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Publicado el 20 de julio de 2012 por Ellen Brown

 

En algún momento, llamar a los grandes bancos multinacionales un ‘cartel’, haría que a usted le catalogaran de teórico de la conspiración. Hoy en día, los grandes bancos están siendo llamados así e incluso algo peor, no sólo en los grandes medios de comunicación, sino en documentos judiciales destinados a sustentar las denuncias como hechos. Los cargos incluyen chantaje (crimen organizado de acuerdo a la Ley de Organizaciones Corruptas Influenciadas por Organizaciones Delictivas — U.S. Racketeer Influenced and Corrupt Organizations o RICO por sus siglas en inglés), violaciones de leyes antimonopolio, fraude electrónico, manipulación de licitaciones y fijación de precios. Los cargos condenatorios ya han sido probados y los daños más graves y sus sanciones estudiados. La teoría de la conspiración se ha convertido en un hecho corroborado.

 

En un artículo del 3 de julio publicado en The Guardian, titulado Private Banks Have Failed – We Need a Public Solution, Seumas Milne escribió sobre el escándalo de la manipulación de la tasa LIBOR, admitido por el banco Barclays:

 

Ya está claro que la manipulación de la tasa, que depende de la colusión, va mucho más allá de Barclays e incluso la City de Londres. Esta es una de las múltiples estafas que se han hecho endémicas en un sistema desastrosamente desregulado, con incentivos incorporados en pro de los carteles para manipular el precio base de las finanzas.

 

[…] Pudo, desde luego, solamente haber ocurrido en un sector financiero dominado por lo privado, convirtiéndose en un absurdo de la ideología del libre mercado a prueba de quiebras que todavía tiene influencia en la vida pública.

 

[…] Una parte crucial de la explicación es el descomunal poder político y económico de la City […] las finanzas han usurpado la democracia.

 

Manipulación de las licitaciones y de las tasas

 

La manipulación de las licitaciones fue el tema del caso U.S. v. Carollo, Goldberg and Grimm, una demanda de diez años en la que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos obtuvo sentencia favorable el 11 de mayo pasado contra tres empleados de GE Capital. Miles de millones de dólares fueron esquilmados de ciudades a lo largo y a lo ancho de los Estados Unidos, al conspirar para manipular las licitaciones públicas de los bonos municipales, un negocio que mueve 3.7 billones de dólares. Otros bancos involucrados en el fraude licitatorio incluyen a Bank of America, JPMorgan Chase, Wells Fargo y UBS. Estos bancos ya han pagado un total de 673 millones de dólares en restituciones después de haber aceptado cooperar con el caso.

 

Inmediatamente después del fallo del caso Carollo vino el escándalo de la tasa LIBOR, que contempla colusión para manipular la tasa de interés interbancaria que afecta a 500 billones de dólares en contratos, instrumentos financieros, hipotecas y préstamos. El banco Barclays admitió en junio frente a los reguladores, que trató de manipular el LIBOR antes y durante la crisis financiera de 2008. Dijo que otros bancos estaban haciendo lo mismo. Barclays pagó 450 millones de dólares para conciliar los cargos.

 

La Comisión del Comercio en Futuros sobre Mercancías de los Estados Unidos (U. S. Commodities Futures Trading Commission – CFTC), dijo en un comunicado de prensa que el banco Barclays, de manera ‘consistente’, reportó tasas ficticias en lugar de las reales; que pidió ayuda a otros grandes bancos, y les colaboró para que le ayudaran; y que Barclays lo hizo «para beneficiar la posición de negociación de derivados del banco» y «para proteger la reputación de Barclays de percepciones negativas del mercado y de los medios de comunicación, relativas a la situación financiera de Barclays».

 

Después de dimitir, los altos ejecutivos de Barclays implicaron de inmediato tanto al Banco de Inglaterra como a la Reserva Federal. El resultado es que los bancos más grandes y sus guardianes, los bancos centrales, se confabularon para manipular las tasas de interés de mercado más importantes a nivel mundial, junto con los tipos de cambio, mejorando así la cotización del dólar.

 

La CFTC no acusó a Barclays de un delito o pidió compensación para las víctimas. Pero las actividades de Barclays con los otros bancos parecen configurar asociación delictiva bajo las normas federales RICO, que autorizan a las víctimas a reclamar el triple del daño; y demandas colectivas bajo RICO son esperadas.

 

El golpe a los bancos acusados puede ser paralizante. Las normas RICO, que implican reclamaciones por el triple de los daños, han desarticulado a los clanes criminales Gambino, Genovese, a los Hell’s Angels y a los Latin Kings.

 

El beneficio: No en el interés sino en los swaps sobre las tasas de interés

 

Los defensores de los bancos dicen que nadie resultó herido. Los bancos hacen su dinero de los intereses de los préstamos y las tasas fraudulentas eran en realidad INFERIORES a las tasas reales, REDUCIENDO las ganancias del banco.

 

Eso puede ser cierto para los pequeños bancos locales, que hacen la mayor parte de su dinero de los préstamos locales; pero estos bancos locales no estaban entre los 16 megabancos que arreglaban la tasa LIBOR. Sólo tres de estos eran estadounidenses —JPMorgan, Citibank y Bank of America— y redujeron ostensiblemente sus préstamos locales luego de la crisis de 2008. En los tres años siguientes, los cuatro bancos más grandes de los Estados Unidos —Bank of America, Citibank, JPMorgan y Wells Fargo— recortaron los préstamos a pequeños negocios en un 53%. Los dos más grandes —Bank of America y Citibank— recortaron el crédito local en un 94% y 64% respectivamente.

 

Sus ganancias provienen ahora en gran medida de los derivados. Hoy en día, el 96% de los derivados están en manos de sólo cuatro bancosJPMorgan, Citibank, Bank of America y Goldman Sachs— y la estafa del LIBOR aumentó significativamente sus ganancias sobre estas apuestas. Los swaps sobre las tasas de interés componen el 82% de las transacciones de derivados. El Banco de Pagos Internacionales reporta un valor nominal pendiente de pago a junio de 2009 por 342 billones de dólares. JPMorgan —el rey del juego de los derivados— reveló en febrero de 2012 que había recaudado 1.4 billones de dólares por concepto de ingresos provenientes de transacciones en swaps sobre las tasas de interés en 2011, convirtiéndolas en una de las más grandes fuentes de ingresos del banco.

 

Los perdedores han sido los gobiernos locales, hospitales, universidades y otras organizaciones sin ánimo de lucro. Por más de una década, los bancos y las compañías de seguros les convencieron de que los swaps sobre las tasas de interés, bajarían las tasas sobre los bonos vendidos para proyectos públicos, tales como carreteras, puentes y escuelas.

 

Los swaps son complicados y vienen en varias formas; pero en la más común la parte A (una ciudad, hospital, etc) paga una tasa de interés fija a B (el banco), mientras recibe un tipo de interés variable indexada a la tasa LIBOR u otra tasa de referencia. Los swaps fueron introducidos para asegurarse frente a un alza en las tasas de interés, pero, a cambio, las tasas de interés cayeron a niveles históricamente bajos.

 

Los defensores dicen que «un trato es un trato», las víctimas sólo sufren de remordimiento del comprador. Pero aunque esa puede ser una buena defensa si las tasas de interés hubieran subido o bajado de forma natural en respuesta a la demanda; esto fue una deliberada y manipulada acción por parte de la Fed, actuando para salvar a los bancos de sus propios disparates; y los bancos que manipularon las tasas participaron de esta acción. Las víctimas apostaron contra la casa, y la casa había arreglado el juego.

 

Demandas a la espera

 

Funcionarios estatales y locales de todo el país se están reuniendo para determinar los daños y perjuicios causados por los swaps sobre las tasas de interés, que se encuentran en alrededor de tres cuartas partes de las principales ciudades de los Estados Unidos. Los daños de la manipulación sobre el LIBOR están siendo investigados por la Fiscal General de Massachusetts Martha Coakley, el Fiscal General de Nueva York Eric Schneiderman y funcionarios de CalPERS (fondo público de pensiones de California, el más grande del país) y cientos de hospitales.

 

Una víctima que está dando la pelea es la ciudad de Oakland, California. El 3 de julio, el Concejo de Oakland aprobó por unanimidad una moción para negociar la rescisión sin tasas o multas, sobre sus swaps de tasas de interés con Goldman Sachs. Si Goldman se niega, Oakland va a boicotear la celebración de futuros negocios con el banco de inversión. Jane Brunner, quien presentó la moción, dice que terminar el acuerdo podría ahorrarle a Oakland 4 millones de dólares al año, hasta por un total de 15.57 millones, dinero que podría ser utilizado para otros servicios de la ciudad y programas escolares. Miles de ciudades y otros organismos públicos, tienen los mismos swaps tóxicos sobre las tasas de interés, por lo que si siguen el ejemplo de Oakland podrían ahorrarle a los contribuyentes miles de millones de dólares.

 

¿Y qué hay con demandar a Goldman directamente por daños y perjuicios? Un problema es que Goldman no fue uno de los 16 bancos que fijó las tasas LIBOR. Sin embargo, las víctimas podrían demandar por enriquecimiento sin causa y reparación, aun sin tener que probar una intención específica:

 

Enriquecimiento sin causa es un término legal que denota un tipo particular de evento causal en la que una de las partes es injustamente enriquecida a expensas de otra, y la obligación de restituir surge, independientemente de la responsabilidad por mala conducta… [Es un] principio general de equidad que una persona no debe beneficiarse a expensas de otra y, por lo tanto, debe hacer restitución por el valor razonable de los bienes, servicios u otros beneficios que han sido injustamente recibidos y conservados.

 

Goldman fue claramente enriquecido sin justa causa por la colusión de sus colegas bancarios y la Reserva Federal, y la restitución es lo apropiado y equitativo.

 

Reclamaciones bajo RICO en nombre de los bancos locales

 

No sólo los gobiernos locales, sino los bancos locales están tratando de reclamar los daños y perjuicios por la estafa de la tasa LIBOR. En mayo de 2012, el Community Bank & Trust de Sheboygan, Wisconsin, presentó una demanda bajo RICO por la manipulación de las tasas de interés por parte de los megabancos, citando a Bank of America, JPMorgan Chase, Citigroup y otros. La reclamación fue presentada como una demanda colectiva para alentar a otros bancos locales e independientes a unirse. El 12 de julio, la demanda se consolidó con otras tres demandas colectivas por el LIBOR, junto con cargos por violación de las leyes antimonopolio.

 

El banco de Sheboygan reclama que la manipulación de la tasa LIBOR le costó 64.000 dólares en ingresos por intereses sobre 8 millones de dólares en préstamos con tasa variable en el año 2008. Esto, multiplicado por 7.000 bancos comunitarios en los Estados Unidos a lo largo de 4 años, podría equivaler a casi 2.000 millones de dólares tan sólo para los bancos comunitarios. Triplicándolo bajo RICO equivaldría a 6.000 millones.

 

Demandas bajo RICO contra los socios bancarios del MERS

 

También están las demandas por el MERS. En el estado de Luisiana, 30 jueces, en representación de 30 municipalidades, están demandando bajo RICO a 17 bancos que se asociaron para cometer fraude; indicando que el Sistema de Registro Electrónico de Hipotecas (Mortgage Electronic Registration System – MERS), es un esquema creado para defraudar al Gobierno de sus tasas de transferencia, y que las hipotecas transferidas a través de MERS sin ilegales. Varios tribunales han sostenido que separar el pagaré del título hipotecario, cosa que el esquema de MERS hace, rompe la cadena del título y anula la transferencia.

 

Varios estados ya han demandado a MERS y sus socios bancarios, con reclamaciones por millones de dólares por tasas de registro no pagadas y otros daños. Estas reivindicaciones han sido apoyadas por numerosos estudios, incluyendo uno que afirma que MERS ha dañado irreparablemente los registros de títulos a nivel nacional, estando en el núcleo de la crisis inmobiliaria. Lo que diferencia a la demanda de Luisiana es que está siendo llevada bajo RICO, alegando fraude electrónico y postal y un modelo para defraudar a las municipalidades de sus tarifas de registro.

 

Preparando los botes salvavidas: La solución del Banco Público

 

Reclamar el triple de los daños y perjuicios en todas estas demandas, podría hundir el Titanic bancario. Como lo señala Seumas Milne en The Guardian:

 

Una regulación más estricta o incluso una separación total de la banca comercial de la banca de inversión, no será suficiente para cambiar a la City de Londres hacia la inversión productiva, o incluso prevenir el tipo de connivencia corrupta que ahora se ha descubierto entre Barclays y otros bancos…

 

Sólo si los bancos más grandes son escindidos, las nuevas estructuras parcialmente nacionalizadas convertidas en auténticos bancos de inversión públicos, y los nuevos bancos de propiedad social y regional son implementados, las finanzas pueden servirle a la sociedad, en lugar de al revés. La banca del sector privado ha fallado de forma espectacular, y necesitamos una solución pública democrática.

 

Si el último cuarto de siglo de la historia bancaria de los Estados Unidos demuestra algo, es que nuestro sistema bancario privado se vuelve maligno y se alimenta de la población cuando este está desregulado. También muestra que un sistema parasitario de banca privada NO será domado por la regulación, ya que el control de los bancos sobre el poder del dinero siempre les permite eludir las normas. Nosotros, el pueblo, debemos poseer y dirigir de forma transparente los bancos centrales y regionales de la nación, por el bien de la nación, o el sistema va a ser abusado y manejado por y para el poder privado y las ganancias como claramente sucede en el presente, llevando a nuestra nación a la crisis una y otra vez mientras enriquece a unos pocos.

 

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Ellen Brown desarrolló sus habilidades de investigación como abogada litigante en derecho civil en Los Ángeles (EE.UU.); graduada de UC Berkeley y UCLA School of Law. En Telaraña de Deuda (Web of Debt), su último de once libros, aplica esas habilidades en el análisis de la Reserva Federal y el ‘conglomerado del dinero’. Muestra cómo este cartel privado ha usurpado el poder de crear dinero de manos de la gente, y cómo nosotros, la gente, podemos recuperarlo. Ha escrito cerca de 100 artículos sobre este asunto desde que Web of Debt fue publicado por primera vez.

 

Es columnista habitual de Truthout, Huffington Post, Yes!, Seeking Alpha y Global Research, y presidenta del Public Banking Institute (Instituto de la Banca Pública), publicbankinginstitute.org

 

Fue conferencista de TEDxNewWallStreet 2012 en Mountain View (California).

 

El libro Telaraña de Deuda ha sido publicado por la editorial RANDOM HOUSE MONDADORI bajo el sello DEBATE.

 

Síganos en Twitter: @telaranadedeuda

 

Traducción por Andrés Celis.

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