

¿Cuáles son los factores detonantes de tales delitos?

La crisis económica, las restricciones operacionales y el trabajo remoto han elevado las oportunidades de robo, fraude y corrupción en las empresas, tanto en Colombia como en otros países. Muchas compañías han tenido que adoptar un modelo de trabajo remoto de manera acelerada, sin tener el tiempo para establecer controles efectivos que mitiguen los riesgos de comportamientos irregulares de sus colaboradores, sus proveedores o sus socios. En esta medida, lo que hemos observado es un crecimiento en la demanda de investigaciones corporativas, especialmente en casos en los que las empresas han detectado un incremento de robos internos. Claro está, para muchas compañías la nueva normalidad ha sido una época de vacas flacas, lo que en algunos casos las ha llevado a posponer el desarrollo de investigaciones mientras enfocan esfuerzos en otras áreas del negocio

 

Entonces, ¿Qué proponen ustedes como expertos para mitigar esa situación?

Es muy mala idea relajar controles en momentos de crisis. En nuestra experiencia, las compañías mejor posicionadas para la recuperación son las compañías que aún en coyunturas complejas siguen cumpliendo con los más altos estándares de comportamiento y ética empresarial. Nuestra recomendación en este contexto es no caer en la trampa del facilismo ni la permisividad.

 

Para finalizar, ¿Qué le recomienda al empresariado colombiano?

La pandemia va a seguir marcando el paso de la recuperación, y seguramente vamos a tener retrocesos temporales. Las empresas deben entender muy bien su entorno, planear sus procesos en función de las limitaciones que probablemente seguiremos enfrentando este año, y aprovechar las nuevas oportunidades de negocios que siempre surgen en medio de una crisis.


 

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