Viviendas para el adulto mayor: no hay cama pa’ tanta gente
Hay una realidad de a puño y es que la población colombiana se está envejeciendo. Según el DANE, las personas mayores constituyen el 14% de la población. Estamos hablando de aproximadamente 7’310.000 personas que en su mayoría necesitan de quien las cuide. Cifra que en 2070 ascenderá al 32%.
Hoy, sin embargo, no hay camas ni suficientes servicios de vivienda asistida para los adultos mayores sin importar su condición económica, según explica Juan Rojas, gerente general de Calucé, compañía que está cumpliendo por estos días 50 años de estar en el sector del senior living.
“Hoy el mercado cuenta con un servicio muy limitado frente a toda esa gran demanda que existe. Incluso este servicio para las familias de mayores ingresos, que es el segmento en el que estamos, y que cuenta con planes asistenciales integrados muy desarrollados, no da abasto. Por eso se hace evidente la necesidad de desarrollar más proyectos residenciales de alta calidad centrados en el cuidado de personas mayores e independientes en todos los estratos”, advierte el empresario.
Y esa es una de las proyecciones que tiene esta empresa que nació en Chía, en una casa republicana como parte de un emprendimiento familiar hace 5 décadas. Entonces era un tabú para las familias de altos ingresos llevar a los papás a hogares geriátricos donde les ofrecieran todas las atenciones, cuidados y acompañamientos que necesita un adulto mayor.
“Mi mamá empezó en 1974 con 6 personas. Y en contra de todos los vaticinios de que el negocio no iba a funcionar para estratos altos por el ‘qué dirán’ y porque ‘este grupo social no estaba preparado para dar este paso, en el 79 ya tenía 46 huéspedes”.
Y tiene tanto potencial de crecimiento este negocio, que en 2018 llegó una banca de inversión que le inyectó el capital que Calucé requería para expandir la operación. Este hecho permitió construir ahí mismo en Chía un edificio de 10.000 metros cuadrados para 138 huéspedes, de los cuales 19 son para personas en apartamentos dirigidos a residentes mayores independientes y 119 habitaciones para personas asistidas. Inversión que pudo superar los 40.000 millones de pesos.
Posteriormente se abrieron otras 18 habitaciones en asocio con una IPS para cuidados paliativos. En 2021 abrieron la operación en Bogotá con una capacidad instalada para 124 residentes y el primero de enero de 2023 se inauguró la operación en Medellín para 102 personas. Actualmente se está construyendo un edificio para 110 adultos mayores en Suba Lindaraja, en Bogotá.
Para Rojas, Calucé hizo un aporte importante y fue abrir una puerta a un estrato que estaba desprotegido porque la gente usualmente envejecía en sus casas cuando el esquema familiar era diferente y todos cabían en una misma residencia que por lo general era grande y de un solo piso.
“Pero hoy todo ha cambiado como el tamaño y composición de las familias, la arquitectura, las sociedades, las ocupaciones. Además, hoy contamos con personal especializado para ofrecer los cuidados que los adultos mayores necesitan hoy en día” sostiene Rojas.
Aun así y pese a las nuevas ofertas que han llegado a este segmento, aún no son suficientes para atender esta gran demanda de servicios que se requiere en el país y que aumenta año tras año.
“Estos sitios deberían existir para todos los estratos con estándares de calidad y calidez uniformes. Ahí hay una gran oportunidad para invertir y para hacer empresa con mucho sentido social en Colombia”, puntualizó el empresario.
Comentarios